Ars Outplacement

¿Qué tiene en común el vino y el outplacement?

[:es] Existen claras afinidades entre dos ámbitos en apariencia tan distintos como la elaboración y comercialización del vino, y la prestación de servicios de outplacement. La globalización ha sido un factor decisivo para el replanteamiento de la actividad vitivinícola, que ha implicado la imposición de criterios estandarizados en la elaboración del vino. El terruño, los matices del clima y el buen hacer del enólogo han dado paso a una comercialización mainstream estandarizada, en la que la producción ya no se cuenta por botellas si no por hectolitros. Los matices se diluyen en busca de la fruta + madera y el rasero lo ponen prescriptores internacionales como Robert Parker y su varita mágica del éxito.   Y es que cuando se apela al paladar de millones de personas, es necesario encontrar el mínimo común denominador para “agradar a todos” y aplicar ese criterio a la producción industrial. La estandarización del producto prevalece sobre la variación del clima del año, o las particularidades de cada productor.   Los grandes grupos empresariales de producción vinícola abren centros de producción en las denominaciones con más gancho comercial y dan uniformidad a la producción; así pueden seguir proveyendo ese mínimo común denominador, encorsetado por los designios de políticas globales marcados por su central.   El resultado es que cuando entramos en un supermercado de Madrid, de Toulouse, de Boston o de Christchurch, nos encontramos en un alto % con las mismas botellas de vino… vinos muy decentes, por cierto, los que surgen de este entendimiento del negocio. En paralelo, hay una serie de productores locales que no sólo defienden las particularidades de sus suelos, su clima y su saber hacer, si no que lo emplean en salir de esa visión del mínimo común denominador para llevar su vino a otro nivel de personalización y calidad.   Imagina por un momento que pudieras viajar por el mundo con un enólogo experto que te dijera en cada lugar el vino de mayor calidad y personalidad, aquel que te hace conectar con la esencia de los rincones y valores de las gentes de esa tierra, que te permitiera conocer mejor las sutilezas que hacen único ese lugar respecto al resto del planeta. Pues bien, ese enólogo experto en la actividad del outplacement es Arbóra Global Career Partners. Al igual que ocurre con el vino, la manera de entender el outplacement varía entre estas dos corrientes: definir el mínimo común denominador y aplicar políticas internacionales estandarizadas con mayor rigidez en su adaptación local, o la apuesta por un conocimiento profundo de lo local usado en favor de una experiencia cliente de mayor calidad.   Frente a las multinacionales de la actividad de outplacement, Arbóra cuenta con socios expertos en outplacement en 35 países, que conocen el terruño y adaptan el método de producción al clima de cada cosecha. En Arbóra Global Career Partners somos “vinateros locales asociados” con una máxima compartida: la experiencia cliente y su bienestar para mejorar sus oportunidades de mercado. Somos 35 empresas con décadas de experiencia en el outplacement de valor añadido y una coordinación internacional que nos permite abordar proyectos de toda envergadura, con la seguridad de que allá donde vayas, tendrás el vino que ofrezca perfecto maridaje, adecuado a tu momento y tu necesidad.   “Arbóra, the career organisation with global reach and local passion.” [:]

Gestión emocional frente al cambio.

[:es]Solo con leer el título me aparece la imagen de un interrogante enorme encima de mi cabeza, como en la viñeta de un comic.  En este caso, hablo de gestión emocional en situaciones que se nos suceden a lo largo de nuestra vida profesional, en las alegrías y en las tristezas, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Sin poder separar lo que somos de lo que hacemos o nos gustaría hacer, la gestión emocional reside en cada uno de nosotros y afecta al como nos aproximamos a cada suceso. Voy a representarlo en 3 escenas, con el objeto de suscitar esas emociones Contexto:  Llevo 4 meses buscando un nuevo proyecto profesional. La empresa en la que trabajé mis últimos 15 años se fusionó con otra y me despidieron.  He tenido 4 entrevistas, pero ninguna ha cuajado.  En las 4 ocasiones me han dicho que estoy sobre cualificado para el puesto.  Tengo cierto colchón económico por la indemnización, pero 2 hijos, uno todavía en el bachiller y otro empezando la universidad, además de hipoteca, así que me corre cierta prisa empezar.  Mi posición era la de un directivo con un equipo de 4 personas, aunque no pertenecía al comité de dirección. Acabo de recibir una llamada por la que me han citado a una nueva entrevista, es la segunda que hago en esa empresa. El puesto no está mal, quizás las funciones sean dar un paso atrás, pero le han dicho que hay proyección y el sueldo es prácticamente el mismo que tenía. Nuestro protagonista cuelga el teléfono. Escena 1:  Entrando en un estado de agitación, con una semi-sonrisa en la comisura de los labios, vuelve a lo que estaba haciendo antes de la llamada.  En seguida, se queda parado, su cabeza se va a su angustiosa situación.  “¿Por qué me tenía que tocar a mí?” “Yo podría continuar en la empresa, pero no me dieron la oportunidad de demostrar lo que valgo”.  Volviendo a su tarea, le dura 5 minutos, otra vez su cabeza le lleva a: “si es que hacer entrevistas se me da fatal, yo lo que soy es bueno trabajando”, “verás como me tumban otra vez, además el puesto hasta yo se que se me queda pequeño” Cuando su pareja vuelve a casa, ni se atreve a decirle que tiene una entrevista, lo ha pensado y “para qué, eso es generar expectativas y si luego no sale es más frustración y todo por culpa del despido” y en estas reflexiones anduvo nuestro protagonista hasta el día de la entrevista. Escena 2:  Entrando en un estado de agitación, con una semi sonrisa en la comisura de los labios, apunta la reunión en su agenda, respira hondo, aparta lo que estaba haciendo y recupera del cajón, todos los apuntes que ha realizado en los meses pasados sobre sus competencias y su curricula, empezando a repasar su cabeza le empieza a hablar.  “bueno, la anterior la pasé, ya es un paso, esta vez tengo que conseguirlo”, “tengo que conseguirlo, en estos 4 meses he tenido oportunidades, no puedo fallar más, que pensarán mis hijos”, “pues nada, que van a pensar, el mercado es muy duro”.  Vuelve a concentrarse en repasar sus notas de la última reunión, pero nada su cabeza le vuelve a traicionar: “¿qué hiciste mal en las veces anteriores? Seguro que fue un tema de sueldo, esta vez tengo que dar una cifra más baja, pero ¿más baja? Creo que lo que ganaba era lo justo, no puedo bajar”, y entre intento e intento de repasar las notas y cavilaciones como las anteriores llegó el día de la entrevista. Escena 3:  Según se termina la llamada, marca el teléfono de su pareja, con alegría le dice “me han llamado, paso a la siguiente ronda, tengo 2 días para preparar la reunión”  Después de compartir su alegría, recoge sus notas de la reunión anterior, empieza a leerlas y piensa “les gustó cuando les hablé del proyecto de la fábrica y también de las asociaciones a las que pertenezco” “Ok, por aquí he de ir, pero necesito más información de la empresa, dónde la encuentro, quién me la puede dar”  Se pone a la tarea, deja la hoja de cálculo en la que estaba trabajando cuando sonó el teléfono y abre el buscador y LinkedIn, mientras hace esto su cabeza le lleva “mañana, en el desayuno que tengo a las 9.00 le pregunto a mi acompañante, posiblemente podría saber algo de la empresa o de la persona con la que me entrevisto”  Y en estos quehaceres transcurren los 2 días y llega a la recepción de la empresa donde tiene la entrevista. El mismo profesional, tres formas de abordar la situación, que podrían ser tantas como las que seamos capaces de imaginar. No es la cabeza la que hace pensar, es la emoción que surge ante lo que voy a enfrentar la que hace que el pensamiento vaya en una u otra dirección.  Según el modelo mental, cada cual interpreta las consecuencias a las que la situación le puede llevar y consigue una mezcla de emociones única que determina como enfrentará la situación, determina su forma de actuar. La gestión emocional es la capacidad de modificar nuestras emociones para darnos una mayor capacidad de acción y de respuesta ante las situaciones que enfrentamos. Algunos ítems a tener en cuenta en la gestión emocional: Es una responsabilidad, únicamente y estrictamente, individual. Lo que siento depende de mi y de nadie más Para cambiar el a dónde se va mi cabeza, debo analizar las emociones que siento y pensar en las básicas: alegría, tristeza, ira y miedo. (algunos autores las amplían con tres más: orgullo, vergüenza y culpa) En las escenas, nuestro protagonista se mueve entre la ira de la escena 1, el miedo de la escena 2 y la alegría de la escena 3 Solo se puede gestionar la emoción si se reinterpreta el hecho que la ha provocado. En la escena … Leer más

MINDFULNESS Y OUTPLACEMENT, ¿POR QUÉ NO?…

[:es]Aprende del pasado para construir tu futuro, centrándote en el presente… Cuando hace un par de meses me propusieron hacer un post sobre Atención Plena con un enfoque orientado al mundo del Outplacement o a la búsqueda de un nuevo proyecto profesional, lo viví como un bonito reto. ¿Y dónde estaba el reto? En conectar dos mundos que “aparentemente” se apoyan en momentos temporales diferentes. La Atención Plena o Mindfulness te sitúa en el Aquí y Ahora, y en el mundo del Outplacement animamos a que la persona aprenda del pasado para construirse un futuro profesional. Os reconozco que algunos pensamientos y creencias intentaron hacerse fuertes en mi cabeza: “¿Seré capaz de mostrar a los demás la relación?”, “no soy creativa y no se me da bien escribir”, “va a llegar el día y voy a tener un folio en blanco”… Mi mente, como si fuera un balancín, hacía que mis pensamientos se movieran del pasado al futuro, pero deteniéndose muy, muy brevemente, en el presente. Justo lo contrario de lo que la Atención Plena o la práctica de mindfulness nos indica que hagamos. Curioso, ¿verdad? Así que tuve uno de esos “momentos STOP” y me dije, te estás dispersando, ¡pon foco!, y fue en ese instante en el que me dije esas dos palabras, cuando dos voces aparecieron en mi cabeza: la primera, la de mi monitor de Mindfulness, y la otra, la de quien fue mi consultora de Outplacement. Ambos me dijeron en algún momento, y en dos entornos muy diferentes, esas dos mismas palabras: “Pon foco”. Y tomé conciencia de cómo explicaros la manera en que ambos mundos se relacionan en mi vida constantemente, ayudándome a recorrer mi camino y ayudando a otros a recorrer el suyo: Mindfulness y Outplacement. Para el que eso de Atención Plena o Mindfulness le suene un poco a místico, o simplemente no lo conozca, permitidme que os lo defina brevemente. Una de las muchas definiciones que podemos encontrar es “prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación”. O como Jon Kabat-Zinn define Mindfulness: “Prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”. O como me lo explicaron a mí: “Es poner el foco en el aquí y en el ahora”. Retomando el balancín del que hablaba al principio del post, es el mismo que encuentro casi a diario con los clientes en las sesiones de Outplacement y por el que pasé yo misma: van del pasado al futuro, van de lo que ha ocurrido a lo que va a ocurrir, o mejor dicho, lo que ellos creen que va a ocurrir. Verbalizan pensamientos del tipo “mi jefe me tenía manía”, “la empresa no me ha valorado”, “si hubiera estudiado una carrera…” o “no voy a encontrar nada, no va a haber mercado para mí”… Y es justo en la parte central del balancín por donde pasan sin detenerse. Y es ahí precisamente donde intentamos ayudarles a que pongan el peso, para que puedan poner FOCO en lo que realmente pueden hacer ellos HOY, AHORA, EN SU MOMENTO PRESENTE. Es cierto que en los programas de Outplacement pedimos y animamos a las personas con las que trabajamos a que se posicionen en el pasado, para que reflexionen sobre sus aprendizajes, sobre su trayectoria, qué saben hacer, qué han conseguido… pero desde un punto de vista constructivo y positivo, para que puedan visualizar opciones y planificar acciones a futuro. Así que, efectivamente, les “obligamos” a subirse al balancín para que pasen del pasado al futuro, pero sin quedarse mucho tiempo en ninguno, sólo el tiempo justo para aprender del primero y para que vean alternativas en el segundo. Lo que tiene, en sí mismo, un gran valor en este caso. Seguro que alguno de los lectores está pensando “bueno y esto del mindfulness ¿dónde tiene cabida en este proceso?, ¿cómo ayuda a alguien a encontrar trabajo?”. La explicación es sencilla y compleja a la vez. El mindfulness por sí solo no nos ayuda a encontrar trabajo, tenemos que realizar otras muchas cosas para que esa búsqueda sea óptima, pero sí nos puede ayudar en un momento o momentos fundamentales del proceso, a encontrar opciones, alternativas desde el momento presente y ¡con una base científica! (esto va para los más escépticos…). Para explicarlo muy brevemente, y no aburrir con temas demasiado áridos, me voy a basar en lo que explica el Dr. Mario Alonso Puig en su libro ¡Tómate un respiro! Mindfulness. Según nos explica de una forma muy sencilla, la práctica continuada de Mindfulness permite un mejor funcionamiento y activación de ciertas áreas del cerebro, según avalan numerosos estudios científicos a través de la Electroencefalogía y la Resonancia funcional Magnética.  Dichas zonas cerebrales son el cíngulo anterior y la corteza prefrontal dorsolateral, ambas son los centros más importantes del denominado CEN (Central Executive Network), que tiene una especial relevancia en varias funciones, de las que destaco aquellas que nos ayudan de forma directa en nuestra búsqueda de nuevos retos profesionales:        Realización de nuevos comportamientos         Control de la atención        Memoria del trabajo        Flexibilidad mental para elegir nuevas alternativas        Resolución de problemas   Por tanto, y tal y como indica el Dr. Mario Alonso Puig, “Cuanto más potenciemos este circuito es más difícil que nuestra atención se quede atrapada en y por pensamientos que nos arrastran al pasado o que nos lanzan al futuro. El control de la atención y la memoria del trabajo nos permiten estar plenamente atentos a lo que está ocurriendo en el presente. Y esto nos ayuda a captar más información para así tomar mejores decisiones.” Y yo añado, de mi propia cosecha, “por lo que nos ayuda a ver opciones y alternativas, donde hasta ese momento no veíamos”. No sé si fue coincidencia que cuando yo estaba en pleno proceso de transición profesional, sin ver claro qué otras cosas podían hacer, empezara mi contacto con … Leer más

0
    0
    Carrito
    El carrito está vacío