Ars Outplacement

Miedo

[:es] verde y tenebroso   No se sabía muy bien quién perseguía a quien, pero en aquel pueblo de veraneantes, todo el mundo era consciente de que la viuda de la casa grande bebía los vientos por Rodolfo y todo el pueblo era consciente de que Rodolfo estaba encantado. Rodolfo tenía nombre de galán de novela corta de los cincuenta y poses de encantador de serpientes. Gustaba a todo el mundo, tenía mil amigos, conseguía todo lo que se proponía, e incluso se sacó un título universitario sin haber estudiado nunca. ¡Sorpresas de la vida!. Rodolfo gustaba a todo el mundo y lo sabía, y se aprovechaba de ello y siempre salía airoso y triunfante. Dejó a su paso algunos negocios quebrados y corazones más quebrados que aquellos negocios, pero él siempre sonreía, como percibía que le sonreía la vida. Rodolfo engatusó a la viuda. A la dueña de la mejor casa y de la mejor fortuna. Todo su porvenir estaba en esa seducción apasionante y apasionada. Y triunfó, ¡vaya si triunfó! ¿o no?. Vivieron un noviazgo breve en el que Rodolfo conseguía de Manuela todo lo que se proponía, regalos, ropa, coches y caprichos. No era consciente de que Manuela era muy absorbente y poco a poco lo fue separando de su grupo de amigos, de sus padres, familiares, vecinos y conocidos. Rodolfo le prometía entregarse en cuerpo y alma a ella, a no ver, sentir ni hacer nada que no fuera acompañarla hasta el fin de sus días. Boda rumbosa como pocas en ls que Rodolfo actuó como si él pagara el cubierto del convite, los adornos del jardín , la orquesta, los fuegos artificiales y el fastuoso viaje de novios que duró más de dos meses, sí, digo bien, más de dos meses, en hoteles de lujo y yates espectaculares. Rodolfo trataba a Manuela con cierto desapego, seguro de su encanto y poder de seducción y Manuela se dejaba…ella sabría muy bien por qué. Volvieron al pueblo, cruzaron sus calles, llegaron a las afueras, el servicio abrió el gran portón de acceso a verde y frondoso jardín y, de la mano, atravesaron los parterres y senderos. Se acercaron a la imponente escalera de la casa, Rodolfo hizo ademán de ayudar a su flamante y algo cascada esposa a subir la escalinata. Manuela se paró en seco… “¿A dónde vas Rodolfo?”. “¡Vaya pregunta, a NUESTRA CASA!”…”¡Ahhh! Pero ¿tú tienes casa, Rodolfo?”…”¡Claro, la NUESTRA!” casi farfulló Rodolfo. Manuela le miro de arriba abajo, con un gesto de desprecio infinito. “Rodolfo, creo que hay algo que no has entendido bien, yo te he comprado, eres de mi propiedad, estarás a mi servicio, me darás lo que te pida, placeres o compañía o recados, según mis deseos y necesidades, he redactado un documento que obra en poder de mi notario. Perderás todos tus derechos sobre mi herencia, si sales de la casa sin mi consentimiento, si osas trabajar en algún lugar, si te atreves a hablar con alguien que no sea del servicio, y por supuesto, si pretendes traicionarme con otra mujer. Tendrás lujos, trajes, coches, casa y comida, pero solo para disfrutarlos conmigo. ¿No era eso lo que me hiciste creer?.” Rodolfo vacila, el hermoso jardín, la imponente escalinata, ya no son bellos ni atractivos, todo le da vueltas, y se da cuenta que entra, paso a paso en la cárcel de la que nunca podrá salir jamás. Envuelto en pánico asciende escalón a escalón. Se aleja del mundo, está encerrado, nunca podrá escapar.[:]

Dar las gracias

[:es] 45 flexiones para entrenar el agradecimiento   Elvira no acababa de “cuajar” en su nuevo puesto de trabajo. No “caía bien”. Y eso que era simpática, divertida, eficaz, inteligente, dispuesta, trabajadora, nunca pisaba a nadie y tenía excelentes ideas. Elvira se siente satisfecha de su carrera y su evolución. Consiguió a base de tesón y esfuerzo acabar su licenciatura. Compatibilizó estudios y trabajo. Nunca nadie le regaló nada. Aprovechaba los veranos para estudiar idiomas fuera de su país, aceptando trabajos “menores” a cambio de cama y comida. Nadie sabe cuántas camas ha hecho en hoteles de Londres, París, Roma y Berlín. Ni la de hamburguesas que ha podido servir, mientras en el bolsillo de su delantal, guardaba una agendita y un lápiz para apuntar las palabras y vocablos nuevos que llegaban a sus oídos, siempre ávidos de aprender. Ha trabajado muy duro en varias empresas, cosechando éxitos y la valoración de todos sus jefes ha sido siempre tan excelente que ha sido merecedora de distinciones y ¡de un ascenso!. Y así nos encontramos a Elvira, desesperada porque siente el rechazo de sus compañeros, porque nadie cuenta con ella para lo que no sea una actividad puramente laboral. La única persona con la que entabla una mínima conversación es con Lucía, una becaria a la que le tienen haciendo fotocopias todo el santo día. Pero Lucía observa mucho y cuando Elvira, en un rapto de desesperación se sincera con ella, le dice…”es que nunca das las gracias”. “¿Cómo que no?”, exclama Elvira. “Soy una mujer muy educada y cuando me dan algo, siempre doy las gracias”. “Ese es el problema”. “cuando te dan algo, mejor dicho, cuando crees que te dan algo. Que parece lo mismo pero es distinto. ¡Claro que das las gracias si pides un café en la barra de la cafetería y te lo dan, y si pides que te haga una fotocopia, y si pides un determinado informe, y si pides que te reserven un vuelo, pues claro”. “Entonces…” “No das las gracias cuando nada has pedido. Cuando otros generosamente se ofrecen, comentan, felicitan o proponen”. “Ponme un ejemplo”. “Qué bonito tu traje, Elvira”. ¡Baah! , tiene más de seis años”. “Se me ocurre, Elvira, que podríamos incluir el dossier X en la presentación”. Sí, ya había pensado en eso”. Creo que fulanita es la persona más adecuada para hacer xxx”. Sí, siempre lo he creído, incluso hace tiempo ya la propuse”. “Tengo un contacto muy bueno en tal empresa que nos podría abrir puertas”. “Lo conozco hace mil años”. “¡Qué viaje tan bonito hice este fin de semana a … ¿quieres ver mis fotos?” “Conozco ese sitio desde hace muchos años”. ¿Sigo?. Nunca valoras lo que ofrecen, opinan y aportan los demás. Das las gracias por un café y una grapadora, pero jamás por una idea o sugerencia que no hayas pedido previamente y que son fruto de la iniciativa de los demás. Siempre llegaste antes, lo viste antes, se te ocurrió antes y lo conociste antes. ¿Y qué puedo hacer? “Hacer lo que te gusta que hagan contigo cuando aportas, innovas, ofreces, inventas, diseñas, comentas, alagas, felicitas… ¿qué te gusta que te hagan a ti?”… y Elvira musita “que me den las gracias”. “¿Y qué vas a hacer a partir de ahora?”…”Incluir la palabra gracias en todas esas frases” “¿Cómo por ejemplo?”. “Creo que fulanita es la persona más adecuada para hacer xxx”. “Sí, siempre lo he creído, incluso hace tiempo ya la propuse. Gracias por sugerírmelo, porque refuerza aún más mi deseo de colaborar con ella”. Es difícil, ¿verdad?. Sobre todo porque no estás entrenada. ¿qué tal 45 flexiones –gracias para entrenar el agradecimiento? [:]

La verdad

[:es] 10 minutos de espera, una sombra y la verdad Quedaban diez minutos para que llegara. Había esperado ese momento durante meses. La había cortejado, embaucado, seducido, convencido, enamorado, conquistado, atraído, abducido, hechizado y arrobado. Era un seductor nato, utilizó todos sus trucos, voz, tono, palabra, gestos, frases, obsequios, invitaciones, halagos, mimos, lisonjas, regalos, piropos y arrumacos. Tres años, 36 meses, 1080 horas, 64.800 minutos, 3.888.000 segundos de seducción para 10 minutos de espera. Arreglado, perfumado, repeinado, bronceado, compuesto, dispuesto y ordenado, en perfecto estado de revista. Solo quedan 10 minutos para que llegue. Ella, la mujer esperada, deseada, codiciada, ansiada y anhelada. Diez minutos. solo diez minutos. Está todo medido y calculado para conseguir el éxito, el triunfo de la seducción que acariciaba tanto tiempo. Ella no puede negarse, se entregará, se rendirá, cederá, capitulará y claudicará. Se someterá a todos sus encantos. Sus falsos encantos y promesas. Diez minutos, solo diez minutos. Todo calculado, no teme el momento. Y sin embargo. No nota, no percibe, no sospecha siquiera la sombra que le acecha y le persigue. Una sombra. Es su sombra. Y es más real, más verdad, más auténtica que él. Es su sombra. Y la mujer acertó a verla un día. Y habló con ella. Y, sobre todo, escuchó todo lo que la sombra tenía que decirle. Y creyó a la sombra. Diez minutos. Él no sabe que ella nunca llegará. Porque le bastaron solo otros diez minutos para conocer la verdad. Porque esa sombra es la verdad. La única verdad.[:]

DIÁLOGOS IESE 29 DE SEPTIEMBRE. ¿NUEVOS PUESTOS O, SEMÁNTICA?

[:es] El pasado 29 de septiembre mantuvimos la tercera sesión de los Diálogos IESE-ARS sobre la temática de este año Empleo: las personas y los puestos de trabajo, con una pregunta importante: “¿Nuevos Puestos, o semántica? “. Para adaptarse a la transformación del mundo laboral sabemos que muchas ocupaciones desaparecerán, y todavía no conocemos las que vendrán a sustituirlas. Hay una certeza: la digitalización y la tecnología en general han transformado el mundo y, por tanto, el trabajo. ¿Nuevas profesiones?, ¿Viejas profesiones con nueva semántica?, ¿Operación de márketing?, ¿Nuevos perfiles y competencias? Estas y otras cuestiones se pusieron sobre la mesa en esta nueva convocatoria de ARS OUTPLACEMENT y el IRCO-IESE. Un grupo de grandes profesionales de los RRHH, se reunió, con la presencia especial y siempre grata Jose Antonio González, Director de Relaciones Laborales Francia e Iberia en Hewlett Packard Enterprise, que nos aportó excelentes ideas y experiencias sobre el tema de debate y nos regaló esta frase”lo que hago se parece cada vez menos a lo que hacía” El Big Data, la Accesibilidad extrema de la información y el Problema de la seguridad de la información lo han transformado todo: la esfera social, la económica y, por supuesto, la laboral, potenciando la ruptura de los tres elementos básicos del contrato de trabajo: horario, lugar de trabajo y actividad. La definición de puestos es cada vez más vaga, más difícil de concretar, aproximándose mucho a un “estás aquí para lo que se pueda necesitar” y, un ponente afirma “la profesión de mis hijos no existe todavía”. El empleado empieza a crear su puesto de trabajo. SI bien esta flexibilidad presenta riesgos evidentes y puede producir ineficiencias: esfuerzos duplicados, superposición de tareas, descoordinación, etc. Y en el debate se habla de la “brecha” profunda que se abre entre el mundo real de la empresa y de la Administración que muestra una evolución mucho más lenta. Conclusiones de esta interesante jornada: 1. Los cambios en los perfiles (competencias y conocimientos) son más importantes que los cambios en la denominación de los puestos. 2. La definición de puestos debe evolucionar hacia una mayor flexibilidad (desajustes con el marco laboral basado en conceptos que empiezan a ser obsoletos como el propio concepto de contrato o el de puesto de trabajo en su sentido industrial). 3. Hasta que todos los protagonistas ajusten su paso a la velocidad del cambio, en especial las Administraciones y los sindicatos, la posición del Responsable de Recursos Humanos es compleja, pues debe hacer de puente entre un mundo en transformación (la realidad) y un mundo anclado en conceptos pasados. [:]

«Orbis Non Sufficit» (El Mundo nunca es suficiente)

Y Jaime me cuenta su historia, su apasionante historia, que si quieres lector conocer, solo tendrás que “asomarte y mirar”. Pero antes pregunto: .- “Cómo te sientes, Jaime?” .- “Como un niño al que le han desprovisto de todos sus bienes, lujos, y especialmente todo su poder. Y además, muy dolido por cómo me han despedido . Y , para que me entiendas, te cuento mi historia”. .-“Pertenezco a a una familia noble con su propio escudo de armas con un lema que marcó mi vida «Orbis Non Sufficit»  (El Mundo nunca es suficiente) Viajé con mis padres por el mundo, mi madre falleció cuando yo era un niño y nos crió a mi hermano y a mí la erudita tía Charmain, A los 12 años ingresé en Eton donde me expulsaron a los quince días y mi tía me llevó a una escuela pública donde destaqué en los deportes, especialmente en el boxeo. A los 17 años, fingiendo tener 19 entré en lo que acabaría siendo el Ministerio de Defensa como alférez de navío de la Sección Especial de la Marina Real en la Reserva de Voluntarios (RNVR), cuando consigo el rango de Comandante, ingreso en el servicio secreto y obtuve el rango “00”. Pertenecer a esta sección especial dentro del Servicio Secreto implica tener «licencia para matar», Me casé con Teresa Draco y enviudé el día de mi boda. Quizás por eso persigo conquistar a miles de mujeres, utilizo a algunas y otras me utilizan a mí. He trabajado siempre por proyectos: retar el ingenio del Dr. No,  evitar el robo de una valiosa  máquina decodificadora llamada «Lektor» y buscada desesperadamente por el MI6,  controlar los movimientos del millonario Auric Goldfinger, pues sospechábamos estaba  realizando contrabando de grandes cantidades de oro. Controlar a quienes acaparaban enormes cantidades de diamantes del mercado negro internacional. Seguir la pista de la nave espacial Moonraker, que había desaparecido misteriosamente, aliarme con Octopussy para evitar que  la Europa del Oeste quedara indefensa ante un ataque soviético. No quiero aburrirte con mis proyectos, pero siempre fui felicitado por ellos, tuve mucho éxito, conquisté a las mujeres más hermosas, lucí los trajes y complementos más elegantes y costosos, conduje los coches más lujosos y siempre último modelo  ¡¡ahh mis proyectos siempre tuvieron un componente internacional, he viajado por todo el mundo, y poseo contactos excelentes en cualquier parte del planeta!!. Me considero un hombre frío, inteligente, eficaz, extremadamente observador, audaz, implacable, decente, reservado y elegante. Pero ahora” … y toda su expresión cambia, sigue siendo elegante y reservado, pero ya no parece audaz ni implacable. .-“¿Ahora qué Jaime?”, pregunto. .-“Ahora me han invitado amablemente a salir, a mis 47 años ya no les soy útil, ya no tengo licencia para matar, desprovisto de lujos y coches, por cierto, ¿sabes de una buena empresa de leasing?, he tenido que devolver las llaves de mi Aston Martin”. .-“¿Conoces realmente los motivos de tu salida, Jaime?. .-“No, en realidad, no, me imagino y sospecho algunos, pero no me los han dicho abiertamente. Estoy absolutamente indignado, pienso que ha habido una mano oscura muy interesado en mi caída. Resulta que …” Y aquí Jaime se alarga y alarga, dedicando muchos más minutos de su discurso a explicar y justificar su salida que a demostrar sus habilidades y éxitos. “Algo me dijeron, de ciclos, de etapas, de que yo ya sabía que esto no era para siempre. Pero, no me engaño, la mano negra está en «M» el Jefe del servicio de inteligencia británico del MI6.” .- “Hablas de etapas. ¿Tenía el puesto entonces “fecha de caducidad”?. .- “De sobras es sabido que muchos otros han pasado por mi puesto, cambian las modas, los estilos y mi posición fue cambiando, pero yo creía que mi posición era para siempre. Pero has dicho que me darías feedback, necesito saber qué piensas de todo esto que te he contado”. Y llega el tiempo del feedback tan prometido, tan difícil, tan necesario. Un Feedback al HACER, nunca al SER. .- “Pues, allá va, Jaime. Tienes una entrada excelente, por imagen, planta, educación exquisita, por cómo has tratado a los profesionales que te han atendido a tu llegada, especialmente al personal auxiliar y de apoyo, cortesía, elegancia, buenas maneras. ¡bravo!”. Jaime sonríe satisfecho, vamos bien, el feedback está “de su parte”, digo lo que él desea escuchar. .- “Tu comunicación verbal es excelente, si bien me ha sorprendido escucharte hablar en términos tan elogiosos de ti mismo, con tantos adjetivos. El objetivo de tu descripción personal es que tu interlocutor sea capaz de llegar a esos adjetivos por sí mismo, constatando tus habilidades sin necesidad de que le hagas un balance exhaustivo de las mismas”. Jaime empieza a torcer el gesto. Ya no le está gustando tanto el feedback. .- “Y has hablado de cientos de proyectos, que entiendo estarían en tu “job description”, en tus obligaciones y responsabilidades inherentes al puesto, sin embargo, desconozco hasta qué punto conseguiste los objetivos, alcanzaste los retos. En definitiva ¿qué has conseguido, Jaime?, ¿qué has aportado?. Por ejemplo, hablas de que uno de los proyectos consistía en evitar que  la Europa del Oeste quedara indefensa ante un ataque soviético, aliándote con Octopussy. ¿Te llegaste a aliar? ¿Conseguiste tu objetivo? ¿frenaste el ataque soviético? ¿Conseguiste armas o herramientas para que la Europa del Oeste no quedara indefensa ante el posible ataque?”. .- “Bueno, de todos es sabido el éxito de esa misión, apareció publicado en libros, revistas, y plasmado en una película de éxito”, contesta Jaime cada vez más a la defensiva. .- “Quizás yo no leí el libro, ni la revista, ni ví la película, no des por hecho Jaime que tu interlocutor conoce la historia de la misma manera que tú. Que domina cada uno de los puntos de la misma y que “habláis el mismo lenguaje”. .- “Ahora que lo dices, Marta. Me sorprendió que la semana pasada, en una entrevista, mi interlocutor, un HeadHunter de prestigio, ni se inmutara, pensé que estaba de vuelta de … Leer más

Transitando emociones

Cada pregunta del Sr. Bond es una emoción diferente que esconde una historia detrás y deja constancia de lo que para Jaime es importante. A lo largo del proceso, Jaime Bond irá transitando por varias emociones, que acompañan a la nueva situación en la que ahora se encuentra. En sus primeras preguntas, continuas y casi atropelladas se destila ansiedad, que no deja de ser miedo ante un futuro desconocido e incierto, ante una situación diferente que lo ha sacado de su área de comodidad. Y también, aparece tímidamente la rabia y quizá el sentimiento de injusticia cuando se refiere a “lo que han hecho conmigo” y en algún momento, cuando pregunta cómo comunicar su nueva situación, se escucha la vergüenza. Dependiendo de la forma en la que nos hayan comunicado la salida, de nuestras experiencias pasadas, del futuro que nos habíamos diseñado, de la relación que hayamos tenido con nuestra antigua empresa o con los que fueron nuestros compañeros; aparecerá una u otra emoción que, especialmente, en los proceso de outplacement, tenemos que gestionar. Y, ¿qué mejor herramienta para gestionar emociones que el coaching? Emoción deriva del verbo latino emovere formado por el prefijo e/ex (de, desde) y movere (mover, trasladar) así que la emoción se convierte en el motor de la acción. No debemos olvidar que las emociones aparecen de forma inconsciente y nos proporcionan información sobre lo que nos sucede; cada emoción trae un mensaje que necesitamos descifrar para gestionarlo. La emoción que aparezca primero o después dependerá de cada persona, pero sí es habitual, en los procesos de outplacement, transitar por una ola emocional y estas son algunas de las más habituales. La rabia, que podemos volcarla en contra de nuestra compañía, o quizá contra alguna o algunas personas de la misma y así, aparecerá el resentimiento, la sensación de haber sido tratados de forma injusta. Puede aparecer la rabia dirigida hacia nosotros por haber hecho o no haber hecho algo y a eso le llamamos culpa. La rabia es una emoción que nos predispone para atacar o defendernos, pero lo más importante es que nos da foco para dirigirnos hacia lo que queremos. En algún momento aparecerá la tristeza por lo que hemos perdido, un trabajo, unos compañeros, una rutina o quizá se transforme en lamento por lo que hemos dejado, por los viejos tiempos, y entonces lo llamamos nostalgia. La tristeza es una de las emociones más poderosas porque nos obliga a detenernos y pensar, lo que había en el exterior ha cambiado y necesitamos reorganizarnos para pasar a la acción. Aprovechemos los momentos que nos brinda la tristeza para aprender de nosotros, para evaluarnos, pero no nos quedemos en ella más allá de lo necesario, hagamos el duelo preciso. Y ante la incertidumbre y lo desconocido aparece el miedo que evitará que seamos temerarios y nos pongamos a la acción sin estar preparados. Pero a veces, el miedo puede paralizarnos cuando la intensidad es tan alta que se transforma en ansiedad, cuando sentimos que no estamos preparados para lo que el futuro nos depara, aprovechemos el mensaje para dotarnos de los recursos necesarios. Y también, algo habitual que puede aparecer, cuando dejamos de tener “tarjeta de visita”; es la falta de confianza en el futuro, en las oportunidades y en nosotros mismos y si no lo gestionamos bien se puede transformar en baja autoestima y en discursos como “yo no puedo” “yo no valgo” y entonces, la licencia del Sr. Bond, deja de ser una licencia para crecer. Cada pregunta es una emoción diferente y es por eso que nuestra consultora no solo tiene la labor de “prestarle sus gafas para que vea a través de ellas como le puede percibir el mercado” Además, Jaime contara también con el apoyo de un coach que tiene la labor de acompañarlo en este mar de emociones para desarrollar su potencial, descubrir y generar nuevas oportunidades y pasar a la acción, aprovechando cada emoción para sacar lo mejor del Sr. Bond. Cuando aparezca la tristeza en Jaime será el momento en que su coach podrá acompañarlo para descubrir que es lo importante para él, para que evalúe sus fortalezas y debilidades. Lo acompañará  en su rabia ayudándole a redirigir la energía que le proporciona hacia el objetivo que el Sr. Bond haya definido y facilitándole las herramientas necesarias para que disminuya  su ansiedad. Y en todo momento, nuestra consultora y su coach lo acompañarán para que no se sienta solo y el miedo no lo paralice. Te invitamos a acompañar al Sr. Bond por su ola emocional, ¿nos acompañas?  

Deseo, Disimulo, Indecisión, Valor

Me gusta caminar. Me gusta la fotografía. Me gusta trabajar. Estas tres premisas las combino y creo mi frase. “Cada día voy a trabajar caminando y haciendo fotos en el trayecto”. Todo me llama la atención, todo lo fotografío y encuentro verdaderas historias. Como la que hoy traigo al blog de Ars. No pude evitar fotografiar al protagonista de mi historia varias veces. Estaba de espaldas y podía salvaguardar su intimidad, era un “robado” muy discreto. Y ví la historia que narro en fotogramas. 1. Nuestro protagonista no puede evitar sorprenderse, admirarse, y quizás desear a la hermosa y gigantesca dama de la famosa fotografía de Elmunt Newton. Y titulé a mi foto DESEO. 2. Pero al caballero le producía un pudor infinito mirar abiertamente a la desnuda belleza y optó por mirar unos libros y con el rabillo del ojo contemplar a la mujer. Y la titulé DISIMULO. 3. Nuestro hombre dudaba, vacilaba, no acababa de levantar la vista. Y la titulé INDECISIÓN. 4. El protagonista rompe con sus pudores, y decide disfrutar abiertamente de la belleza. Y la titulé VALOR. Subí el collage a un portal de fotógrafos aficionados en el que participo muy activamente, recibí todo tipo de comentarios y, poco a poco la olvidé. Hace algún tiempo, poniendo orden a mis fotos la redescubrí…¡¡ y la ví con otros ojos!! Porque me recordó a miedos, dudas y vacilaciones que me planteaba un candidato a la hora de utilizar su red de contactos. Un miedo infinito a PEDIR, cuando PIDIENDO, REGALAMOS. Cuando pedimos un contacto, o una información o un consejo, ESTAMOS REGALANDO CONFIANZA, RESPETO Y ADMIRACIÓN. Confundimos la gestión de los contactos con PEDIRLES TRABAJO. Y pedimos lo que no tienen: UN TRABAJO, y tememos pedir lo que sí tienen, INFORMACIÓN, CONTACTOS, CONSEJOS, OPNIONES, SUGERENCIAS, PUNTOS DE VISTA, ÁNIMOS, CARIÑO, AMISTAD Y etc etc etc. Cuando en nuestra sesiones de consultoría conseguimos que el candidato comprenda el concepto de gestión de contactos, comienza, a veces, no siempre, un nuevo trabajo, ayudarles a perder el miedo de abordar a esos contactos. La primera premisa es clara, y vuelvo a unas líneas más arriba: PIDIENDO CONSEJOS , INFORMACIÓN O CONTACTOS, ESTAMOS REGALANDO CONFIANZA, RESPETO Y ADMIRACIÓN. ¡Y a todos nos gusta regalar!! Pero desde hace algún tiempo, además, les muestro el collage y se ven reflejados en él, como el viandante que teme mirar, que mira de reojo, que no tiene el valor de descolgar un teléfono y dar el primer paso para mantener una conversación, recuperar una relación perdida en el tiempo, reencontrase con un amigo o un colega. Cuando se deciden a llamar, dan mil rodeos, explicaciones y subterfugios, en lugar de mirar abiertamente, preguntar abiertamente. Pedir abiertamente. Miran la foto y comprenden, que mirando decididos, disfrutarán de toda la belleza. Deseo , disimulo , indecisión, valor. ¿Por qué no, tener valor y decisión para mirar sin disimulo, colmar tu deseo y ¡¡disfrutar¡!?. ¿Por qué no tener valor y decisión para llamar sin disimulo a tu viejo contacto y pedir sin rodeos lo que necesitas de él, que él tiene y desea dar?. Recuerda: Deseo, Disimulo, Indecisión, Valor

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