Ars Outplacement

El outplacement de Harry Potter

[:es]   Releyendo la saga para continuar con el último libro, me di cuenta de que Harry Potter tuvo algo parecido a un programa de outplacement. Harry Potter, una persona normal, que tiene día tras día sus rutinas cotidianas…  recibe una carta que cambia todo lo que conoce hasta ahora. En ella le comunican que es un mago y que ahora forma parte del mundo mágico. Pero para afrontar este cambio cuenta con el apoyo de Howgarts, donde le guiarán y le darán los conocimientos necesarios para moverse por este nuevo mundo. Una de las cosas más importantes que le aportan es su varita, algo único para cada mago y el medio para lograr la magia. Cuenta con sus amigos, que le conocen muy bien y le acompañan y ayudan en todo lo que pueden. Además pide consejo y escucha a los profesores cuando se enfrenta a un nuevo reto. Otra de las cosas que tiene y atesora es Hedwig, su lechuza, que es su medio para poder estar en contacto con sus amigos. Harry Potter cuenta con algo muy útil, su cicatriz, un rayo en la frente por el que le reconoce la gente y saben qué es y porqué lo tiene. Pasado un tiempo se da cuenta de qué quiere ser: auror, cazador de magos tenebrosos. Pero también descubre que es el elegido y que tiene que enfrentarse a su peor enemigo, Voldemort. Lo hace en diversas ocasiones y gracias a su varita, los conocimientos adquiridos en Howgarts, sus amigos, profesores… finalmente logra vencerlo. Ahora lo pasamos al mundo real: Un trabajador, una persona normal, que tiene día tras día sus rutinas cotidianas… recibe una carta de despido que cambia todo lo que conoce hasta ahora. En ella le comunica que es un desempleado y que ahora forma parte del Inem. Pero para afrontar este cambio cuenta con el apoyo de una compañía de Outplacement, donde le guiarán y le darán los conocimientos necesarios para moverse por este nuevo mundo. Una de las cosas más importantes que le aportan es su cv, algo único para cada desempleado y el medio para lograr el trabajo. Cuenta con su red de contactos, que le conocen muy bien y le acompañan y ayudan en todo lo que pueden. Además pide consejo y escucha a los consultores de Outplacement  cuando se enfrenta a un nuevo reto. Otra de las cosas que tiene y atesora es la comunicación, que es su medio para poder estar en contacto con su red. Un trabajador cuenta con algo muy útil, su marca personal por lo que le reconoce la gente y saben qué es y porqué lo tiene. Pasado un tiempo se da cuenta de qué quiere ser: su objetivo. Pero también descubre que es el entrevistado y que tiene que enfrentarse a su peor enemigo, las entrevistas de trabajo. Lo hace en diversas ocasiones y gracias a su cv, los conocimientos adquiridos en la compañía de Outplacement , su red de contactos, consultores de Outplacement… finalmente logra trabajar. En tu mano está conseguir la magia y el Outplacement te ayuda a realizarla.  [:]

Amar

[:es] el 37 de las flores   Fermín no sabía que hacer con María. No comía, no dormía, no hablaba, no salía de casa. Solo sabía llorar. Fermín y María se conocen desde niños, vecinos del mismo pueblo, un gran pueblo con calles que casi parecían avenidas, con hermosas villas, edificios en piedra y grandes casonas solariegas. Un pueblo importante, rico y próspero, del que María no se hubiera marchado nunca, pero del que Fermín quería huir buscando más tamaño, más colegios, más industria, más riqueza. Buscando una ciudad. Y a una grande se marcharon al poco de casarse. En ella se establecieron, Fermín trabajó y prosperó, María se dedicó a su casa, a sus muchos hijos, pues muchos llegaron y a Fermín, con mucho amor, sin un solo reproche ni queja, con una generosidad inmensa. Y mansamente vieron pasar el tiempo, la vida, los problemas, los sinsabores y también los buenos momentos, que fueron muchos. Cuando los hijos se fueron de casa, Fermín y María decidieron mudarse a un apartamento en una gran torre. No necesitaban más espacio y María tendría menos trabajo en la casa. Igual que pasan los años, también pasan los recuerdos en los cerebros de algunas personas. Y María ya no es María, porque ni habla, ni come, ni duerme, ni sale. María solo sabe llorar. A veces confunde el nombre de sus hijos. A veces olvida lo más simple o más sencillo. Y olvida apagar el gas. Y olvida el nombre de la calle en la que vive y se pierde y la policía tiene que llevarla a su casa. Y un día…un día mira con ojos vacíos a Fermín y comienza a hablarle de usted. Fermín solo sueña con dar felicidad a su María y pregunta insistente…”¿Qué quieres mi amor, qué quieres? “y ella, en un susurro solo dice «el 37, el 37″. Fermín no consigue entenderla, hasta que un día, María, es capaz de decir algo más…»El 37 de las flores» y Fermín comprende todo. Era la casa de su infancia, el 37 de la calle principal, con jardín y huerta que la madre de María cuidaba con devoción. Pero esa casa se vendió hace muchos años y aunque su pobre cuerpo pudiera resistir el viaje, no podrían trasladarse allí. Fermín recorre todas las colonias ajardinadas de su ciudad, le da igual la calle y la colonia, solo busca un número, el 37. Que esté vacío, en venta o alquiler, pero que sea un 37. Y lo encuentra. Y lo alquila. Y prepara la mudanza. Y cuando todo está listo, vuelve a escuchar a María «el 37 de las flores». Y se da cuenta de que a su regalo le falta un detalle, ¡¡las flores!!. No tiene tiempo para sembrarlas, hacerlas crecer y mudarse, porque a María, a su María, se le escapa el tiempo de las manos. Ayer, Fermín arrasó con una tienda de flores artificiales, las compró todas, y con sus propias manos, trenzó enredaderas, sembró parterres, decoró puertas y ventanas. Envolvió al 37 en flores de tela, plástico y papel. Hoy, Fermín, ha sacado a María de casa prácticamente a la fuerza. A una María que le mira con ojos huecos y le llama de usted. Han tomado un taxi, han llegado a la colonia y juntos, de la mano, se han parado delante de la casa. María ha abierto los ojos, su cara se ha llenado de luz, su cabeza de recuerdos, ha sonreído y ha dicho: «el 37 de las flores, vamos a casa, Fermín». “Vamos a casa, mi amor“.[:]

Ampliando fronteras

[:es]Hay muchas razones para realizar un esfuerzo por internacionalizar una empresa. Quizá la más obvia es la de ampliar mercado, encontrar nuevas fuentes de ingresos. En definitiva una razón económica, de negocio. Lejos de despreciar esta razón, en Grupo Persona hemos ido más allá. El mundo de hoy tiende a hacerse más global, pero no necesariamente más uniforme. La uniformidad nos empobrece, mientras que las raíces locales nos enriquecen.  No sólo por lo que de diversidad significa sino por el impacto que tiene en la globalidad. Grupo Persona ha decidido internacionalizarse conservando la raíz local y ganando las visiones y la diversidad de otras 35 localidades a lo largo del mundo. Esto es posible, sólo, si se comparten valores y visiones sobre cuál debe ser la relación con nuestro cliente. Valores esenciales y homogéneos, no uniformes, para todas las culturas. En nuestro caso la visión es, que nuestros clientes son personas, la asunción de que todo se puede hacer siempre mejor, el poner pasión en todo lo que hacemos, la curiosidad por mirar más allá del velo del futuro o la de creer firmemente que sólo se puede ser mejor a través de la colaboración. Esto es lo que hemos encontrado en Arbora global career partners y por eso, nuestro proceso de internacionalización es un viaje que estamos realizando con ellos. Desde el 1 de enero del presente año, todas las unidades de negocio del Grupo Persona (Ars outplacement, Persona metaplacement e Innopersona) abren sus puertas en 35 países a los largo y ancho del mundo, siempre para apoyar a las personas. Nuestro proceso de internacionalización from Grupo Persona on Vimeo. Grupo Persona Razón y Pasión por las Personas Javier Martín de la Fuente                   Director Desarrollo Internacional jmdelafuente@grupopersona.es            dlaya@arsoutplacement.com[:]

La utilidad del Outplacement III

[:es]Desde la Empresa En dos artículos anteriores daba algunas pautas sobre lo que puede aportar un programa de Outplacement a la persona que lo realiza. En el presente me detendré en lo que aporta a la empresa que lo ofrece. Lejos de los análisis más obvios, basados en la responsabilidad social de la empresa para con sus empleados, de cualquier nivel profesional, hay otros argumentos de calado, que afectan e manera crítica a la productividad y a la eficiencia de la organización. Las empresas más eficientes no lo son por sus personas, sino por la relación existente entre sus personas. La cualidad de las personas, en términos de conocimientos y experiencia, es necesaria pero no suficiente. La manera en la que se establecen las relaciones, entre unos y otros, es lo que hace a una empresa tener mayor o menor capacidad de éxito. El Outplacement es una buena herramienta para gestionar los espacios de relación entre personas. Es, en esos espacios, donde se genera la confianza, la motivación y el compromiso. Hay que minimizar el impacto que una salida “traumática” tiene sobre el contrato emocional existente entre las personas y, con la Organización. Muchos miles de euros, horas de trabajo y esfuerzos por desarrollar un liderazgo eficaz, se pierden con la ruptura traumática de los lazos relacionales tejidos entre las personas. El mejor estilo de liderazgo reside en el ejemplo, “no actúes como no quieras que actúen contigo”, poniéndolo en positivo “lidera como te gustaría ser liderado” ¿A quién no le gustaría que le diesen soporte en un momento de la vida profesional difícil? ¿Sólo de la vida profesional? El estilo o la cultura de una organización, es determinante a la hora de atraer el talento necesario a unos costes razonables y también, de conseguir fidelizarlo. Esto esta generando, y lo hará más si cabe en los próximos años, la necesidad de contar con información sobre la “Experiencia Empleado”, como vive cada persona su día a día en la empresa. El Outplacement permite incorporar al menú de herramientas de atracción y fidelización que se le ofrecen a una persona, valores diferenciales. Por una parte la sinceridad de aceptar que nada es para siempre. Hoy nadie puede garantizar un puesto de trabajo de por vida, de cualquier nivel. Y por otra la coherencia de actuar hacia las personas como se hace hacia el cliente, no dejándole abandonado. El Outplacement actúa sobre el desarrollo personal y profesional y, por lo tanto actúa sobre la atracción y fidelización del talento. La competencia por el talento existente es cada vez más enconada, buscándolo en cualquier punto del globo. Cualquier valor añadido que se facilite en esa competición reporta pingues beneficios a la organización. El Outplacement es un valor añadido. La exposición de la empresa a la valoración social está en crecimiento y no únicamente en el caso de las empresas cotizadas, sino de todas aquellas que viven en el mundo de las nuevas formas (ya no tan nuevas) de comunicación. Es decir, todas. Las inversiones en comunicación y marketing se están viendo mediatizadas por los “me gusta” de las ventanas al mundo que ofrecen las redes sociales. Están teniendo repercusiones sobre los niveles de ventas o incluso la capacidad de conseguir un contrato. Las opiniones, más o menos anónimas, tienen y tendrán cada vez mayor peso en las posibilidades de acción de las empresas. En este nuevo marco de exposición, la necesidad de cuidar la imagen no es un asunto banal, impacta en la línea de ingresos y en la cuenta de resultados, sin introducir aquí el punto anterior de la capacidad de atraer talento a coste, digamos razonable. Cuidar la relación con los empleados, de cualquier nivel profesional, se convierte en un elemento estratégico. El Outplacement es una manera eficaz de cuidar esa relación Existen otros argumentos de peso como pueden ser: el acceso al conocimiento que se pierde con la salida de una persona. la consabida responsabilidad social. la influencia como parte de la negociación del paquete de salida. la tranquilidad moral para quien toma la decisión. Pero sin lugar a dudas, el efecto que un programa de Outplacement tiene sobre: el liderazgo, la atracción y fidelización del talento, el marketing y la comunicación, hacen de ellos una herramienta de gestión de personas indispensable. Eso sí, un programa de Outplacement adecuado a cada situación personal y profesional.[:]

Miedo

[:es] verde y tenebroso   No se sabía muy bien quién perseguía a quien, pero en aquel pueblo de veraneantes, todo el mundo era consciente de que la viuda de la casa grande bebía los vientos por Rodolfo y todo el pueblo era consciente de que Rodolfo estaba encantado. Rodolfo tenía nombre de galán de novela corta de los cincuenta y poses de encantador de serpientes. Gustaba a todo el mundo, tenía mil amigos, conseguía todo lo que se proponía, e incluso se sacó un título universitario sin haber estudiado nunca. ¡Sorpresas de la vida!. Rodolfo gustaba a todo el mundo y lo sabía, y se aprovechaba de ello y siempre salía airoso y triunfante. Dejó a su paso algunos negocios quebrados y corazones más quebrados que aquellos negocios, pero él siempre sonreía, como percibía que le sonreía la vida. Rodolfo engatusó a la viuda. A la dueña de la mejor casa y de la mejor fortuna. Todo su porvenir estaba en esa seducción apasionante y apasionada. Y triunfó, ¡vaya si triunfó! ¿o no?. Vivieron un noviazgo breve en el que Rodolfo conseguía de Manuela todo lo que se proponía, regalos, ropa, coches y caprichos. No era consciente de que Manuela era muy absorbente y poco a poco lo fue separando de su grupo de amigos, de sus padres, familiares, vecinos y conocidos. Rodolfo le prometía entregarse en cuerpo y alma a ella, a no ver, sentir ni hacer nada que no fuera acompañarla hasta el fin de sus días. Boda rumbosa como pocas en ls que Rodolfo actuó como si él pagara el cubierto del convite, los adornos del jardín , la orquesta, los fuegos artificiales y el fastuoso viaje de novios que duró más de dos meses, sí, digo bien, más de dos meses, en hoteles de lujo y yates espectaculares. Rodolfo trataba a Manuela con cierto desapego, seguro de su encanto y poder de seducción y Manuela se dejaba…ella sabría muy bien por qué. Volvieron al pueblo, cruzaron sus calles, llegaron a las afueras, el servicio abrió el gran portón de acceso a verde y frondoso jardín y, de la mano, atravesaron los parterres y senderos. Se acercaron a la imponente escalera de la casa, Rodolfo hizo ademán de ayudar a su flamante y algo cascada esposa a subir la escalinata. Manuela se paró en seco… “¿A dónde vas Rodolfo?”. “¡Vaya pregunta, a NUESTRA CASA!”…”¡Ahhh! Pero ¿tú tienes casa, Rodolfo?”…”¡Claro, la NUESTRA!” casi farfulló Rodolfo. Manuela le miro de arriba abajo, con un gesto de desprecio infinito. “Rodolfo, creo que hay algo que no has entendido bien, yo te he comprado, eres de mi propiedad, estarás a mi servicio, me darás lo que te pida, placeres o compañía o recados, según mis deseos y necesidades, he redactado un documento que obra en poder de mi notario. Perderás todos tus derechos sobre mi herencia, si sales de la casa sin mi consentimiento, si osas trabajar en algún lugar, si te atreves a hablar con alguien que no sea del servicio, y por supuesto, si pretendes traicionarme con otra mujer. Tendrás lujos, trajes, coches, casa y comida, pero solo para disfrutarlos conmigo. ¿No era eso lo que me hiciste creer?.” Rodolfo vacila, el hermoso jardín, la imponente escalinata, ya no son bellos ni atractivos, todo le da vueltas, y se da cuenta que entra, paso a paso en la cárcel de la que nunca podrá salir jamás. Envuelto en pánico asciende escalón a escalón. Se aleja del mundo, está encerrado, nunca podrá escapar.[:]

La verdad

[:es] 10 minutos de espera, una sombra y la verdad Quedaban diez minutos para que llegara. Había esperado ese momento durante meses. La había cortejado, embaucado, seducido, convencido, enamorado, conquistado, atraído, abducido, hechizado y arrobado. Era un seductor nato, utilizó todos sus trucos, voz, tono, palabra, gestos, frases, obsequios, invitaciones, halagos, mimos, lisonjas, regalos, piropos y arrumacos. Tres años, 36 meses, 1080 horas, 64.800 minutos, 3.888.000 segundos de seducción para 10 minutos de espera. Arreglado, perfumado, repeinado, bronceado, compuesto, dispuesto y ordenado, en perfecto estado de revista. Solo quedan 10 minutos para que llegue. Ella, la mujer esperada, deseada, codiciada, ansiada y anhelada. Diez minutos. solo diez minutos. Está todo medido y calculado para conseguir el éxito, el triunfo de la seducción que acariciaba tanto tiempo. Ella no puede negarse, se entregará, se rendirá, cederá, capitulará y claudicará. Se someterá a todos sus encantos. Sus falsos encantos y promesas. Diez minutos, solo diez minutos. Todo calculado, no teme el momento. Y sin embargo. No nota, no percibe, no sospecha siquiera la sombra que le acecha y le persigue. Una sombra. Es su sombra. Y es más real, más verdad, más auténtica que él. Es su sombra. Y la mujer acertó a verla un día. Y habló con ella. Y, sobre todo, escuchó todo lo que la sombra tenía que decirle. Y creyó a la sombra. Diez minutos. Él no sabe que ella nunca llegará. Porque le bastaron solo otros diez minutos para conocer la verdad. Porque esa sombra es la verdad. La única verdad.[:]

La utilidad del Outplacement II

[:es] El proceso de desvinculación de una organización en la que se ha estado trabajando durante cierto tiempo es, en la gran mayoría de los casos, conocido, esperado o intuido, de manera anticipada, por la persona afectada. Sin que ello signifique un menor impacto profesional y emocional. Sin quitar, ni poner, dramatismo al momento. Nos estamos enfrentando, ni más ni menos, a un cambio, obligado, pero al fin y al cabo, un cambio. No hay que olvidar que los seres humanos sanos cambiamos constantemente. Aunque existe cierta leyenda negra sobre nuestra predisposición al cambio, ésta sólo nace de nuestra resistencia a que nos cambien; como ocurre en el caso que nos ocupa. En este sentido, para poder agilizar el proceso de cambio hay que acelerar el tránsito por las etapas previas a la aceptación del mismo. No sólo aceptación formal, sino más importante, aceptación emocional. Será desde esa aceptación emocional desde donde seremos capaces de asumir los posibles beneficios que nos puede traer ese cambio obligado y así, poder diseñar un nuevo objetivo y una estrategia de comunicación adecuada. Los coaches del programa de Outplacement te ayudarán a transitar rápidamente por las etapas de cambio, llevándote en el menor tiempo posible a una situación de curiosidad, no de temor, sobre el futuro próximo. La primera pregunta que podríamos hacernos sería “¿realmente me han obligado a cambiar?” Puede parecer duro realizarse esta pregunta cuando se está inmerso en este proceso de cambio obligado. Aún así, es necesaria y un signo de madurez personal y profesional. ¿de verdad me han obligado a cambiar?¿yo no he tenido nada que ver? Si no soy parte del problema no seré parte de la solución. La respuesta, como en muchas otros asuntos relacionados con las emociones que dirigen nuestra conducta, puede estar escondida en cada uno de nosotros. Necesitamos de un tercero que nos ayude a explorar y a encontrarla. Es vital saber cuál ha sido mi grado de intervención en el hecho que finalmente desembocó en la salida de la organización. Asumir esa responsabilidad me permite, o bien corregir en futuras ocasiones o bien, apalancarme sobre lo que realmente estaba y estoy buscando, aunque no fuese plenamente consciente de ello. Se entiende como la acción que cada uno ha realizado aquella que se ejecutó con una intención determinada o la que nunca se ejecutó. Tan acción es una como la otra. ¿Qué conversaciones he mantenido o, no? ¿Con quién? ¿De qué otra manera debería de haber actuado o, no? ¿Qué me faltó por hacer o, me sobró? ¿Qué se esperaba de mí o, qué no? ¿En qué momento fui consciente de lo que yo estaba provocando y qué debería haber hecho o, dejado de hacer? ¿Qué aprendizajes saco? ¿Cómo actuaría si tuviese una nueva oportunidad? Son algunas preguntas que persiguen que nos apoderemos de los hechos producidos y que nos hacen reflexionar, por un lado, sobre qué nos impidió actuar de la manera que no hubiese provocado la salida de la organización y por otro, cuál era mi objetivo real al actuar de esa forma. Este objetivo puede seguir siendo válido a futuro, y en ese caso, deberá de tenerse muy en cuenta al diseñar el siguiente paso profesional. No voy a dejar de admitir que existen otras muchas situaciones en las que la salida de la organización se produce por un cambio sobrevenido, por ejemplo la disolución de la empresa, una integración con otra organización y las consiguientes duplicidades de puestos o el cese de una parte de la actividad. Son situaciones que escapan a nuestra capacidad de actuación. Aún así, en estas situaciones hay un proceso de aprendizaje para el profesional. Cómo coloquialmente se dice “nos dormimos en los laureles” en la gestión de nuestra carrera profesional. El principio general que un programa de Outplacement inculca en sus participantes es el de hacerles dueños de su destino. La responsabilidad sobre la carrera profesional es exclusivamente de uno mismo, y de nadie más. Lo cual viene a significar que cada uno de nosotros tenemos la obligación de estar preparados para responder a esas situaciones sobrevenidas. Lamentablemente esto no suele ser así. Entendemos la carrera profesional como algo que ofrece una organización y que debemos ganarnos, no como los esfuerzos que debo realizar para alcanzar un objetivo personal con el que estoy comprometido, además de ganarme la vida. El programa de Outplacement te hace dueño de tú destino. Llegar a esta conclusión nos abre a un mundo nuevo. Es el momento para poner, de manera estructurada cuáles son mis visiones de futuro, cuáles son las experiencias y talentos de los que dispongo o a los que puedo acceder a corto plazo y qué posibilidades tengo de hacerme un hueco en el mercado laboral, por cuenta propia o ajena. Antes de hacer cualquier ejercicio de análisis de carrera, balance competencial o determinación de los objetivos, un programa de Outplacement te ayudará a tomar los mandos de tu carrera profesional. No te engañes a ti mismo, antes de cortar el árbol afila el hacha [:]

La utilidad del Outplacement

[:es] Cada vez son más los profesionales capaces de responder a esta pregunta, bien porque han conocido directamente uno de estos programas o indirectamente a través de alguna persona de su entorno. En cualquier caso, es una pregunta que todo profesional al que se le ofrece un programa de este tipo, como parte de su “paquete” de salida de la organización, se hace. En España, el Outplacement es conocido desde la década de los 90.  Son algo más de 25 años de experiencia que aún hoy no ha dado lugar a su uso generalizado, por lo que sigue siendo importante explicarlo y matizar qué se puede obtener en un programa de este tipo. En esencia, un programa de Outplacement es un proceso por el cual una persona o un grupo de personas cualificadas, acompañan a otra en su búsqueda de una nueva actividad profesional. La clave, por lo tanto, está en el tipo de acompañamiento que el profesional puede recibir del programa. Como en la gran mayoría de los servicios que se prestan directamente a una persona, éstos deben estar ajustados a las necesidades de esa persona. Así, un programa de Outplacement sólo será tal, cuando esté ajustado a la necesidad de quien lo va a utilizar. En caso contrario, será otra cosa: un programa formativo para la gestión de la carrera profesional, un conjunto de talleres para la búsqueda de empleo o autoempleo o incluso una serie de sesiones de trabajo para mejorar las técnicas de búsqueda o creación de empleo. Lo primero que se puede esperar de un programa de Outplacement es la determinación de las necesidades que tiene un profesional en relación a su carrera. Necesidades que la mayoría de las veces no son tan obvias como creemos. Pensemos en la situación personal por la que se pasa cuando, por cualquier tipo de motivo, nos vemos forzados abandonar la actividad que veníamos realizando. La que nos llega a la mente con más fuerza es la de buscar una nueva actividad, pero esa respuesta es como decir que queremos ser felices, está en la esencia de lo que nos hace personas, de lo que nos hace profesionales. La pregunta que deberíamos hacernos es ¿qué actividad? Tratar de responder a esa pregunta tiene grandes implicaciones porque, más allá de la presión económica que se tenga por encontrar una nueva fuente de ingresos, debe tener en cuenta dos grandes matices: 1.    ¿Cómo me ha afectado la salida de mi anterior organización? 2.    ¿Para qué quiero esa nueva actividad? El análisis de cómo me ha afectado, no sólo la salida, sino el proceso de salida de la organización está sesgado por la visión personal. Para poder dar una respuesta adecuada y posteriormente actuar, es preciso contar con otra u otras personas que sean capaces de ayudarnos a reducir el sesgo que cada uno de nosotros pone a la situación. Esto es clave, pues determina de manera directa la respuesta a ¿qué actividad voy a buscar? También puedo responder a la pregunta ¿para qué quiero esa nueva actividad? con un lacónico “tener ingresos o continuar mi carrera”, pero esto debilitaría mis acciones futuras. Aquí existen infinidad de aspectos a valorar, desde la situación socio económica personal a los planes de futuro. Las respuestas a estas dos preguntas nos permiten hacer un planteamiento de lo que necesitamos para crear, desarrollar y alcanzar un objetivo profesional a corto, medio y largo plazo. El programa de Outplacement nos ayuda a responder con calidad y a construir un plan de acción que nos hará más eficaces en la búsqueda del objetivo. El programa de Outplacement sirve para reducir el tiempo de búsqueda de esa alternativa profesional y para que la calidad de esa alternativa sea mayor de lo que sería buscando sólo. ¿En cuánto reduce el tiempo de búsqueda o en cuánto mejora la calidad de la alternativa? Sólo tiene respuesta en el ámbito de lo individual, en el esfuerzo que tanto el acompañante como el acompañado pongan en el proceso. Cada persona tiene que plantearse su propio reto, en tiempo y calidad, y refrendarlo con el equipo que le ayuda. Responder afinadamente a las dos preguntas anteriores hace que el proceso de búsqueda de una nueva actividad (propia o por cuenta ajena) sea más fluido, rápido y eficiente porque un proceso de búsqueda de alternativas profesionales es un proceso de comunicación, donde el marketing y la marca personal son muy importantes. Cómo ocurre en toda actividad humana y en ésta también, la eficiencia empieza y termina en la relación con los demás. El Outplacement sirve para hacer eficaz ese proceso de comunicación, sabiendo qué, cómo, cuándo y para qué se realiza. Si, en los primeros momentos es clave que un programa de Outplacement sea proveído por personas expertas en orientación profesional y en coaching ejecutivo, más adelante es necesaria la intervención de un equipo multidisciplinar que acompañe al profesional en las actividades que tendrá que realizar para alcanzar su objetivo. Algunas de las más habituales tienen que ver con la generación o ampliación de la red de contactos, la participación en las redes sociales, el desarrollo de entrevistas de trabajo eficientes, la asistencia a eventos, la participación en asociaciones y clubes profesionales, la penetración en nuevos sectores de actividad o la puesta en marcha del nuevo negocio. Todo esto es abarcado en un programa de Outplacement. No será el programa en sí mismo el que lo provea sino las personas especializadas en cada una de las áreas de actuación que el profesional precise. Mentores de carrera, expertos en marca personal, documentalistas, entrenadores en comunicación o personas senior dedicadas a la actividad de lobby deberán de acompañar a cada profesional. Son ellos lo que hacen del programa de Outplacement un programa útil. En un programa de Outplacement el resultado de la suma de profesional en búsqueda más equipo de búsqueda es superior a la individualidad. El Outplacement ha resultado de utilidad, en nuestro país y durante los últimos 25 años, a miles de profesionales. Reduciendo sus tiempos de búsqueda de un nuevo empleo, incrementando … Leer más

Valentía

[:es] Veintiocho días duró su matrimonio con Bienvenido, ¡¡vaya nombre para un marido que se largó de casa y cuando volvió no quedaba ni un mueble!!. Porque Dolores se casó con Bienvenido por no quedarse soltera, algo aburrida de escuchar a su familia velados…y no tan velados comentarios sobre su poco éxito con los hombres. En realidad a Dolores no le gustaba mucho Bienvenido, pero , de alguna manera se dejó engatusar, le abrió las puertas de su discreto y vulgar piso de soltera, decorado con refritos de otras casas familiares y emprendió una nueva vida con un casi desconocido. A los 28 días exactos de matrimonio, lo que tarda la luna en dar la vuelta, ¿o es nosotros en dar la vuelta a la luna?, Dolores nunca lo tuvo muy claro… pues a los 28 días exactos de matrimonio, al volver Dolores del trabajo y abrir la puerta de su casa, se la encontró absolutamente vacía, ni un mueble, ni un cacharro, ni unos  zapatos, ni un vestido, ni una triste cazuela…¡nada!. A esos 28 días de matrimonio le siguieron 28 semanas de duelo en las  que Dolores se fue a casa de sus padres y no conseguía levantar cabeza. Y Bienvenido sin dar señales de vida. Hoy ha accedido a escuchar a su buena amiga Myriam que no la ha dejado ni a sol ni a sombra en estas semanas. Myriam que, escuchándola y aconsejándola,  no le ha dejado quejarse de tonterías… «Acepto que te lamentes porque se llevó tus cosas pero no acepto que digas que se llevó tu tesoro, porque a estas alturas de la vida, Dolores, ni tienes tesoro, ni te quedaba flor ni un pobre secreto». Myriam la hace reír y por eso hoy se ha acercado a su nueva casa que ha estrenado hace algunos días. Asomada a la terraza de Myriam, acierta a ver, a lo lejos, una tela que le resulta familiar. La fiel amiga le presta su cámara, fotografía un balcón cercano, amplía la foto…no hay duda, ese tapizado pasado de moda es el de su sofá, procedente, como sabemos de un refrito familiar. El caso es que las butaquitas blancas no están tan mal y no le suenan de nada. Myriam y Dolores se acercan a la casa vecina, hablan con el portero. En el quinto derecha vive un extraño caballero que abandona por temporadas la casa y cuando vuelve (suele tardar uno o dos meses en hacerlo), regresa con un camión de mudanzas del que descargan muebles. El portero hace recuento y calcula que en el último año, el camión de mudanzas ha pasado cinco veces por la casa. (Cinco Dolores Diferentes, a lo que se ve ) .»No sé donde meterá los muebles, porque yo veo entrar muchos y no sale ninguno y el piso es pequeño, como no los amontone en algún sitio». «¡¡En la terraza!!» gritan las dos amigas, riendo a carcajadas. Dolores lo ha comprendido todo, ha olvidado su duelo, no ha perdido un marido, ¡¡se ha librado de un loco estafador y además con síndrome de Diógenes!!. Dolores se llama ahora Lola, ha vuelto a su casa, ha recobrado su libertad, no necesita consejos familiares ni veladas opiniones. No necesita refritos de muebles. Ha comprado los que ha querido, y los ha colocado como ha deseado, tienen extraños nombres como suecos con letras que no conoce y diéresis, pero son suyos, a su gusto. «¡Tenía buen nombre mi ex! ¡Bienvenido!. Tenía que llegar Bienvenido para que yo diera la bienvenida a una nueva vida, a un nuevo nombre, a una nueva voluntad… a una nueva libertad».  «¡Gracias, Bienvenido, gracias. Me hiciste un gran favor vaciando mi casa para que yo dejara entrar mis nuevas ideas!» . ¡¡Ah, por cierto, ahora me llamo LOLA.» [:]

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