Ars Outplacement

La red de contactos, un pilar en los procesos de Outplacement

[:es] Nuestra red de contactos es, sin lugar a dudas, uno de los activos más valiosos que vamos generando a lo largo de nuestra vida profesional. Independientemente de la profesión y del nivel profesional, la gestión efectiva del networking constituye la principal vía para encontrar un nuevo proyecto y/o potenciar la Carrera profesional. Cuidar, alimentar y hacer crecer nuestra red de contactos, supone un importante aval a la hora de afrontar un cambio profesional, ya sea voluntario o forzoso.   Muchas personas empiezan a gestionar contactos cuando pierden el trabajo: compañeros del MBA, Universidad, excompañeros, exjefes etc. se convierten en destinatarios de mails masivos del cv o de petición de ayuda, para posicionarse en una vacante. Estas acciones, no pueden considerarse gestión de contactos, y normalmente tiene el efecto contrario al deseado. El nivel de respuesta que se obtiene es, directamente proporcional a la dedicación mostrada en cultivar la red en el pasado.   Un elevado porcentaje de los líderes de éxito son excelentes gestores de contacto. El Networking, es una de las habilidades directivas más valoradas en los perfiles directivos, ya que aglutina una serie de habilidades clave, descritas en numerosos modelos de liderazgo e inteligencia emocional (empatía, influencia, persuasión, persistencia, control emocional…)   Abordar la gestión del Networking, desde una perspectiva estratégica, es uno de los pilares claves en nuestros programas de Outplacement Directivo. Nuestro punto de partida es, realizar un diagnóstico del capital relacional del directivo estimando su validez y adecuación, para conseguir su nuevo objetivo. No es lo mismo plantearnos un cambio de empresa, que plantearnos un cambio de posición, sector, o dar un giro radical a nuestra carrera.   En ARS, llevamos años desarrollando iniciativas y programas que persiguen aumentar la visibilidad del directivo, así como ampliar su red de contactos. Nuestros programas: “Tendiendo puentes” o “Banco de Mentores”, han permitido a nuestros candidatos, obtener información valiosa y de primera mano sobre empresas, actividades, mercados, inversores etc, que les permiten afinar mucho más sus acciones de búsqueda y les otorga una mayor seguridad a la hora de defender su candidatura en los procesos de selección.   Nunca es tarde para empezar a cultivar y hacer crecer nuestra red. Antes de empezar, hay que ser conscientes de que la gestión de contactos supone esfuerzo y dedicación. Tener claro, que primero hay que dar para después recibir y estar preparados para el rechazo, que frecuentemente se mostrará como falta de respuesta, nos ayudará a persistir en nuestro objetivo de potenciar y mantener viva nuestra red de contactos. [:]

Encuentro entre candidatos de Ars y Grupo Tendam

[:es] “Hoy 10 de septiembre Grupo Tendam vuelve a visitar nuestras oficinas para acercar a nuestras candidatas del sector retail la realidad del mercado.   Grupo Tendam ( Pedro del Hierro, Woman Secret, Springfield, Fifty y Cortefiel) se encuentra en estos momentos en plena expansión y tienen necesidades de contratación por lo que una vez más, nos reunimos con ellos para organizar otra campaña donde poder conocer los proyectos de expansión y la necesidad actual de contratación de la compañía.   María Rodríguez, HRBP, realiza un recorrido por las distintas marcas que engloban al grupo. Las invitadas han podido resolver sus dudas en cuanto a contratos, procesos de selección, jornadas y formación, además de conocer de primera mano la empresa.   Durante este evento hemos contado con la participación de personas de diferentes puntos de la geografía española, casi 40 personas han podido conocer de primera mano la información que María y Almudena nos han ofrecido.   Desde Ars Outplacement, fomentamos este tipo de acciones y tendemos puentes entre empresas y candidatos.   El resultado de la primera campaña supone que un 23% de las personas que acudieron, han pasado al proceso de selección. Después de esta segunda campaña, esperamos con entusiasmo nuevas noticias de posibles relaciones entre el grupo y nuestros candidatos”  [:]

La ecuación de la eficiencia en materia de empleo

[:es]  (Adaptabilidad + Innovación)* Calidad = Eficiencia en los programas de Recolocación   El equipo de ARS Outplacement, se considera inquieto por naturaleza y siempre con el foco puesto en la mejora continua de sus programas. Desde hace tiempo estamos trabajando en los programas de recolocación del futuro, ya presente, adaptados a las nuevas necesidades de los clientes y candidatos (que ya no son las de antes). Nuestros clientes hoy son empresas, en su mayoría, con unas necesidades concretas de realizar expedientes de regulación de empleo por causas económicas y se encuentran con la obligatoriedad de invertir dinero en programas que ayuden a sus trabajadores a salir de manera digna; pero no nos olvidemos que tienen un problema económico y una obligación legal. Además, nuestros candidatos hoy, dependiendo de sus características personales y profesionales (empleabilidad) se encuentran en situaciones emocionales, económicas, personales y familiares, bien distintas. Por todo ello, nos vimos en el deseo de idear un programa integrado, modulable y adaptado a las necesidades de estos actores. Programas de calidad adaptados a la economía de la empresa que está sufriendo un expediente y enfocados en dar a cada persona lo que necesita, esto nos llevó a un programa orientado y basado en resultados que nos permite gestionar expectativas de principio a fin. ¿Cómo hemos conseguido esto y qué resultados obtenemos? Hasta ahora, los programas de recolocación que existen en el mercado disponen de un equipo de consultores para la parte de orientación y un departamento de prospección, responsable de la intermediación y de la búsqueda de ofertas. En mi opinión y desde la experiencia que me avalan los más de 18 años que llevo en este sector, son programas nada integrados, dónde cada área tiene su responsabilidad y no hay retroalimentación ni bidireccionalidad, la retroalimentación es básica para cualquier programa que lleve o quiera llevar un sello de calidad, de ahí nuestro afán por transformar los programas de recolocación a lo que debieron de haber sido desde que nace la norma. Nos encontramos con dos objetivos, por parte de la empresa querían que solucionasen el mayor número posible de casos y con un menor coste. Por parte de los candidatos te encontrabas distintos objetivos, recolocaciones inmediatas por problemas económicos, reinvenciones por falta de puestos en el mercado, necesidad de reciclaje para apostar por un empleo diferente, cambiar de puesto por condiciones en su posición anterior, etc… Claro, para dar cobertura a todas y cada una de las inquietudes de nuestros actores era necesaria una revisión de los programas y una puesta en marcha de ideas por parte del equipo. Después de muchas horas felices de trabajo nos dimos cuenta que teníamos delante de nosotros un tesoro. Si somos expertos en mercado y conocemos la oferta y la demanda ¿porque no empezar por ahí? Creamos un Job Center, consultores expertos y cualificados en orientación, intermediación y prospección, con este primer paso lográbamos la integración y consolidación del equipo, nuestros consultores son expertos en mercado y expertos en trabajar con personas en situaciones de cambio. Necesitábamos nuevas herramientas con las que trabajar; por ejemplo, el autodiagnóstico es necesario sí, pero ese conocimiento de uno mismo tiene un claro objetivo que pretende unos resultados ¿no? Se trata de pasar de la teoría a la práctica. Así llegamos a utilizar la oferta de empleo como base del programa y como puente para desarrollar los contenidos, adecuándolos a las necesidades del momento de mercado. Esto nos allana el terreno para gestionar candidaturas y contactos y para preparar herramientas específicas a necesidades actuales de mercado, no pueden ni deben ser las mismas ni para todos los candidatos ni para todos los mercados, ni los programas iguales para todos los clientes. En los colectivos que se decantan más por proyectos de continuidad, entendimos que podíamos mejorar los programas buscando la anticipación, por eso decidimos incorporar, si o sí, en nuestros proyectos sondeos de mercado laboral, que nos dan previsiones de contrataciones, tipos, números y orientaciones sobre qué demanda hoy el mercado y nos da pistas sobre cómo preparar más y mejor a nuestros candidatos de cara a la venta. Y por supuesto, lo que no podía faltar era ganar en proactividad para gestionar campañas de empresas que están contratando perfiles adecuados a nuestros candidatos, nuestro radar del Job Center capta empresas en crecimiento y las traemos a nuestra casa para que nuestros candidatos tengan la opción de venderse a estos empleadores y a éstos facilitarles una primera selección masiva en una sesión de 1.30h. Respecto a los colectivos que buscan un cambio y/o ruptura profesional, Ana Casado, os contará el próximo jueves 20 cómo hemos optimizado los programas para este tipo de colectivos y qué es lo importante para lograr los resultados esperados. De esta manera, acercando oferta y demanda, hemos conseguido que nuestros programas de recolocación sean eficaces, eficientes, integrados, flexibles y adaptados a todas y cada una de las necesidades existentes hoy en materia de recolocación y empleo. Nos sentimos orgullosos de nuestros resultados y por esto los compartimos. [:]

Gestión emocional frente al cambio.

[:es]Solo con leer el título me aparece la imagen de un interrogante enorme encima de mi cabeza, como en la viñeta de un comic.  En este caso, hablo de gestión emocional en situaciones que se nos suceden a lo largo de nuestra vida profesional, en las alegrías y en las tristezas, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Sin poder separar lo que somos de lo que hacemos o nos gustaría hacer, la gestión emocional reside en cada uno de nosotros y afecta al como nos aproximamos a cada suceso. Voy a representarlo en 3 escenas, con el objeto de suscitar esas emociones Contexto:  Llevo 4 meses buscando un nuevo proyecto profesional. La empresa en la que trabajé mis últimos 15 años se fusionó con otra y me despidieron.  He tenido 4 entrevistas, pero ninguna ha cuajado.  En las 4 ocasiones me han dicho que estoy sobre cualificado para el puesto.  Tengo cierto colchón económico por la indemnización, pero 2 hijos, uno todavía en el bachiller y otro empezando la universidad, además de hipoteca, así que me corre cierta prisa empezar.  Mi posición era la de un directivo con un equipo de 4 personas, aunque no pertenecía al comité de dirección. Acabo de recibir una llamada por la que me han citado a una nueva entrevista, es la segunda que hago en esa empresa. El puesto no está mal, quizás las funciones sean dar un paso atrás, pero le han dicho que hay proyección y el sueldo es prácticamente el mismo que tenía. Nuestro protagonista cuelga el teléfono. Escena 1:  Entrando en un estado de agitación, con una semi-sonrisa en la comisura de los labios, vuelve a lo que estaba haciendo antes de la llamada.  En seguida, se queda parado, su cabeza se va a su angustiosa situación.  “¿Por qué me tenía que tocar a mí?” “Yo podría continuar en la empresa, pero no me dieron la oportunidad de demostrar lo que valgo”.  Volviendo a su tarea, le dura 5 minutos, otra vez su cabeza le lleva a: “si es que hacer entrevistas se me da fatal, yo lo que soy es bueno trabajando”, “verás como me tumban otra vez, además el puesto hasta yo se que se me queda pequeño” Cuando su pareja vuelve a casa, ni se atreve a decirle que tiene una entrevista, lo ha pensado y “para qué, eso es generar expectativas y si luego no sale es más frustración y todo por culpa del despido” y en estas reflexiones anduvo nuestro protagonista hasta el día de la entrevista. Escena 2:  Entrando en un estado de agitación, con una semi sonrisa en la comisura de los labios, apunta la reunión en su agenda, respira hondo, aparta lo que estaba haciendo y recupera del cajón, todos los apuntes que ha realizado en los meses pasados sobre sus competencias y su curricula, empezando a repasar su cabeza le empieza a hablar.  “bueno, la anterior la pasé, ya es un paso, esta vez tengo que conseguirlo”, “tengo que conseguirlo, en estos 4 meses he tenido oportunidades, no puedo fallar más, que pensarán mis hijos”, “pues nada, que van a pensar, el mercado es muy duro”.  Vuelve a concentrarse en repasar sus notas de la última reunión, pero nada su cabeza le vuelve a traicionar: “¿qué hiciste mal en las veces anteriores? Seguro que fue un tema de sueldo, esta vez tengo que dar una cifra más baja, pero ¿más baja? Creo que lo que ganaba era lo justo, no puedo bajar”, y entre intento e intento de repasar las notas y cavilaciones como las anteriores llegó el día de la entrevista. Escena 3:  Según se termina la llamada, marca el teléfono de su pareja, con alegría le dice “me han llamado, paso a la siguiente ronda, tengo 2 días para preparar la reunión”  Después de compartir su alegría, recoge sus notas de la reunión anterior, empieza a leerlas y piensa “les gustó cuando les hablé del proyecto de la fábrica y también de las asociaciones a las que pertenezco” “Ok, por aquí he de ir, pero necesito más información de la empresa, dónde la encuentro, quién me la puede dar”  Se pone a la tarea, deja la hoja de cálculo en la que estaba trabajando cuando sonó el teléfono y abre el buscador y LinkedIn, mientras hace esto su cabeza le lleva “mañana, en el desayuno que tengo a las 9.00 le pregunto a mi acompañante, posiblemente podría saber algo de la empresa o de la persona con la que me entrevisto”  Y en estos quehaceres transcurren los 2 días y llega a la recepción de la empresa donde tiene la entrevista. El mismo profesional, tres formas de abordar la situación, que podrían ser tantas como las que seamos capaces de imaginar. No es la cabeza la que hace pensar, es la emoción que surge ante lo que voy a enfrentar la que hace que el pensamiento vaya en una u otra dirección.  Según el modelo mental, cada cual interpreta las consecuencias a las que la situación le puede llevar y consigue una mezcla de emociones única que determina como enfrentará la situación, determina su forma de actuar. La gestión emocional es la capacidad de modificar nuestras emociones para darnos una mayor capacidad de acción y de respuesta ante las situaciones que enfrentamos. Algunos ítems a tener en cuenta en la gestión emocional: Es una responsabilidad, únicamente y estrictamente, individual. Lo que siento depende de mi y de nadie más Para cambiar el a dónde se va mi cabeza, debo analizar las emociones que siento y pensar en las básicas: alegría, tristeza, ira y miedo. (algunos autores las amplían con tres más: orgullo, vergüenza y culpa) En las escenas, nuestro protagonista se mueve entre la ira de la escena 1, el miedo de la escena 2 y la alegría de la escena 3 Solo se puede gestionar la emoción si se reinterpreta el hecho que la ha provocado. En la escena … Leer más

La última tarde de mi verano

[:es]   La última tarde de mi verano, quise atrapar el sol, y con él, todos los buenos recuerdos, la energía, las “buenas intenciones”, los proyectos, las reflexiones, los balances, mis emociones. Todo quedaba entre mis dedos junto con ese sol. Pero no podía dejar que se apagara, tampoco podía retenerlo para mí. Entonces soplé, y soplé,  y esparcí el sol, y la energía y los proyectos y las “buenas intenciones” y todos mis recuerdos de un verano placentero y maravilloso. Ahora ese soplo de sol es mío y es vuestro, lo comparto con vosotros. Que nos dure, que nos envuelva, que nos llene de energía y de vida durante meses y meses y meses. La última tarde de mi verano atrapé el sol para ti, para mí, para todos nosotros.[:]

La Gestión emocional del despido

[:es]La pérdida de trabajo es uno de los acontecimientos más difíciles que una persona puede vivir a lo largo de su vida, y como cualquier otra situación de pérdida, conlleva afrontar un delicado proceso de duelo. El duelo es una respuesta emocional natural y es fundamental gestionarlo de una forma efectiva para que la persona se enfrente con mayor seguridad y garantía de éxito a la búsqueda de un nuevo trabajo. En Ars somos conscientes de la importancia que el componente emocional juega en los procesos de outplacement desde los primeros momentos del despido, de ahí el crucial papel que juegan los Psicólogos y Coachs de nuestro equipo. En la primera sesión de acogida, tenemos ocasión de valorar, en que momento del proceso de duelo se encuentra la persona, y a partir de ahí el ritmo y contenido de las sesiones se va ajustando de acuerdo con sus necesidades. La forma de afrontar el proceso de duelo, así como el tiempo que se tarda en superarlo, es muy variable dependiendo en gran medida de características personales, pero existen unas fases comunes en todo proceso de duelo: Negación. Consiste en el rechazo consciente o inconsciente de la situación. Es un mecanismo de defensa natural que busca amortiguar el shock ante la pérdida de trabajo. Se trata de una respuesta temporal que nos paraliza y nos hace escondernos de la realidad. La frase que podría resumir la esencia de esta etapa es: “Esto no me puede pasar a mi”.  Es habitual que piensen que la empresa se dará cuenta del error y volverán a admitirlos. Si bien la negación es una parte normal del proceso de duelo, si perdura mucho tiempo, puede llegar a ser perjudicial ya que bloquea cualquier intento de mirar hacia el futuro. En esta fase es necesario que la persona exteriorice sus sentimientos y trabajar sobre la gestión de sus expectativas, ayudándole a tomar conciencia de la situación. En esta fase, es normal que la persona sienta la necesidad de seguir muy en contacto con su empresa, a través de sus compañeros , clientes, proveedores, etc..,  viviendo con la falsa expectativa de que volverán a contar con él. Es necesario que la persona tome distancia y rompa en la medida de lo posible, cualquier vínculo con su anterior compañía al menos durante un tiempo. Ira. Los sentimientos de enfado estarán presentes con distinta intensidad durante todo el proceso de duelo, pero es en esta etapa donde la ira toma el protagonismo dirigiendo este resentimiento a la empresa, al manager, compañeros, a él mismo. La frase característica de esta etapa es “¿Por qué a mí? ¡No es justo!. Es importante facilitar la expresión de estos sentimientos, sin juzgarlos, ya que este enfado es muy necesario. Para eso se pueden emplear diversos métodos como, realizar ejercicio físico o bien practicar técnicas de relajación o meditación como una vía para canalizar estas emociones. Negociación. Esta fase del duelo suele ser la más breve, ya que se trata del último esfuerzo para encontrar alguna manera de aliviar el dolor tomando contacto con la realidad presente y perdiendo foco en el pasado. Por eso es importante conectarse con las personas y actividades del presente estableciendo rutinas que sirvan para recuperar cierta actividad y ocupar nuestro tiempo. Aprovechar el tiempo de parón profesional para realizar algún curso de formación, acudir a foros de interés, o cualquier evento que nos permita volver a la realidad del mercado es muy recomendable. Depresión:  esta etapa está dominada por los sentimientos de tristeza, miedo e incertidumbre ante lo que nos depara el futuro.  La irritabilidad y la impotencia toman un gran protagonismo. Es un momento en el que la falta de respuesta por parte del entorno profesional, contactos, empresas, intermediaros de la selección, se vive con gran angustia. La depresión del proceso de duelo no significa sufrir un trastorno mental sino que se trata de una respuesta adaptativa a una gran pérdida por lo que es necesario experimentar estas emociones para poder superar el duelo. Trabajar la resiliencia en esta fase es fundamental.  Reconocer y aceptar como parte del proceso estas emociones nos ayudará a superar esta fase. Aceptación. Es el momento donde se acepta la situación y se asume que esta nueva realidad fuera de la empresa será permanente. Es importante reforzar en esta etapa fortalezas como el optimismo, la curiosidad, el aprendizaje, la creatividad. Se comienza a depositar energías en nuestros proyectos de futuro, estableciendo una relación distinta con la empresa y el entorno en el que habíamos trabajado. Es el momento de evaluar lo aprendido y quedarse con lo bueno de las experiencias pasadas. Enfocar la pérdida de empleo y el duelo correspondiente, apoyándonos en las fortalezas personales, constituye una gran fuente de recursos que nos permiten minimizar el impacto de emociones negativas e incrementar las posibilidades de recolocación de las personas afectadas por el despido.[:]

CUANDO EL CAMBIO PROFESIONAL SE HACE NECESARIO.

[:es]¿Alguna vez has necesitado un cambio profesional y no has sido capaz de dar el paso por miedo? ¿Has preferido quedarte donde tenías seguridad, aunque tu trabajo no te motivara? ¿Piensas que tu vida podría ir a mejor si tomaras una decisión, pero la idea se desvanece cuando tienes la oportunidad de hacerlo? Quizá hayas agradecido quedarte sin trabajo para luchar por tus sueños y hacer aquello que siempre quisiste. Quedarte sin trabajo y empezar a pensar en todo aquello que te hacia feliz, te motivaba, te gustaba… Si esto es así, ¿por qué esperamos a que otros tomen la decisión por nosotros para empezar a plantearnos objetivos y perseguir nuestros intereses? Paula era dependienta de una tienda de ropa de moda femenina. Siempre había trabajado en el comercio y no sabía hacer otra cosa (o eso pensaba ella). No era consciente de que siempre acababa formando a todas las trabajadoras nuevas que iban entrando en la tienda, gracias a sus habilidades comunicativas, su paciencia, su empatía, su tolerancia… Además, cuando esto ocurría, el tiempo pasaba más rápido y cuando terminaba su trabajo, se iba a casa con una sensación más positiva a la que normalmente tenía. Sin embargo, ella soñaba y fantaseaba con otro tipo de empleo donde no trabajara los fines de semana, tuviera mejores horarios y no tuviera que “aguantar” a las clientas.  Necesitaba un cambio y lo sabía, pero ella seguía yendo cada día a su trabajo y cada día era peor. No sabía qué otra cosa podía hacer o a qué otra cosa se podía dedicar y así, se le escapaba el tiempo y con ello la vida. Los días pasaban en la tienda y Paula se sentía vacía, rutinaria, aburrida, deseaba cambiar, pero estaba acomodada. Un “buen” día, su jefe apareció por la puerta informándola de que debían cerrar la tienda porque las ventas no eran buenas desde hacía tiempo y prescindirían de ella definitivamente. La noticia llegó de repente y, por un lado, se sentía liberada, pero, por otro, estaba aterrada. Le asaltaban infinidad de preguntas, dudas e incertidumbres que fueron desapareciendo cuando empezó a identificar las cosas que le gustaban y le hacían sentir bien y poco a poco fue definiendo su objetivo. Identificó las carencias que le impedían llegar a su objetivo y poco a poco pudo ir eligiendo su camino, tomando decisiones, pidiendo consejos y aportando soluciones que la fueron permitiendo recuperar la felicidad que había ido dejando abandonada por los rincones de la tienda. Pero ¿por qué Paula no tomó la decisión antes? ¿Por qué nos aferramos tanto a las cosas, aunque nos alejen de la felicidad? ¿Por qué nos cuesta tanto tomar la decisión que indiscutiblemente me libere y me haga sentir mejor? ¿Qué pasa cuando empezamos a plantar cara y a luchar por lo que realmente queremos? Los miedos están, pero los vamos venciendo, y cuando esto sucede, nos sentimos poderosos y orgullosos de nosotros mismos pues nuestra apuesta funciona. Tomar decisiones nos hace valientes y nuestra actitud ante nuestra decisión es completamente diferente a la actitud cuando no soy yo el que elijo. Hoy Paula, ha completado su formación en Retail y es formadora de dependientas. Agradece a su jefe que tomara esa decisión que la hizo salir de donde estaba, y tiene muy claro que seguirá luchando por las cosas que realmente la hagan crecer como profesional y como persona.[:]

Mitos y realidades del Outplacement

[:es] Había una vez, en el mundo de los Recursos Humanos, un reino desconocido y criticado por muchos, pero amado y defendido por todos aquellos que habitan en él,  o han pasado por allí alguna vez… el reino del outplacement. Así podría empezar la historia, que no cuento, sobre el outplacement  o programas de transición profesional y, como cualquier historia, tiene sus mitos y realidades. He aquí algunas frases sobre este mundo,  escuchadas en diferentes entornos y que fomentan la creación de esos mitos: «Las empresas contratan estos programas para no ver afectada su imagen por posibles comentarios negativos de la persona que se quedó sin empleo» Se dice que hay muchas empresas que contratan un programa de outplacement simplemente por minimizar la imagen negativa de la misma  y eliminar los problemas legales que pudiera ocasionarle el despido. Esto es una realidad pero, hoy en día, cada vez hay más empresas que muestran su compromiso personal y profesional con aquellos que forman parte de la misma, ya sea mientras trabajan en ella o durante su salida. A la hora de contratar estos programas se interesan, de manera más detallista, por qué tipo de sesiones  va a tener su empleado y de qué manera se le va a acompañar. «El programa me va a servir para conseguir un nuevo puesto de trabajo, además de manera cómoda y rápida» Es lo primero que se intenta dejar claro a un candidato en el momento de su acogida: el programa de transición de carreras no te va a dar tu puesto de trabajo ideal, pero sí las herramientas necesarias para que la reinserción en el mercado laboral, sea más rápida y efectiva. El éxito de un programa de outplacement no debe ser medido sólo por el tiempo de recolocación sino por la calidad y características del puesto obtenido, ya que debe ajustarse a las expectativas e interés de cada persona, de cara a su futuro. Por eso,  en las diferentes sesiones, se trabaja  su objetivo profesional, siendo el propio candidato el que tiene que tomarse un tiempo para reflexionar y elaborar su plan de marketing. «Si encima obtiene beneficios con el programa, que no se queje» Por supuesto que con un programa de outplacement se obtienen beneficios, tanto profesionales como personales. Para poder llegar a obtenerlos es muy importante que el candidato se sienta motivado, predispuesto y preparado, sino va a ser muy difícil que se beneficie de los mismos. No hay que olvidar que esa persona ha sido despedida de su puesto de trabajo, con todas las cargas emocionales que eso conlleva. De ahí que se le acompañe en todo momento y se le dé el apoyo necesario, no sólo para que encuentre otro empleo sino para que afronte el despido desde otro punto de vista. «No se orienta a cualquier empleado, sino que centra su interés en los ejecutivos y cargos gerenciales» El outplacement no es algo de nueva creación, hay profesionales que llevan muchos años en este mundo y son expertos en su metodología y desarrollo. Efectivamente, en un primer momento, se contrataban estos servicios exclusivamente para este tipo de posiciones. Ahora hay más empresas que se implican  con sus empleados y que contratan los programas para puestos de menor envergadura: secretarias de dirección, administrativos, técnicos…  dándole la misma importancia que a cualquier otro cargo que pueda estar por encima de dichas posiciones. «A los programas grupales no se  les da la misma importancia que a los individuales, además se hacen por obligación legal y contratan cualquier programa, generalmente el más barato» Aunque cada vez  aparezcan  nuevas consultoras diciendo que son expertas en estos programas, tal y como hemos dicho, hay realmente profesionales,  que tienen experiencia y ofrecen atención personalizada hacia el candidato, ya sea para programas individuales como grupales. El resultado de esto es que la hora de obtener una cuenta, no puedan tener precios tan competitivos como los que ofrecen esos nuevos profesionales del outplacement, que generalmente no se centran en el candidato y no les aportan los hablados beneficios con los que pueden enriquecerse. Afortunadamente es muy frecuente encontrar empresas que teniendo que desvincular a sus empleados y contratar los servicios de transición profesional,  lo hacen para dar ese apoyo en los momentos difíciles, tanto a puestos de diferentes niveles, como en los casos de salidas grupales. Ya que,  debido a cambios o exigencias del negocio y del mercado tan variable y competitivo de hoy en día, también esta desvinculación resulta complicada para la empresa, porque deben dejar partir a componentes valiosos en sus organizaciones y que nada tiene que ver con el desempeño de su equipo.  Cuando se decantan por un programa para los miembros de su organización, no  lo hacen por obligación legal, sino realmente por su responsabilidad con sus empleados. ¿Conoces algún otro mito? ¿Has escuchado frases como estas? Te animo a que compartas esos mitos y podamos seguir buscando la realidad de los mismos[:]

EL ORIGEN DE UN CAMBIO

[:es]Permitidme que os cuente una historia…   … para entender como empecé a recorrer mi   camino. Llegar hasta aquí, me ha supuesto recorrer otros caminos previos, y descubrir que cuando llegas al destino, nuevas sendas se abren ante ti. “Hace tiempo descubrí que necesitaba un cambio profesional, un proyecto que me re ilusionara, necesitaba volver a sentir la pasión por lo que hacía día tras día y, dando pequeños pasos, lo encontré: acompañar a otras personas a que encuentren, o reencuentren, sus pasiones profesionales o vean nuevos caminos a recorrer, a romper los bloqueos y barreras que yo misma había tenido, pero que me había costado tanto romper. Descubrí que, durante toda mi trayectoria profesional anterior, me había ido preparando para este momento, casi sin saberlo”. Paré, reflexioné, detecté cuál era mi sueño, y analicé qué tenía y qué me faltaba para cumplirlo. Y todo gracias a que alguien me hizo las preguntas adecuadas. Mi experiencia no es única, y probablemente, ni siquiera sea especialmente original. Muchos otros han pasado por ese momento en el que de repente te asaltan preguntas o reflexiones del tipo, “¿qué hago en este trabajo si no me gusta?”, “¿dónde está mi ilusión de hace años?”, “Sólo vengo a trabajar por el sueldo”, y tantas otras… Pero no haces nada por cambiarlo, ¿quizás porque te da miedo dejar la seguridad de lo conocido?, ¿tal vez porque crees que ya no es momento de cambiar y te acomodas?,… ¿Te ves reflejado en estas preguntas? Hay ocasiones, en que sin querer cambiar tu proyecto profesional, son otros los que deciden por ti, y llega la tan temida desvinculación de la empresa (despido, ERE,…), y es ahí donde nos vemos obligados a CAMBIAR. En mi historia se unieron ambas situaciones, desmotivación y falta de ilusión en lo que hacía, y ese empujón que de repente llega en forma de Despido Colectivo. Y entonces, llegan los miedos, la tan temida ansiedad, las inseguridades, los “qué hago yo ahora”, todos ellos normales y lógicos en una primera fase del Proceso, pero no me quedé ahí. Vi una oportunidad de reinventarme y de quererme de nuevo como profesional, y en parte fue gracias a que alguien, como ya he apuntado antes, me hizo las preguntas adecuadas: “¿Qué es lo que no has hecho y te hubiera gustado hacer, pero que no has podido por el trabajo que tenías?”, “¿Cuáles son tus sueños?”,” ¿cómo puedes alcanzarlos?”, … Con este tipo de preguntas llegué al mundo del Outplacement y del Coaching, primero como usuaria de un programa de recolocación, después como alumna de Orientación Laboral y del mundo del Coaching, y finalmente como profesional de la que hoy es mi profesión, donde ahora soy yo quien hace las preguntas adecuadas que permiten a otros a avanzar en su camino, superando sus miedos y cambiando esas creencias que les limitan a alcanzar su nuevo proyecto, en un momento de transición profesional. El cambio es posible y, si bien influye la gestión que cada uno haga y los pasos que dé para conseguirlo, estar y sentirte acompañado por profesionales en ese proceso, es un apoyo que día a día veo como ayuda a otros a avanzar hacia su objetivo profesional, donde en muchas ocasiones son las emociones las que entran en juego y nos pueden limitar, o frenar a conseguirlo… Pero eso, querido lector,…formará parte de la siguiente historia…  [:]

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