La chica del paquete de kleenex
“Vete, ya no te queremos” , le dijeron. Han pasado 12 años y no ha podido olvidar el momento. Lo superó, salió reforzada, mejoró, pero nunca lo olvidó….eso… y un paquete de Kleenex “por si lloraba”. Porque así despiden algunos directores de RRHH. Han pasado doce años y muchas personas, proyectos apasionantes, retos maravillosos, desarrollo y aprendizaje en su vida, pero ella nunca podrá olvidar aquel “vete, ya no te quiero”. Y yo te pregunto….¿Te han despedido alguna vez? O, como se dice de manera políticamente correcta ¿te han «desvinculado” alguna vez?. Nuria se quedó sola , devolvió, orgullosa, el paquete de Kleenex, y se empezó a preguntar ¿por qué, por qué?. ¿Por qué yo?. ¿Qué hice mal?. ¿Dónde me equivoqué?. ¿Cómo lo contaré? . ¿Qué pensarán de mí? Y yo te pregunto. ¿Te has sentido alguna vez así? Nuria empezó a buscar dando palos de ciego, cometiendo todos los errores posibles, quemando, mejor dicho, ¡¡calcinando!! algunos de sus mejores contactos, porque Nuria disparaba enloquecida a diestro y siniestro, no solo no identificaba las dianas, es que tampoco acertaba a ver ni las flechas ni arco. Un cv infumable, unos mensajes incoherentes, unas llamadas vacilantes. Y sin embargo, siempre había comunicado bien, tenía unos contactos excelentes, una carrera profesional intachable, una presencia correcta, un espíritu positivo y animoso, un buen carácter. ¿Por qué en aquellas primeras jornadas sacó lo peor de sí misma? Y yo te pregunto . ¿Has actuado alguna vez así? Sus contactos personales y profesionales le daban la espalda. Probablemente huían silenciosamente cuando la veían llegar. Nuria se cansó de escuchar: “Pásate un día, tomamos un café y me traes tu cv “ o, más sencillo “pásame el cv por e-mail que yo lo reenviaré a todos mis contactos” . Y su cv deambulaba por toda suerte de mesas y despachos. Conoció lugares en los que su propietaria, no había estado nunca, y se posaron en él ojos que nunca la conocieron . Se sucedieron situaciones disparatadas y Nuria iba perdiendo poco a poco el norte, la brújula y la estrella Polar. Y yo te pregunto. ¿Has sentido alguna vez que tus contactos te daban la espalda? Nuria encontró el camino gracias a un cambio de actitud, a su propio sentido del humor, y a la ayuda de un programa de Outplacement en la que tuve la suerte y el placer de acompañar. Dejó de usar los Kleenex y se puso a trabajar en su propio proyecto profesional. En sí misma. En sus sueños y deseos. Y logró su objetivo. Ahora, su enfoque profesional y de gestión de sus contactos ha cambiado. Trabaja a diario por gestionar su carrera y su networking. Nuria ya no va a esperar a que vuelva a tronar para acordarse de Santa Bárbara. Soy consultora de Outplacement desde hacer más de catorce años. He conocido muchas “chicas del paquete de Kleenex” y sé lo que se siente: Cuando te despiden mal, porque : ¡¡Hay que aprender a despedir!! Cuando lo aceptas mal, porque: ¡¡Hay que aprender a aceptar!! Cuando no sabes luchar, porque : ¡¡ Hay que aprender a luchar!! Cuando todo el mundo te da la espalda, porque :¡¡Hay que aprender a captar el interés!! Cuando buscas desorganizadamente, porque:¡¡Hay que tener una estrategia clara!! Este es mi “oficio”, mi profesión. Este el objetivo de ARS, ayudar a los demás a cambiar sus Kleenex por una metodología de búsqueda estructurada, organizada, con objetivos claros, con mucho, mucho esfuerzo y con un equipo de profesionales que AMAN SU PROFESIÓN. En un momento de “factorización” de los programas de Outplacement en ARS todavía creemos en el trabajo artesano, personal, exhaustivo para cada una de las personas que un día necesitaron un kleenex para enjugar sus lágrimas. Adaptándolos a los nuevos tiempos y tecnologías, por supuesto. Quizás tengas que despedir …¡¡hazlo bien!! Quizás te llame un buen amigo que se encuentra en un momento de transición profesional…¡¡Hazlo bien!! Quizás tu equipo, del que lamentablemente tengas que prescindir, se sienta perdido en las procelosas aguas del difícil mercado laboral … Elige una compañía de Outplacement no solo “porque es obligatorio”, no solo “hazme un presupuesto ajustadito que no creo en ello pero no me queda otra”…¡¡Hazlo bien!! Quizás seas tú, algún día el invitado a salir…. ¡¡¡Olvídate de los Kleenex y hazlo bien!!!