¡SALTA!
[:es] Hace pocos días, mi colega Ana González Quirós publicaba un acertado post titulado SER OPTIMISTA…SE HACE, NO SE NACE. https://www.arsoutplacement.com/8107/lo-de-ser-optimista-se-hace-no-se-nace/ Destaco, entre otras muchas frases interesantes, ésta: “Se calcula que nuestra mente genera en torno a 60.000 pensamientos al día, de los cuales, la inmensa mayoría son repetitivos y negativos. Este elevado volumen tiene su explicación, desde un punto de vista adaptativo y de supervivencia, ya que, durante miles de años, nuestra tendencia a “ponernos en lo peor” nos ha ayudado a prevenir y reaccionar ante situaciones de peligro”. Ana, además, añade: “Afortunadamente, las personas tenemos la capacidad para elegir nuestra forma de pensar y modificar nuestros hábitos de pensamiento hacia otros que nos generan un mayor bienestar, eso sí, manteniendo las dosis adecuadas de realismo. Ser optimista no significa ser un iluso o un inconsciente”. Y su reflexión me hizo recordar algunos casos muy especiales, vividos en mis 18 años de experiencia en el mundo del Outplacement. ¿Os cuento alguno?. Permitidme que cambie sus nombres, en un ejercicio de discreción. María, 58 años, procedía de una gran empresa tecnológica, un reajuste organizativo dejó su puesto sin contenidos. Toda la vida vendiendo soluciones de tecnología y no tenía una titulación, no digo superior, sino técnica. María, en un tiempo record se colocó en una brillante start up, a la que aportó todo sus conocimientos, experiencia, una “mochila” llena de contactos …¡y mucha alegría!. Hoy es la reina de las soluciones tecnológicas. Antonio, 55 años…¡¡26 en la misma organización!!. “Es peligroso asomarse al exterior”, me decía en su primer día de programa…y añadía “¿pero es que hay vida más allá de XXX?” (aquí el nombre de su antigua empresa). Hoy, se divierte profundamente en una compañía en la que cada día descubre algo nuevo, ¡con mucha alegría!. Francisco, Director Comercial de una empresa industrial. En nuestro primer encuentro, me advirtió “Soy profundamente tartamudo, no tengo arreglo, pero siempre he triunfado vendiendo y vendiendo bien”. Os aseguro que era cierto, no he conocido a nadie más tartamudo…¡y más alegre!. La empresa que lo contrató lo fichó precisamente, por su alegría y su capacidad de llegar al corazón de los clientes. Ángela, trabajaba a pleno rendimiento en una gran compañía. Otra importante organización se mostraba interesada por sus servicios…y ponía mucho dinero encima de la mesa. Ángela arriesgó, aceptó ¡y perdió!. Un cambio en la Presidencia de la segunda empresa, genero cambios estratégicos corporativos y Ángela salió a los pocos meses de su puesto millonario, sin indemnización y con un enorme sentido del ridículo que la bloqueaba por completo. Hasta que un día SALTÓ y me explicó su salto: “Si me han buscado una vez, vendrán más, nadie me puso una pistola en el pecho para que aceptara el proyecto. Fue una decisión mía, un ejercicio de mi libertad…¡qué afortunada soy de poder elegir!” y ese día, aceptó con alegría su decisión y su libertad para elegir. No se trata, como decía Ana González Quirós, de ser un iluso o inconsciente, sino de ejercer esa capacidad que tenemos las personas para elegir nuestra forma de pensar y modificar nuestros hábitos de pensamiento hacia otros que nos van a generar el verdadero BIENESTAR. Y lo que ocurrió es que María, Y Antonio, Y Francisco, Y Ángela, ¡ELIGIERON SALTAR! Eligieron libremente su forma de pensar, modificaron sus hábitos de pensamiento. En algunos casos, saltaron, y en otros hasta hicieron la gran pirueta, la gran voltereta del cambio mental. Porque el beneficio está en ese salto, esa pirueta. ¡En la gran voltereta del cambio mental!. ¡SALTA, LECTOR, SALTA! Yo digo salta, salta conmigo, digo salta, salta conmigo, salta, salta conmigo… Voy por mi camino sin preocupación, pasa la gente y me miran mal, pero no me importa, a mí me da lo mismo, hoy estoy alegre y tengo ganas de saltar. [:]