Ars Outplacement

La nueva transición profesional

A Cuba!! Esta tarde he estado con una persona muy cercana que mañana pone rumbo a Cuba. Se irá él, y cuando acabe el año escolar, se irá su familia. Una dura decisión, una aventura, un riesgo, una oportunidad. Reto, incertidumbre, cambio, miedos. Lo que se encontrará: una nueva vida, nuevo país, cultura y sociedad diferentes, nuevo entorno. Tendrá miedos. Y todo aquello que deja: su casa, sus amigos, su cultura, sus costumbres, sus seres queridos. ¿Sale corriendo o busca nuevas oportunidades? ¿Es una locura? Deja un puesto trabajo desde hace más de 20 años en una empresa en la que él considera que su proyecto ha finalizado, pero lo deja él. Piensa que seguir “agarrado y esperando mí despido” es contraproducente y poco honesto. Buscaba desde hace meses una oportunidad, le daba igual dónde, y le ha surgido en el lugar que menos se podía imaginar. Coraje. Es claro que es una decisión de una persona con coraje. Apoyo familiar, algo fundamental. Pero el mundo es de las personas que se atreven, que no se quedan esperando la oportunidad. Que se mueven y están abiertos al cambio. Que ven oportunidad en el movimiento. ¿Qué es la transición profesional? La transición es la acción y efecto de pasar de un modo de ser o estar a otro distinto. La transición profesional es el movimiento que se produce entre dos momentos profesionales diferentes. Entender ésta como una oportunidad es una de las claves que el consultor de transición de carreras debe transmitir a los candidatos. Para ello ha de lograr que, cuanto antes, se mire al futuro con esperanza, dejando el pasado como esa mochila vital que llevamos cargada de experiencia y saber hacer. Es difícil entender para muchos que la estabilidad laboral que se ha mantenido en los últimos años ya no volverá. Pero es clave comprender que el mercado laboral es distinto a cómo ha sido en el pasado. La lealtad a la empresa, el compromiso o la permanencia son diferentes. Tenemos que trabajar para lograr mayor permeabilidad, hacerles entender que se ha de adaptar a un nuevo marco en el que muchas veces las relaciones laborales pasan por convertirse en relaciones mercantiles en donde, cambiando una estabilidad garantista se avanza a unas relaciones más dinámicas y constructivas en las que, como no conocíamos en décadas pasadas, se aporta una mayor oportunidad a la productividad . La relación entre empleador y empleado ha cambiado buscando nuevos modelos de compromiso. En las sesiones sobre emprendimiento a la que se invita a los candidatos de Ars, cada vez va siendo mayor el número de personas que asisten a las mismas, reflejando esto, desde mi punto de vista, una mayor apertura a estos modelos de cambio social Pero es que hemos de entender que estos últimos años el mundo occidental ha cambiado,y que la transición profesional ya no es, simplemente, un cambio de empresa. Transición profesional es un cambio que puede ser, o bien para dar continuidad a una carrera profesional estructurada o es, quizás, muchas más veces de las que imaginamos, para romper con lo que hacíamos y empezar algo totalmente diferente a lo que venimos haciendo. Una oportunidad para emprender, aprender, y, por qué no, arriesgar. La transición profesional es cambio, pero la vida es cambio y, en multitud de ocasiones el cambio es oportunidad y empleabilidad. Solemos decir que uno de los principales problemas de nuestro mercado de trabajo es la falta de movilidad, y parece que nos conformamos con decir que “los españoles somos así”, que si el arraigo familiar, la hipoteca, etcétera hacen que tengamos poca movilidad, y nos creemos que es algo arraigado en nuestra forma de ser españoles. Esto no es cierto. En los años 60 del pasado siglo, y con una población de de menos de 30 millones de habitantes, se produce un flujo migratorio hacia grandes capitales industriales europeas de más de dos millones de españoles, pero además, se produjo una gran emigración interior, en el que más de 4,5 millones de españoles cambiaron su ciudad de residencia, abandonando fundamentalmente poblaciones rurales para ir a la gran ciudad. Es decir, más del 20% de la población se cambia de población de residencia en una década. Hay que asumir que la sociedad no es estática, aunque, por supuesto, continúa existiendo el mercado laboral de “todo la vida”. Es el que desean la mayoría de las personas que realizan un programa de Outplacement, y algunos lo tienen tan claro que trabajan denodadamente para conseguirlo. Sabiendo que existe, las personas que quieren acercarse a él, deben estar preparados para aceptar unas condiciones diferentes a la que tuvieron. Ya llegarán para ellos tiempos mejores. Lo que es clave es que las personas que se encuentran momentos de cambios tengan claro que el coste de la inactividad es superior al de la acción.

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