Ars Outplacement

¡SALTA!

[:es] Hace pocos días, mi colega Ana González Quirós publicaba un acertado post titulado SER OPTIMISTA…SE HACE, NO SE NACE. https://www.arsoutplacement.com/8107/lo-de-ser-optimista-se-hace-no-se-nace/   Destaco, entre otras muchas frases interesantes, ésta: “Se calcula que nuestra mente genera en torno a 60.000 pensamientos al día, de los cuales, la inmensa mayoría son repetitivos y negativos. Este elevado volumen tiene su explicación, desde un punto de vista adaptativo y de supervivencia, ya que, durante miles de años, nuestra tendencia a “ponernos en lo peor” nos ha ayudado a prevenir y reaccionar ante situaciones de peligro”. Ana, además, añade: “Afortunadamente, las personas tenemos la capacidad para elegir nuestra forma de pensar y modificar nuestros hábitos de pensamiento hacia otros que nos generan un mayor bienestar, eso sí, manteniendo las dosis adecuadas de realismo. Ser optimista no significa ser un iluso o un inconsciente”. Y su reflexión me hizo recordar algunos casos muy especiales, vividos en mis 18 años de experiencia en el mundo del Outplacement. ¿Os cuento alguno?. Permitidme que cambie sus nombres, en un ejercicio de discreción.   María, 58 años, procedía de una gran empresa tecnológica, un reajuste organizativo dejó su puesto sin contenidos. Toda la vida vendiendo soluciones de tecnología y no tenía una titulación, no digo superior, sino técnica. María, en un tiempo record se colocó en una brillante start up, a la que aportó todo sus conocimientos, experiencia, una “mochila” llena de contactos …¡y mucha alegría!. Hoy es la reina de las soluciones tecnológicas.   Antonio, 55 años…¡¡26 en la misma organización!!. “Es peligroso asomarse al exterior”, me decía en su primer día de programa…y añadía “¿pero es que hay vida más allá de XXX?” (aquí el nombre de su antigua empresa). Hoy, se divierte profundamente en una compañía en la que cada día descubre algo nuevo, ¡con mucha alegría!.   Francisco, Director Comercial de una empresa industrial. En nuestro primer encuentro, me advirtió “Soy profundamente tartamudo, no tengo arreglo, pero siempre he triunfado vendiendo y vendiendo bien”. Os aseguro que era cierto, no he conocido a nadie más tartamudo…¡y más alegre!. La empresa que lo contrató lo fichó precisamente, por su alegría y su capacidad de llegar al corazón de los clientes.   Ángela, trabajaba a pleno rendimiento en una gran compañía. Otra importante organización se mostraba interesada por sus servicios…y ponía mucho dinero encima de la mesa. Ángela arriesgó, aceptó ¡y perdió!. Un cambio en la Presidencia de la segunda empresa, genero cambios estratégicos corporativos y Ángela salió a los pocos meses de su puesto millonario, sin indemnización y con un enorme sentido del ridículo que la bloqueaba por completo. Hasta que un día SALTÓ y me explicó su salto: “Si me han buscado una vez, vendrán más, nadie me puso una pistola en el pecho para que aceptara el proyecto. Fue una decisión mía, un ejercicio de mi libertad…¡qué afortunada soy de poder elegir!” y ese día, aceptó con alegría su decisión y su libertad para elegir.   No se trata, como decía Ana González Quirós, de ser un iluso o inconsciente, sino de ejercer esa capacidad que tenemos las personas para elegir nuestra forma de pensar y modificar nuestros hábitos de pensamiento hacia otros que nos van a generar el verdadero BIENESTAR.   Y lo que ocurrió es que María, Y Antonio, Y Francisco, Y Ángela, ¡ELIGIERON SALTAR!   Eligieron libremente su forma de pensar, modificaron sus hábitos de pensamiento. En algunos casos, saltaron, y en otros hasta hicieron la gran pirueta, la gran voltereta del cambio mental. Porque el beneficio está en ese salto, esa pirueta. ¡En la gran voltereta del cambio mental!. ¡SALTA, LECTOR, SALTA! Yo digo salta, salta conmigo, digo salta, salta conmigo, salta, salta conmigo… Voy por mi camino sin preocupación, pasa la gente y me miran mal, pero no me importa, a mí me da lo mismo, hoy estoy alegre y tengo ganas de saltar.  [:]

SER OPTIMISTA… SE HACE, NO SE NACE.

[:es] Lamento confirmaros que Sí, que tendemos a ser pesimistas desde el nacimiento.  Aceptar esta realidad, nos ayudará a tomar conciencia del esfuerzo que nos supone, mantener nuestros pensamientos negativos a raya y no dejarnos arrastrar por la espiral del pesimismo, que de forma natural intenta sabotearnos. Se calcula que nuestra mente, genera en torno a 60.000 pensamientos al día, de los cuales la inmensa mayoría son repetitivos y negativos. Este elevado volumen tiene su explicación desde un punto de vista adaptativo y de supervivencia, ya que, durante miles de años, nuestra tendencia a “ponernos en lo peor” nos ha ayudado a prevenir y reaccionar ante situaciones de peligro. Está demostrado científicamente, que los pensamientos negativos activan zonas cerebrales relacionadas con la ansiedad y la depresión. Ante una situación percibida como amenazante, liberamos hormonas relacionadas con el estrés, como la adrenalina. La activación cerebral ante sucesos negativos, es mucho más intensa que cuando experimentamos emociones positivas, esto puede ayudarnos a entender el porqué, cuando recibimos las encuestas de calidad de nuestros clientes o cualquier tipo de feedback, recordamos mucho más las opiniones negativas que las positivas, aunque éstas hayan sido más numerosas. Nuestros pensamientos positivos calman la actividad en esas zonas cerebrales, aunque éstos tienen un efecto menos duradero. Afortunadamente, a pesar de este poderoso sesgo negativo, las personas tenemos la capacidad para elegir nuestra forma de pensar y modificar nuestros hábitos de pensamiento hacia otros que nos generan un mayor bienestar, eso sí manteniendo las dosis adecuadas de realismo. Ser optimista no significa ser un iluso o un inconsciente. Martin Seligman padre de la Psicología positiva, considera que el estado ideal de las personas, es un optimismo realista, aprendido y positivo, que nos permite interpretar las adversidades como un desafío pasajero. A través del optimismo aprendido, podremos identificar que pensamientos están detrás de nuestras interpretaciones de los acontecimientos pasados y de  los presentes, así como establecer expectativas futuras basadas en nuestra percepción de autoeficacia y gestionar eficazmente la  frustración  de  no conseguir nuestras metas. En el ámbito laboral, la necesidad de desarrollar y potenciar determinadas fortalezas como el optimismo, se convierte en una prioridad para aquellas empresas que apuesten por el bienestar. A los más que evidentes beneficios sobre la salud de los empleados, tenemos, que añadir importantes impactos organizativos derivados de tener un capital humano que adopta una actitud optimista, ante los constantes retos del trabajo, utilizando estrategias más creativas, flexibles, y constructivas en la resolución de problemas y en la toma de decisiones. Desarrollar el optimismo es una apuesta segura, a la hora de potenciar nuestro nivel de bienestar y el de todo nuestro entorno. [:]

¿Pero, cómo he llegado hasta aquí? Autoliderazgo para tomar las riendas de tu carrera.

[:es] No quiero que esta pequeña reflexión sobre el autoliderazgo de la carrera profesional sea muy sesudo, sino más bien la incitación a la reflexión. Allá voy.   Preguntas:   • ¿Quién te dijo que estudiar esto u lo otro te abriría puertas? • ¿Cuántas veces te dijeron cámbiate o adáptate a la empresa que “es lo que hay”? • ¿Acaso nunca has pensado que te mereces más de lo que te ofrece tu carrera, o incluso menos? • ¿Cuándo has sentido que no tienes vida, que todo es la empresa? Y…. ¿Para qué? ¿Para mantener los ingresos tan necesarios? • ¿Qué has hecho cuándo los momentos eran más difíciles? ¿Te salió bien? ¿Por qué? y si fue al contrario ¿Qué cambiarías en tu actuación? • ¿Has llegado a donde querías o estás en vías de ello? ¿De la forma que querías o quieres? • ¿Qué harías si volvieras a empezar? ¿Sería más sencillo sabiendo lo que ahora sabes? ¿Por qué? • ¿Por qué unos llegan y otros no? Por qué han tenido más oportunidades, más suerte. JA¡ • ¿Qué te hace diferente como persona y como profesional? …… ¿de verdad? • ¿Cuál era tu objetivo profesional cuando empezaste? Y…. ¿el personal? ¿o éste no contaba?   Reflexión   Autoliderazgo significa saber dónde voy, pero sabiendo de donde vengo. Cierto es que no todos partimos con las mismas oportunidades. Lejos de ser oportunidades en términos materiales (económicas, contactos familiares, idiomas, universidades de prestigio,…) la verdadera distinción se encuentra en cada uno de nosotros. ¿Quiénes somos? En una respuesta profunda a esta ¡fácil pregunta¡ se encuentra la solución. Autoliderazgo significa tener un objetivo de transformación personal para alcanzar una situación deseable en un periodo de tiempo. ¿Por qué vamos a conseguir el equilibrio personal y profesional si generalmente no pensamos en ellos hasta que algo empieza a tambalearse? ¿Cómo hemos llegado a esta situación? Simplemente porque hemos dado los pasos para llegar ahí. No hay más respuesta. Autoliderazgo significa que todo lo que ocurre en nuestra vida, profesional y personal, es por nuestra acción o no acción. Por la decisiones tomadas o no tomadas. Si la consecuencia de donde estamos en nuestra carrera (¿carrera?) se la achacamos a otros factores. Simplemente es que no he gestionado mi desarrollo y en consecuencia no soy dueño de mi destino. La carrera profesional no es una carrera es un gran partido de golf, donde juegas contra tí mismo, por superarte en cada paso y donde tu situación personal (temperamento y carácter) y profesional (habilidades y experiencias) son entidades indisolubles. Para potenciar el autoliderazgo, además de incorporar conocimientos y experiencias ¿qué tienes que hacer? Suerte, la respuesta la tienes tú y es diferente para cada uno de nosotros.   Javier Martín de la Fuente [:en]¿Pero, cómo he llegado hasta aquí? Autoliderazgo para tomar las riendas de tu carrera. No quiero que esta pequeña reflexión sobre el autoliderazgo de la carrera profesional (¿carrera?) sea muy sesudo, sino más bien la incitación a la reflexión. Allá voy. Preguntas: • ¿Quién te dijo que estudiar esto u lo otro te abriría puertas? • ¿Cuántas veces te dijeron cámbiate o adáptate a la empresa que “es lo que hay”? • ¿Acaso nunca has pensado que te mereces más de lo que te ofrece tu carrera, o incluso menos? • ¿Cuándo has sentido que no tienes vida, que todo es la empresa? Y…. ¿Para qué? ¿Para mantener los ingresos tan necesarios? • ¿Qué has hecho cuándo los momentos eran más difíciles? ¿Te salió bien? ¿Por qué? y si fue al contrario ¿Qué cambiarías en tu actuación? • ¿Has llegado a donde querías o estás en vías de ello? ¿De la forma que querías o quieres? • ¿Qué harías si volvieras a empezar? ¿Sería más sencillo sabiendo lo que ahora sabes? ¿Por qué? • ¿Por qué unos llegan y otros no? Por qué han tenido más oportunidades, más suerte. JA¡ • ¿Qué te hace diferente como persona y como profesional? …… ¿de verdad? • ¿Cuál era tu objetivo profesional cuando empezaste? Y…. ¿el personal? ¿o éste no contaba? Reflexión Autoliderazgo significa saber dónde voy, pero sabiendo de donde vengo. Cierto es que no todos partimos con las mismas oportunidades. Lejos de ser oportunidades en términos materiales (económicas, contactos familiares, idiomas, universidades de prestigio,…) la verdadera distinción se encuentra en cada uno de nosotros. ¿Quiénes somos? En una respuesta profunda a esta ¡fácil pregunta¡ se encuentra la solución. Autoliderazgo significa tener un objetivo de transformación personal para alcanzar una situación deseable en un periodo de tiempo. ¿Por qué vamos a conseguir el equilibrio personal y profesional si generalmente no pensamos en ellos hasta que algo empieza a tambalearse? ¿Cómo hemos llegado a esta situación? Simplemente porque hemos dado los pasos para llegar ahí. No hay más respuesta. Autoliderazgo significa que todo lo que ocurre en nuestra vida, profesional y personal, es por nuestra acción o no acción. Por la decisiones tomadas o no tomadas. Si la consecuencia de donde estamos en nuestra carrera (¿carrera?) se la achacamos a otros factores. Simplemente es que no he gestionado mi desarrollo y en consecuencia no soy dueño de mi destino. La carrera profesional no es un carrera es un gran partido de golf, donde juegas contra ti mismo, por superarte en cada paso y donde tu situación personal (temperamento y carácter) y profesional (habilidades y experiencias) son entidades indisolubles. Para potenciar el autoliderazgo, además de incorporar conocimientos y experiencias ¿qué tienes que hacer? Suerte, la respuesta la tienes tú y es diferente para cada uno de nosotros. Javier Martín de la Fuente [:]

Bienestar Laboral – Encontrando el Equilibrio

[:es]A finales del presente año el Grupo Persona cumplirá 10 años. Cómo pasa el tiempo. Es un camino sobre el que se hace necesario reflexionar. ¿Cuál era el objetivo inicial? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué ha pasado? ¿Hasta dónde hemos llegado? ¿Por qué no más lejos? ¿Qué volverías a hacer de una manera diferente e igual? ¿Qué va a pasar en los próximos 10 años? ¿Estamos en la senda? ¿Qué hay que reforzar? ¿Qué hay que celebrar? Es hora de hacerse muchas preguntas.  En las primeras reflexiones y por muy pueril, que a alguien le pueda parecer, el Grupo Persona nació para que sus miembros se lo pasarán bien, disfrutasen de la faceta profesional que necesariamente todos (incluso los que no lo necesitan económicamente) desarrollamos, por unos motivos u otros.  En definitiva, aquel equipo de personas que iniciaron juntos el camino buscábamos Bienestar Laboral, buscábamos la Piedra Filosofal del equilibrio personal. Es verdad que en estos casi 10 años hemos pasado bosques, desiertos, ríos caudalosos, selvas, planicies, puentes colgantes, ciudades abarrotadas y muchos pueblos casi, solo casi, abandonados y, seguro que seguiremos avanzando por los caminos y las sendas que nos depare el destino. Y que en cada momento las circunstancias, las percepciones, los objetivos personales, las relaciones, las emociones cambian. Y así, hoy somos lo que somos y estamos los que estamos, aunque no estemos todos los que fuimos.   Es una decisión personal, no empresarial, porque definitivamente lo personal engloba lo profesional, no hay ni barreras ni fronteras, es exactamente lo mismo.  Una de las actividades que nos hemos propuesto para celebrar, con todos aquellos que quieran reflexionar con nosotros, es compartir nuestro anhelo de bienestar de aquel 2008.  Así, a lo largo del año vamos a organizar 5 desayunos/reflexión entorno al bienestar laboral, concentrando en cada uno el debate sobre los 5 ejes que, en nuestro caminar, hemos encontrado que lo acelera o lo frena.    El 13 de marzo iniciaremos la serie compartiendo la visión y las prácticas sobre lo que realmente significa el autoliderazgo, pomposa palabra ¿verdad? La responsabilidad propia en todo lo que sucede alrededor de cada uno. O, ¿acaso sólo soy lo que las circunstancias me deparan? Lo siento, por quien no piense así, pero la decisión de hacer, permanecer, actuar, cambiar, conseguir, es una decisión individual, que se puede compartir, pero es una decisión individual ¿Por qué os paráis en un semáforo cuando está rojo?  El 10 de abril continuaremos con algo extremadamente importante y contagioso, el pensamiento positivo.  Cuando los árboles no te dejan ver el bosque, cuando la cuidad más cercana no se ve en el horizonte y todo lo que te rodea es arena y más arena, cuándo sabes que ha sido tú decisión estar dónde te encuentras, no queda otra que saber que siempre hay una manera de aprovechar las circunstancias, a veces dolorosa, pero te mantienes vivo, otras veces sólo imaginativa.  Pensar positivamente es quizás el arma más potente que tenemos para sentir bienestar. ¿Cuántos ejemplos podemos poner? ¿Cómo se genera esa positividad? ¿Cómo conseguir que se implante si no existe? Supongo que todos hemos visitado alguna vez un jardín, ¿qué ocurre cuando las malas hierbas se apoderan del hermoso rosal?  El 11 de mayo, os propondremos tomar un buen café alrededor de algo que hemos vivido en carne propia y que lo denominamos el Síndrome Zombie, que no es más que lo que ahora se llama Atención Plena.  Hay momentos en la vida organizacional, bajo cualquier tipo de situación, en que los acontecimientos nos superan, dejamos de dirigirlos y estos nos dirigen a nosotros. Incluso es tan fuerte la corriente que nos arrastra y no nos damos cuenta. ¿Dónde pongo el foco? ¿Cómo me observo? ¿Cómo me apoyo en el resto del equipo? Los Zombies persiguen su objetivo y mueren en el intento, ¿es eso bienestar? Los Zombies convierten a otros en Zombies, ¿es eso bienestar?  El 29 de mayo, sin poder resistirnos, os plantearemos hablar de la Gestión de las Emociones. En estos años hemos desarrollado innumerables actividades entorno a este tema, no sólo como actividad reflexiva, sino también y principalmente como “core” de todos los servicios profesionales que presta Grupo Persona.  Nuestra pregunta aquí siempre es la misma, y forma parte del conjunto de valores de las personas de nuestro equipo ¿qué he hecho o he dejado de hacer para sentir lo que siento? ¿Soy capaz de observar la situación desde otra perspectiva? Si no eres capaz, ay¡¡¡¡, si no eres capaz, ¿tienes un problema o lo tienen los demás? ¿Qué tiene que ver esto con el bienestar laboral?  El 28 de junio queremos dar un paso más adelante y pensar sobre la clave de la supervivencia de las pequeñas empresas, como Grupo Persona, y de la eficiencia de las grandes, incluso de las enormes multinacionales. La gestión de las relaciones entre las personas. Ya en los primeros meses de Grupo Persona, dimos mucha importancia a que nuestros sistemas de comunicación personales (no los informáticos) tuviesen algún punto en común, no se trataba ni se trata de que todos tengamos el mismo modelo mental, pero sí que todos entendamos lo mismo por respeto a las personas.  Os puedo asegurar que no todas las personas entendemos lo mismo por ese básico concepto y cuando esto no ocurre, las relaciones se resienten, a veces sin remedio.  Durante estos 10 años de aprendizaje continuo, hemos tenido la suerte de experimentar que da lo mismo que estemos desarrollando un programa de liderazgo, un programa de Outplacement, el alineamiento de un comité de dirección o afrontando un nuevo proyecto interno. El equilibrio está en todas partes y no es único, se mueve. Lo único que permanece es la decisión individual de hacer o no hacer.  Os damos las gracias por ayudarnos a impulsar esta iniciativa y esperamos poder compartir con vosotros reflexiones y buenas prácticas a lo largo de todo el año.  Un abrazo  Javier Martín de la Fuente  CEO Grupo Persona [:]

La última tarde de mi verano

[:es]   La última tarde de mi verano, quise atrapar el sol, y con él, todos los buenos recuerdos, la energía, las “buenas intenciones”, los proyectos, las reflexiones, los balances, mis emociones. Todo quedaba entre mis dedos junto con ese sol. Pero no podía dejar que se apagara, tampoco podía retenerlo para mí. Entonces soplé, y soplé,  y esparcí el sol, y la energía y los proyectos y las “buenas intenciones” y todos mis recuerdos de un verano placentero y maravilloso. Ahora ese soplo de sol es mío y es vuestro, lo comparto con vosotros. Que nos dure, que nos envuelva, que nos llene de energía y de vida durante meses y meses y meses. La última tarde de mi verano atrapé el sol para ti, para mí, para todos nosotros.[:]

CUANDO EL CAMBIO PROFESIONAL SE HACE NECESARIO.

[:es]¿Alguna vez has necesitado un cambio profesional y no has sido capaz de dar el paso por miedo? ¿Has preferido quedarte donde tenías seguridad, aunque tu trabajo no te motivara? ¿Piensas que tu vida podría ir a mejor si tomaras una decisión, pero la idea se desvanece cuando tienes la oportunidad de hacerlo? Quizá hayas agradecido quedarte sin trabajo para luchar por tus sueños y hacer aquello que siempre quisiste. Quedarte sin trabajo y empezar a pensar en todo aquello que te hacia feliz, te motivaba, te gustaba… Si esto es así, ¿por qué esperamos a que otros tomen la decisión por nosotros para empezar a plantearnos objetivos y perseguir nuestros intereses? Paula era dependienta de una tienda de ropa de moda femenina. Siempre había trabajado en el comercio y no sabía hacer otra cosa (o eso pensaba ella). No era consciente de que siempre acababa formando a todas las trabajadoras nuevas que iban entrando en la tienda, gracias a sus habilidades comunicativas, su paciencia, su empatía, su tolerancia… Además, cuando esto ocurría, el tiempo pasaba más rápido y cuando terminaba su trabajo, se iba a casa con una sensación más positiva a la que normalmente tenía. Sin embargo, ella soñaba y fantaseaba con otro tipo de empleo donde no trabajara los fines de semana, tuviera mejores horarios y no tuviera que “aguantar” a las clientas.  Necesitaba un cambio y lo sabía, pero ella seguía yendo cada día a su trabajo y cada día era peor. No sabía qué otra cosa podía hacer o a qué otra cosa se podía dedicar y así, se le escapaba el tiempo y con ello la vida. Los días pasaban en la tienda y Paula se sentía vacía, rutinaria, aburrida, deseaba cambiar, pero estaba acomodada. Un “buen” día, su jefe apareció por la puerta informándola de que debían cerrar la tienda porque las ventas no eran buenas desde hacía tiempo y prescindirían de ella definitivamente. La noticia llegó de repente y, por un lado, se sentía liberada, pero, por otro, estaba aterrada. Le asaltaban infinidad de preguntas, dudas e incertidumbres que fueron desapareciendo cuando empezó a identificar las cosas que le gustaban y le hacían sentir bien y poco a poco fue definiendo su objetivo. Identificó las carencias que le impedían llegar a su objetivo y poco a poco pudo ir eligiendo su camino, tomando decisiones, pidiendo consejos y aportando soluciones que la fueron permitiendo recuperar la felicidad que había ido dejando abandonada por los rincones de la tienda. Pero ¿por qué Paula no tomó la decisión antes? ¿Por qué nos aferramos tanto a las cosas, aunque nos alejen de la felicidad? ¿Por qué nos cuesta tanto tomar la decisión que indiscutiblemente me libere y me haga sentir mejor? ¿Qué pasa cuando empezamos a plantar cara y a luchar por lo que realmente queremos? Los miedos están, pero los vamos venciendo, y cuando esto sucede, nos sentimos poderosos y orgullosos de nosotros mismos pues nuestra apuesta funciona. Tomar decisiones nos hace valientes y nuestra actitud ante nuestra decisión es completamente diferente a la actitud cuando no soy yo el que elijo. Hoy Paula, ha completado su formación en Retail y es formadora de dependientas. Agradece a su jefe que tomara esa decisión que la hizo salir de donde estaba, y tiene muy claro que seguirá luchando por las cosas que realmente la hagan crecer como profesional y como persona.[:]

Mitos y realidades del Outplacement

[:es] Había una vez, en el mundo de los Recursos Humanos, un reino desconocido y criticado por muchos, pero amado y defendido por todos aquellos que habitan en él,  o han pasado por allí alguna vez… el reino del outplacement. Así podría empezar la historia, que no cuento, sobre el outplacement  o programas de transición profesional y, como cualquier historia, tiene sus mitos y realidades. He aquí algunas frases sobre este mundo,  escuchadas en diferentes entornos y que fomentan la creación de esos mitos: “Las empresas contratan estos programas para no ver afectada su imagen por posibles comentarios negativos de la persona que se quedó sin empleo” Se dice que hay muchas empresas que contratan un programa de outplacement simplemente por minimizar la imagen negativa de la misma  y eliminar los problemas legales que pudiera ocasionarle el despido. Esto es una realidad pero, hoy en día, cada vez hay más empresas que muestran su compromiso personal y profesional con aquellos que forman parte de la misma, ya sea mientras trabajan en ella o durante su salida. A la hora de contratar estos programas se interesan, de manera más detallista, por qué tipo de sesiones  va a tener su empleado y de qué manera se le va a acompañar. “El programa me va a servir para conseguir un nuevo puesto de trabajo, además de manera cómoda y rápida” Es lo primero que se intenta dejar claro a un candidato en el momento de su acogida: el programa de transición de carreras no te va a dar tu puesto de trabajo ideal, pero sí las herramientas necesarias para que la reinserción en el mercado laboral, sea más rápida y efectiva. El éxito de un programa de outplacement no debe ser medido sólo por el tiempo de recolocación sino por la calidad y características del puesto obtenido, ya que debe ajustarse a las expectativas e interés de cada persona, de cara a su futuro. Por eso,  en las diferentes sesiones, se trabaja  su objetivo profesional, siendo el propio candidato el que tiene que tomarse un tiempo para reflexionar y elaborar su plan de marketing. “Si encima obtiene beneficios con el programa, que no se queje” Por supuesto que con un programa de outplacement se obtienen beneficios, tanto profesionales como personales. Para poder llegar a obtenerlos es muy importante que el candidato se sienta motivado, predispuesto y preparado, sino va a ser muy difícil que se beneficie de los mismos. No hay que olvidar que esa persona ha sido despedida de su puesto de trabajo, con todas las cargas emocionales que eso conlleva. De ahí que se le acompañe en todo momento y se le dé el apoyo necesario, no sólo para que encuentre otro empleo sino para que afronte el despido desde otro punto de vista. “No se orienta a cualquier empleado, sino que centra su interés en los ejecutivos y cargos gerenciales” El outplacement no es algo de nueva creación, hay profesionales que llevan muchos años en este mundo y son expertos en su metodología y desarrollo. Efectivamente, en un primer momento, se contrataban estos servicios exclusivamente para este tipo de posiciones. Ahora hay más empresas que se implican  con sus empleados y que contratan los programas para puestos de menor envergadura: secretarias de dirección, administrativos, técnicos…  dándole la misma importancia que a cualquier otro cargo que pueda estar por encima de dichas posiciones. “A los programas grupales no se  les da la misma importancia que a los individuales, además se hacen por obligación legal y contratan cualquier programa, generalmente el más barato” Aunque cada vez  aparezcan  nuevas consultoras diciendo que son expertas en estos programas, tal y como hemos dicho, hay realmente profesionales,  que tienen experiencia y ofrecen atención personalizada hacia el candidato, ya sea para programas individuales como grupales. El resultado de esto es que la hora de obtener una cuenta, no puedan tener precios tan competitivos como los que ofrecen esos nuevos profesionales del outplacement, que generalmente no se centran en el candidato y no les aportan los hablados beneficios con los que pueden enriquecerse. Afortunadamente es muy frecuente encontrar empresas que teniendo que desvincular a sus empleados y contratar los servicios de transición profesional,  lo hacen para dar ese apoyo en los momentos difíciles, tanto a puestos de diferentes niveles, como en los casos de salidas grupales. Ya que,  debido a cambios o exigencias del negocio y del mercado tan variable y competitivo de hoy en día, también esta desvinculación resulta complicada para la empresa, porque deben dejar partir a componentes valiosos en sus organizaciones y que nada tiene que ver con el desempeño de su equipo.  Cuando se decantan por un programa para los miembros de su organización, no  lo hacen por obligación legal, sino realmente por su responsabilidad con sus empleados. ¿Conoces algún otro mito? ¿Has escuchado frases como estas? Te animo a que compartas esos mitos y podamos seguir buscando la realidad de los mismos[:]

EL ORIGEN DE UN CAMBIO

[:es]Permitidme que os cuente una historia…   … para entender como empecé a recorrer mi   camino. Llegar hasta aquí, me ha supuesto recorrer otros caminos previos, y descubrir que cuando llegas al destino, nuevas sendas se abren ante ti. “Hace tiempo descubrí que necesitaba un cambio profesional, un proyecto que me re ilusionara, necesitaba volver a sentir la pasión por lo que hacía día tras día y, dando pequeños pasos, lo encontré: acompañar a otras personas a que encuentren, o reencuentren, sus pasiones profesionales o vean nuevos caminos a recorrer, a romper los bloqueos y barreras que yo misma había tenido, pero que me había costado tanto romper. Descubrí que, durante toda mi trayectoria profesional anterior, me había ido preparando para este momento, casi sin saberlo”. Paré, reflexioné, detecté cuál era mi sueño, y analicé qué tenía y qué me faltaba para cumplirlo. Y todo gracias a que alguien me hizo las preguntas adecuadas. Mi experiencia no es única, y probablemente, ni siquiera sea especialmente original. Muchos otros han pasado por ese momento en el que de repente te asaltan preguntas o reflexiones del tipo, “¿qué hago en este trabajo si no me gusta?”, “¿dónde está mi ilusión de hace años?”, “Sólo vengo a trabajar por el sueldo”, y tantas otras… Pero no haces nada por cambiarlo, ¿quizás porque te da miedo dejar la seguridad de lo conocido?, ¿tal vez porque crees que ya no es momento de cambiar y te acomodas?,… ¿Te ves reflejado en estas preguntas? Hay ocasiones, en que sin querer cambiar tu proyecto profesional, son otros los que deciden por ti, y llega la tan temida desvinculación de la empresa (despido, ERE,…), y es ahí donde nos vemos obligados a CAMBIAR. En mi historia se unieron ambas situaciones, desmotivación y falta de ilusión en lo que hacía, y ese empujón que de repente llega en forma de Despido Colectivo. Y entonces, llegan los miedos, la tan temida ansiedad, las inseguridades, los “qué hago yo ahora”, todos ellos normales y lógicos en una primera fase del Proceso, pero no me quedé ahí. Vi una oportunidad de reinventarme y de quererme de nuevo como profesional, y en parte fue gracias a que alguien, como ya he apuntado antes, me hizo las preguntas adecuadas: “¿Qué es lo que no has hecho y te hubiera gustado hacer, pero que no has podido por el trabajo que tenías?”, “¿Cuáles son tus sueños?”,” ¿cómo puedes alcanzarlos?”, … Con este tipo de preguntas llegué al mundo del Outplacement y del Coaching, primero como usuaria de un programa de recolocación, después como alumna de Orientación Laboral y del mundo del Coaching, y finalmente como profesional de la que hoy es mi profesión, donde ahora soy yo quien hace las preguntas adecuadas que permiten a otros a avanzar en su camino, superando sus miedos y cambiando esas creencias que les limitan a alcanzar su nuevo proyecto, en un momento de transición profesional. El cambio es posible y, si bien influye la gestión que cada uno haga y los pasos que dé para conseguirlo, estar y sentirte acompañado por profesionales en ese proceso, es un apoyo que día a día veo como ayuda a otros a avanzar hacia su objetivo profesional, donde en muchas ocasiones son las emociones las que entran en juego y nos pueden limitar, o frenar a conseguirlo… Pero eso, querido lector,…formará parte de la siguiente historia…  [:]

Habilidades y búsqueda de empleo

[:es]Este año 2.017 en España la mejora del mercado laboral se intensificará,  situándose la  tasa de desempleo por debajo  del 17% (cifra que no se registraba desde hace ya 10 años) . Según la mayoría de los estudios publicados, se crearán aproximadamente unos 400.000 empleos. El PIB de la economía crecerá aproximadamente el 2,6%…..y con unos Presupuestos Generales del Estado prácticamente aprobados que garantizan (en principio) estabilidad política al menos, hasta final del año 2.018. Con estos datos, claramente se consolidan unos años de recuperación económica y que esperemos que se continúe en esta senda. Con estos datos positivos, ¿cuáles son las claves de la búsqueda de empleo? ¿Qué tienen que hacer esas 400.000 personas que encontrarán trabajo en este año y que compiten en un mercado con alta demanda? ¿Qué deben hacer para ser ellos “los elegidos” por las empresas que están dispuestas a contratar? Evidentemente, afectan muchos factores externos: ¿cuál es el “mercado de trabajo el que me voy a dirigir? ¿en qué sectores aumentan las ofertas de empleo? ¿en qué subsectores? ¿qué Comunidades Autónomas, provincias, poblaciones son las que más crecen en ofertas de empleo? ¿qué empresas crecen y son motores de contratación? ¿cuáles son las condiciones salariales y de contratación que se ofrecen las compañías/sectores a los que me voy a dirigir? Por otro lado, además  de conocer el mercado de trabajo al que me “voy a ofrecer”, es fundamental un trabajo de autoanálisis y autoconocimiento para poder acertar en la búsqueda.  Por que,  para “ofrecerse”, es necesario “conocerse”. Preguntas como ¿Qué puedo aportar? ¿Cómo lo cuento? ¿Cuándo?¿Donde? ¿Cuáles son mis herramientas para contarlo? ¿Me sé “mover” para buscar empleo? ¿tengo una estrategia? ¿mi estrategia es la correcta? ¿mi huella digital, es la adecuada para lo que estoy buscando? Y  es que en la búsqueda de empleo, la empresa y el candidato deben conquistarse mutuamente y para llegar a ello es requisito indispensable el poder “enamorar” con lo que uno ofrece. Además, es necesario saber cuáles son las habilidades que buscan ahora las empresas  que podrán darle trabajo. ¿Cuáles son esas habilidades? Creatividad e innovación: ser capaz de hacer cosas nuevas o de forma diferente. Tener espíritu emprendedor Capacidad para trabajar en un entorno cambiante: las empresas necesitan personas resolutivas Adaptabilidad, autoaprendizaje o capacidad para reciclarse. Flexibilidad y polivalencia. Capacidad para trabajar en diferentes puestos (flexibilidad funcional), de cambiar de sector, de residencia o de profesión Habilidades relacionales y comunicativas: Faceta internacional y la inteligencia cultural es muy valorada por las empresas Experiencia y especialización Dominio de la tecnología, de las redes sociales y que sean capaces de crear una marca personal Movilidad geográfica, más que una capacidad, es una necesidad de las empresas Personas “que sumen”, que saben utilizar el potencial del grupo, que permanecen atentos a las nuevas ideas, que saben buscar aliados, asesores. Comprometidas, que generan confianza   Trabajando bien esos aspectos, serán las claves para llegar al objetivo deseado. Y es que, el valor, el esfuerzo, la motivación y la estrategia también son fundamentales para la búsqueda de empleo… además de la educación    [:]

Evolución de los procedimientos de regulación de empleo en 2016

[:es]El año 2016 continúa con la tendencia de los años anteriores: el número de procedimientos de regulación de empleo y de trabajadores afectados por los mismos se reduce con respecto al año anterior. La dureza de la crisis económica se presentó bajo la forma de fuertes ajustes en el mercado de trabajo, concentrados entre 2009 y 2013. Desde entonces, estos movimientos de reestructuración han sido mucho menores. El balance de 2016 es de 86.576 trabajadores afectados por 5.397 procedimientos de regulación de empleo, lo que supone un -13,9% y un -26,4%, respectivamente. Esta reducción, sin embargo, está desigualmente distribuida entre los tipos de herramientas de actuación, y es fundamentalmente el reflejo de los procedimientos de reducción de jornada (8.570 trabajadores afectados; -37,2% con respecto al año anterior) y de suspensión de contrato (53.680; -13,9%). Por su parte, los despidos colectivos presentan una disminución mucho menor (24.348; -0,9%). Fuente: elaboración propia a partir de la Estadística de Regulación de Empleo Los procedimientos de regulación de 2016 se han llevado a cabo por 3.999 empresas (un -29,5% con respecto a 2015) de las que el 17,3% (745) han efectuado despidos colectivos, el 35,6% reducción de jornada  (1.118) y 47,1% suspensión de contrato (2.031). Esto es algo que se invierte en las empresas de mayor tamaño, de los 500 a los 5000 o más trabajadores, donde los despidos colectivos tienen mucha mayor presencia que el resto: el 58% de las reestructuraciones son despidos colectivos (53 en total), mientras que el 43,9% (40) son suspensiones de contrato y el 6,6% (6) reducciones de jornada. Fuente: elaboración propia a partir de la Estadística de Regulación de Empleo El número de trabajadores afectados por tamaño de empresa se concentra, fundamentalmente, en los grupos de 49 trabajadores y menos (27.700; 32,0%) y de 50 a 249 trabajadores (21.924; 25,3%), que son los colectivos de empresa que mayor número de procedimientos de regulación se han efectuado. En las compañías de 1.000 a 4.999 y de 5.000 y más trabajadores, los procedimientos de regulación han afectado a 12.718 y 10.900 trabajadores, respectivamente. Por sectores de actividad, es la industria donde se concentran el mayor número de procedimientos, en parte por las propias características técnicas de las actividades industriales, en las que las necesidades de fuerza de trabajo son muy estacionales, en función de la localización de los picos de producción (una parte importante de las reducciones de jornada se producen en las ramas de Metalurgia y de Fabricación de vehículo de motor). No obstante, el número de despidos colectivos en el sector (el 30,2% de los despidos colectivos totales) fue notorio, teniendo en cuenta su escaso peso relativo en la estructura del empleo español. Sin embargo, es en el sector servicios donde se produce el mayor número de despidos colectivos (14.591).  Fuente: elaboración propia a partir de la Estadística de Regulación de Empleo La causa alegada para llevar a cabo el procedimiento de regulación es, principalmente, económica (59,4%) y, en segundo lugar, de producción (25,4%). Las causas técnicas (3,7%), organizativas (5,1%) y de fuerza mayor (6,4%) son menos comunes. Fuente: elaboración propia a partir de la Estadística de Regulación de Empleo De los trabajadores afectados, el 72,7% son hombres y el 27,3% mujeres; un 64,2% y un 35,8% respectivamente en el caso particular de los despidos colectivos. La mayor parte de los procedimientos se localizan en Madrid (15,9%), Cataluña (13,2%), Aragón (12,8%), País Vasco (9,6%) y Comunidad Valenciana (9,5%). A pesar de que la senda de estabilización en las reestructuraciones de empleo se consolida en 2016, la reducción del número de despidos colectivos (única de las tres figuras que sí implica desvinculación entre trabajador y empresa) no presenta una caída pronunciada. Por su parte, la mayor estabilidad no se ha combinado con la necesaria recuperación del empleo: la tasa de desempleo todavía se encuentra en niveles elevados (19,6% en 2016) y el número de ocupados está lejos de los más de 20 millones de los años 2007 y 2008. Las estimaciones de crecimiento del cuadro macroeconómico del Gobierno anuncian que a lo largo de 2017 se recuperarán los niveles de producción precrisis, lo que, sin duda, va a depender de que este incremento de la ocupación se produzca.[:]

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