Ars Outplacement

Gestión emocional frente al cambio.

[:es]Solo con leer el título me aparece la imagen de un interrogante enorme encima de mi cabeza, como en la viñeta de un comic.  En este caso, hablo de gestión emocional en situaciones que se nos suceden a lo largo de nuestra vida profesional, en las alegrías y en las tristezas, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Sin poder separar lo que somos de lo que hacemos o nos gustaría hacer, la gestión emocional reside en cada uno de nosotros y afecta al como nos aproximamos a cada suceso. Voy a representarlo en 3 escenas, con el objeto de suscitar esas emociones Contexto:  Llevo 4 meses buscando un nuevo proyecto profesional. La empresa en la que trabajé mis últimos 15 años se fusionó con otra y me despidieron.  He tenido 4 entrevistas, pero ninguna ha cuajado.  En las 4 ocasiones me han dicho que estoy sobre cualificado para el puesto.  Tengo cierto colchón económico por la indemnización, pero 2 hijos, uno todavía en el bachiller y otro empezando la universidad, además de hipoteca, así que me corre cierta prisa empezar.  Mi posición era la de un directivo con un equipo de 4 personas, aunque no pertenecía al comité de dirección. Acabo de recibir una llamada por la que me han citado a una nueva entrevista, es la segunda que hago en esa empresa. El puesto no está mal, quizás las funciones sean dar un paso atrás, pero le han dicho que hay proyección y el sueldo es prácticamente el mismo que tenía. Nuestro protagonista cuelga el teléfono. Escena 1:  Entrando en un estado de agitación, con una semi-sonrisa en la comisura de los labios, vuelve a lo que estaba haciendo antes de la llamada.  En seguida, se queda parado, su cabeza se va a su angustiosa situación.  “¿Por qué me tenía que tocar a mí?” “Yo podría continuar en la empresa, pero no me dieron la oportunidad de demostrar lo que valgo”.  Volviendo a su tarea, le dura 5 minutos, otra vez su cabeza le lleva a: “si es que hacer entrevistas se me da fatal, yo lo que soy es bueno trabajando”, “verás como me tumban otra vez, además el puesto hasta yo se que se me queda pequeño” Cuando su pareja vuelve a casa, ni se atreve a decirle que tiene una entrevista, lo ha pensado y “para qué, eso es generar expectativas y si luego no sale es más frustración y todo por culpa del despido” y en estas reflexiones anduvo nuestro protagonista hasta el día de la entrevista. Escena 2:  Entrando en un estado de agitación, con una semi sonrisa en la comisura de los labios, apunta la reunión en su agenda, respira hondo, aparta lo que estaba haciendo y recupera del cajón, todos los apuntes que ha realizado en los meses pasados sobre sus competencias y su curricula, empezando a repasar su cabeza le empieza a hablar.  “bueno, la anterior la pasé, ya es un paso, esta vez tengo que conseguirlo”, “tengo que conseguirlo, en estos 4 meses he tenido oportunidades, no puedo fallar más, que pensarán mis hijos”, “pues nada, que van a pensar, el mercado es muy duro”.  Vuelve a concentrarse en repasar sus notas de la última reunión, pero nada su cabeza le vuelve a traicionar: “¿qué hiciste mal en las veces anteriores? Seguro que fue un tema de sueldo, esta vez tengo que dar una cifra más baja, pero ¿más baja? Creo que lo que ganaba era lo justo, no puedo bajar”, y entre intento e intento de repasar las notas y cavilaciones como las anteriores llegó el día de la entrevista. Escena 3:  Según se termina la llamada, marca el teléfono de su pareja, con alegría le dice “me han llamado, paso a la siguiente ronda, tengo 2 días para preparar la reunión”  Después de compartir su alegría, recoge sus notas de la reunión anterior, empieza a leerlas y piensa “les gustó cuando les hablé del proyecto de la fábrica y también de las asociaciones a las que pertenezco” “Ok, por aquí he de ir, pero necesito más información de la empresa, dónde la encuentro, quién me la puede dar”  Se pone a la tarea, deja la hoja de cálculo en la que estaba trabajando cuando sonó el teléfono y abre el buscador y LinkedIn, mientras hace esto su cabeza le lleva “mañana, en el desayuno que tengo a las 9.00 le pregunto a mi acompañante, posiblemente podría saber algo de la empresa o de la persona con la que me entrevisto”  Y en estos quehaceres transcurren los 2 días y llega a la recepción de la empresa donde tiene la entrevista. El mismo profesional, tres formas de abordar la situación, que podrían ser tantas como las que seamos capaces de imaginar. No es la cabeza la que hace pensar, es la emoción que surge ante lo que voy a enfrentar la que hace que el pensamiento vaya en una u otra dirección.  Según el modelo mental, cada cual interpreta las consecuencias a las que la situación le puede llevar y consigue una mezcla de emociones única que determina como enfrentará la situación, determina su forma de actuar. La gestión emocional es la capacidad de modificar nuestras emociones para darnos una mayor capacidad de acción y de respuesta ante las situaciones que enfrentamos. Algunos ítems a tener en cuenta en la gestión emocional: Es una responsabilidad, únicamente y estrictamente, individual. Lo que siento depende de mi y de nadie más Para cambiar el a dónde se va mi cabeza, debo analizar las emociones que siento y pensar en las básicas: alegría, tristeza, ira y miedo. (algunos autores las amplían con tres más: orgullo, vergüenza y culpa) En las escenas, nuestro protagonista se mueve entre la ira de la escena 1, el miedo de la escena 2 y la alegría de la escena 3 Solo se puede gestionar la emoción si se reinterpreta el hecho que la ha provocado. En la escena … Leer más

MINDFULNESS Y OUTPLACEMENT, ¿POR QUÉ NO?…

[:es]Aprende del pasado para construir tu futuro, centrándote en el presente… Cuando hace un par de meses me propusieron hacer un post sobre Atención Plena con un enfoque orientado al mundo del Outplacement o a la búsqueda de un nuevo proyecto profesional, lo viví como un bonito reto. ¿Y dónde estaba el reto? En conectar dos mundos que “aparentemente” se apoyan en momentos temporales diferentes. La Atención Plena o Mindfulness te sitúa en el Aquí y Ahora, y en el mundo del Outplacement animamos a que la persona aprenda del pasado para construirse un futuro profesional. Os reconozco que algunos pensamientos y creencias intentaron hacerse fuertes en mi cabeza: “¿Seré capaz de mostrar a los demás la relación?”, “no soy creativa y no se me da bien escribir”, “va a llegar el día y voy a tener un folio en blanco”… Mi mente, como si fuera un balancín, hacía que mis pensamientos se movieran del pasado al futuro, pero deteniéndose muy, muy brevemente, en el presente. Justo lo contrario de lo que la Atención Plena o la práctica de mindfulness nos indica que hagamos. Curioso, ¿verdad? Así que tuve uno de esos “momentos STOP” y me dije, te estás dispersando, ¡pon foco!, y fue en ese instante en el que me dije esas dos palabras, cuando dos voces aparecieron en mi cabeza: la primera, la de mi monitor de Mindfulness, y la otra, la de quien fue mi consultora de Outplacement. Ambos me dijeron en algún momento, y en dos entornos muy diferentes, esas dos mismas palabras: “Pon foco”. Y tomé conciencia de cómo explicaros la manera en que ambos mundos se relacionan en mi vida constantemente, ayudándome a recorrer mi camino y ayudando a otros a recorrer el suyo: Mindfulness y Outplacement. Para el que eso de Atención Plena o Mindfulness le suene un poco a místico, o simplemente no lo conozca, permitidme que os lo defina brevemente. Una de las muchas definiciones que podemos encontrar es “prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación”. O como Jon Kabat-Zinn define Mindfulness: “Prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”. O como me lo explicaron a mí: “Es poner el foco en el aquí y en el ahora”. Retomando el balancín del que hablaba al principio del post, es el mismo que encuentro casi a diario con los clientes en las sesiones de Outplacement y por el que pasé yo misma: van del pasado al futuro, van de lo que ha ocurrido a lo que va a ocurrir, o mejor dicho, lo que ellos creen que va a ocurrir. Verbalizan pensamientos del tipo “mi jefe me tenía manía”, “la empresa no me ha valorado”, “si hubiera estudiado una carrera…” o “no voy a encontrar nada, no va a haber mercado para mí”… Y es justo en la parte central del balancín por donde pasan sin detenerse. Y es ahí precisamente donde intentamos ayudarles a que pongan el peso, para que puedan poner FOCO en lo que realmente pueden hacer ellos HOY, AHORA, EN SU MOMENTO PRESENTE. Es cierto que en los programas de Outplacement pedimos y animamos a las personas con las que trabajamos a que se posicionen en el pasado, para que reflexionen sobre sus aprendizajes, sobre su trayectoria, qué saben hacer, qué han conseguido… pero desde un punto de vista constructivo y positivo, para que puedan visualizar opciones y planificar acciones a futuro. Así que, efectivamente, les “obligamos” a subirse al balancín para que pasen del pasado al futuro, pero sin quedarse mucho tiempo en ninguno, sólo el tiempo justo para aprender del primero y para que vean alternativas en el segundo. Lo que tiene, en sí mismo, un gran valor en este caso. Seguro que alguno de los lectores está pensando “bueno y esto del mindfulness ¿dónde tiene cabida en este proceso?, ¿cómo ayuda a alguien a encontrar trabajo?”. La explicación es sencilla y compleja a la vez. El mindfulness por sí solo no nos ayuda a encontrar trabajo, tenemos que realizar otras muchas cosas para que esa búsqueda sea óptima, pero sí nos puede ayudar en un momento o momentos fundamentales del proceso, a encontrar opciones, alternativas desde el momento presente y ¡con una base científica! (esto va para los más escépticos…). Para explicarlo muy brevemente, y no aburrir con temas demasiado áridos, me voy a basar en lo que explica el Dr. Mario Alonso Puig en su libro ¡Tómate un respiro! Mindfulness. Según nos explica de una forma muy sencilla, la práctica continuada de Mindfulness permite un mejor funcionamiento y activación de ciertas áreas del cerebro, según avalan numerosos estudios científicos a través de la Electroencefalogía y la Resonancia funcional Magnética.  Dichas zonas cerebrales son el cíngulo anterior y la corteza prefrontal dorsolateral, ambas son los centros más importantes del denominado CEN (Central Executive Network), que tiene una especial relevancia en varias funciones, de las que destaco aquellas que nos ayudan de forma directa en nuestra búsqueda de nuevos retos profesionales:        Realización de nuevos comportamientos         Control de la atención        Memoria del trabajo        Flexibilidad mental para elegir nuevas alternativas        Resolución de problemas   Por tanto, y tal y como indica el Dr. Mario Alonso Puig, “Cuanto más potenciemos este circuito es más difícil que nuestra atención se quede atrapada en y por pensamientos que nos arrastran al pasado o que nos lanzan al futuro. El control de la atención y la memoria del trabajo nos permiten estar plenamente atentos a lo que está ocurriendo en el presente. Y esto nos ayuda a captar más información para así tomar mejores decisiones.” Y yo añado, de mi propia cosecha, “por lo que nos ayuda a ver opciones y alternativas, donde hasta ese momento no veíamos”. No sé si fue coincidencia que cuando yo estaba en pleno proceso de transición profesional, sin ver claro qué otras cosas podían hacer, empezara mi contacto con … Leer más

¡SALTA!

[:es] Hace pocos días, mi colega Ana González Quirós publicaba un acertado post titulado SER OPTIMISTA…SE HACE, NO SE NACE. https://www.arsoutplacement.com/8107/lo-de-ser-optimista-se-hace-no-se-nace/   Destaco, entre otras muchas frases interesantes, ésta: “Se calcula que nuestra mente genera en torno a 60.000 pensamientos al día, de los cuales, la inmensa mayoría son repetitivos y negativos. Este elevado volumen tiene su explicación, desde un punto de vista adaptativo y de supervivencia, ya que, durante miles de años, nuestra tendencia a “ponernos en lo peor” nos ha ayudado a prevenir y reaccionar ante situaciones de peligro”. Ana, además, añade: “Afortunadamente, las personas tenemos la capacidad para elegir nuestra forma de pensar y modificar nuestros hábitos de pensamiento hacia otros que nos generan un mayor bienestar, eso sí, manteniendo las dosis adecuadas de realismo. Ser optimista no significa ser un iluso o un inconsciente”. Y su reflexión me hizo recordar algunos casos muy especiales, vividos en mis 18 años de experiencia en el mundo del Outplacement. ¿Os cuento alguno?. Permitidme que cambie sus nombres, en un ejercicio de discreción.   María, 58 años, procedía de una gran empresa tecnológica, un reajuste organizativo dejó su puesto sin contenidos. Toda la vida vendiendo soluciones de tecnología y no tenía una titulación, no digo superior, sino técnica. María, en un tiempo record se colocó en una brillante start up, a la que aportó todo sus conocimientos, experiencia, una “mochila” llena de contactos …¡y mucha alegría!. Hoy es la reina de las soluciones tecnológicas.   Antonio, 55 años…¡¡26 en la misma organización!!. “Es peligroso asomarse al exterior”, me decía en su primer día de programa…y añadía “¿pero es que hay vida más allá de XXX?” (aquí el nombre de su antigua empresa). Hoy, se divierte profundamente en una compañía en la que cada día descubre algo nuevo, ¡con mucha alegría!.   Francisco, Director Comercial de una empresa industrial. En nuestro primer encuentro, me advirtió “Soy profundamente tartamudo, no tengo arreglo, pero siempre he triunfado vendiendo y vendiendo bien”. Os aseguro que era cierto, no he conocido a nadie más tartamudo…¡y más alegre!. La empresa que lo contrató lo fichó precisamente, por su alegría y su capacidad de llegar al corazón de los clientes.   Ángela, trabajaba a pleno rendimiento en una gran compañía. Otra importante organización se mostraba interesada por sus servicios…y ponía mucho dinero encima de la mesa. Ángela arriesgó, aceptó ¡y perdió!. Un cambio en la Presidencia de la segunda empresa, genero cambios estratégicos corporativos y Ángela salió a los pocos meses de su puesto millonario, sin indemnización y con un enorme sentido del ridículo que la bloqueaba por completo. Hasta que un día SALTÓ y me explicó su salto: “Si me han buscado una vez, vendrán más, nadie me puso una pistola en el pecho para que aceptara el proyecto. Fue una decisión mía, un ejercicio de mi libertad…¡qué afortunada soy de poder elegir!” y ese día, aceptó con alegría su decisión y su libertad para elegir.   No se trata, como decía Ana González Quirós, de ser un iluso o inconsciente, sino de ejercer esa capacidad que tenemos las personas para elegir nuestra forma de pensar y modificar nuestros hábitos de pensamiento hacia otros que nos van a generar el verdadero BIENESTAR.   Y lo que ocurrió es que María, Y Antonio, Y Francisco, Y Ángela, ¡ELIGIERON SALTAR!   Eligieron libremente su forma de pensar, modificaron sus hábitos de pensamiento. En algunos casos, saltaron, y en otros hasta hicieron la gran pirueta, la gran voltereta del cambio mental. Porque el beneficio está en ese salto, esa pirueta. ¡En la gran voltereta del cambio mental!. ¡SALTA, LECTOR, SALTA! Yo digo salta, salta conmigo, digo salta, salta conmigo, salta, salta conmigo… Voy por mi camino sin preocupación, pasa la gente y me miran mal, pero no me importa, a mí me da lo mismo, hoy estoy alegre y tengo ganas de saltar.  [:]

SER OPTIMISTA… SE HACE, NO SE NACE.

[:es] Lamento confirmaros que Sí, que tendemos a ser pesimistas desde el nacimiento.  Aceptar esta realidad, nos ayudará a tomar conciencia del esfuerzo que nos supone, mantener nuestros pensamientos negativos a raya y no dejarnos arrastrar por la espiral del pesimismo, que de forma natural intenta sabotearnos. Se calcula que nuestra mente, genera en torno a 60.000 pensamientos al día, de los cuales la inmensa mayoría son repetitivos y negativos. Este elevado volumen tiene su explicación desde un punto de vista adaptativo y de supervivencia, ya que, durante miles de años, nuestra tendencia a «ponernos en lo peor» nos ha ayudado a prevenir y reaccionar ante situaciones de peligro. Está demostrado científicamente, que los pensamientos negativos activan zonas cerebrales relacionadas con la ansiedad y la depresión. Ante una situación percibida como amenazante, liberamos hormonas relacionadas con el estrés, como la adrenalina. La activación cerebral ante sucesos negativos, es mucho más intensa que cuando experimentamos emociones positivas, esto puede ayudarnos a entender el porqué, cuando recibimos las encuestas de calidad de nuestros clientes o cualquier tipo de feedback, recordamos mucho más las opiniones negativas que las positivas, aunque éstas hayan sido más numerosas. Nuestros pensamientos positivos calman la actividad en esas zonas cerebrales, aunque éstos tienen un efecto menos duradero. Afortunadamente, a pesar de este poderoso sesgo negativo, las personas tenemos la capacidad para elegir nuestra forma de pensar y modificar nuestros hábitos de pensamiento hacia otros que nos generan un mayor bienestar, eso sí manteniendo las dosis adecuadas de realismo. Ser optimista no significa ser un iluso o un inconsciente. Martin Seligman padre de la Psicología positiva, considera que el estado ideal de las personas, es un optimismo realista, aprendido y positivo, que nos permite interpretar las adversidades como un desafío pasajero. A través del optimismo aprendido, podremos identificar que pensamientos están detrás de nuestras interpretaciones de los acontecimientos pasados y de  los presentes, así como establecer expectativas futuras basadas en nuestra percepción de autoeficacia y gestionar eficazmente la  frustración  de  no conseguir nuestras metas. En el ámbito laboral, la necesidad de desarrollar y potenciar determinadas fortalezas como el optimismo, se convierte en una prioridad para aquellas empresas que apuesten por el bienestar. A los más que evidentes beneficios sobre la salud de los empleados, tenemos, que añadir importantes impactos organizativos derivados de tener un capital humano que adopta una actitud optimista, ante los constantes retos del trabajo, utilizando estrategias más creativas, flexibles, y constructivas en la resolución de problemas y en la toma de decisiones. Desarrollar el optimismo es una apuesta segura, a la hora de potenciar nuestro nivel de bienestar y el de todo nuestro entorno. [:]

¿Pero, cómo he llegado hasta aquí? Autoliderazgo para tomar las riendas de tu carrera.

[:es] No quiero que esta pequeña reflexión sobre el autoliderazgo de la carrera profesional sea muy sesudo, sino más bien la incitación a la reflexión. Allá voy.   Preguntas:   • ¿Quién te dijo que estudiar esto u lo otro te abriría puertas? • ¿Cuántas veces te dijeron cámbiate o adáptate a la empresa que “es lo que hay”? • ¿Acaso nunca has pensado que te mereces más de lo que te ofrece tu carrera, o incluso menos? • ¿Cuándo has sentido que no tienes vida, que todo es la empresa? Y…. ¿Para qué? ¿Para mantener los ingresos tan necesarios? • ¿Qué has hecho cuándo los momentos eran más difíciles? ¿Te salió bien? ¿Por qué? y si fue al contrario ¿Qué cambiarías en tu actuación? • ¿Has llegado a donde querías o estás en vías de ello? ¿De la forma que querías o quieres? • ¿Qué harías si volvieras a empezar? ¿Sería más sencillo sabiendo lo que ahora sabes? ¿Por qué? • ¿Por qué unos llegan y otros no? Por qué han tenido más oportunidades, más suerte. JA¡ • ¿Qué te hace diferente como persona y como profesional? …… ¿de verdad? • ¿Cuál era tu objetivo profesional cuando empezaste? Y…. ¿el personal? ¿o éste no contaba?   Reflexión   Autoliderazgo significa saber dónde voy, pero sabiendo de donde vengo. Cierto es que no todos partimos con las mismas oportunidades. Lejos de ser oportunidades en términos materiales (económicas, contactos familiares, idiomas, universidades de prestigio,…) la verdadera distinción se encuentra en cada uno de nosotros. ¿Quiénes somos? En una respuesta profunda a esta ¡fácil pregunta¡ se encuentra la solución. Autoliderazgo significa tener un objetivo de transformación personal para alcanzar una situación deseable en un periodo de tiempo. ¿Por qué vamos a conseguir el equilibrio personal y profesional si generalmente no pensamos en ellos hasta que algo empieza a tambalearse? ¿Cómo hemos llegado a esta situación? Simplemente porque hemos dado los pasos para llegar ahí. No hay más respuesta. Autoliderazgo significa que todo lo que ocurre en nuestra vida, profesional y personal, es por nuestra acción o no acción. Por la decisiones tomadas o no tomadas. Si la consecuencia de donde estamos en nuestra carrera (¿carrera?) se la achacamos a otros factores. Simplemente es que no he gestionado mi desarrollo y en consecuencia no soy dueño de mi destino. La carrera profesional no es una carrera es un gran partido de golf, donde juegas contra tí mismo, por superarte en cada paso y donde tu situación personal (temperamento y carácter) y profesional (habilidades y experiencias) son entidades indisolubles. Para potenciar el autoliderazgo, además de incorporar conocimientos y experiencias ¿qué tienes que hacer? Suerte, la respuesta la tienes tú y es diferente para cada uno de nosotros.   Javier Martín de la Fuente [:en]¿Pero, cómo he llegado hasta aquí? Autoliderazgo para tomar las riendas de tu carrera. No quiero que esta pequeña reflexión sobre el autoliderazgo de la carrera profesional (¿carrera?) sea muy sesudo, sino más bien la incitación a la reflexión. Allá voy. Preguntas: • ¿Quién te dijo que estudiar esto u lo otro te abriría puertas? • ¿Cuántas veces te dijeron cámbiate o adáptate a la empresa que “es lo que hay”? • ¿Acaso nunca has pensado que te mereces más de lo que te ofrece tu carrera, o incluso menos? • ¿Cuándo has sentido que no tienes vida, que todo es la empresa? Y…. ¿Para qué? ¿Para mantener los ingresos tan necesarios? • ¿Qué has hecho cuándo los momentos eran más difíciles? ¿Te salió bien? ¿Por qué? y si fue al contrario ¿Qué cambiarías en tu actuación? • ¿Has llegado a donde querías o estás en vías de ello? ¿De la forma que querías o quieres? • ¿Qué harías si volvieras a empezar? ¿Sería más sencillo sabiendo lo que ahora sabes? ¿Por qué? • ¿Por qué unos llegan y otros no? Por qué han tenido más oportunidades, más suerte. JA¡ • ¿Qué te hace diferente como persona y como profesional? …… ¿de verdad? • ¿Cuál era tu objetivo profesional cuando empezaste? Y…. ¿el personal? ¿o éste no contaba? Reflexión Autoliderazgo significa saber dónde voy, pero sabiendo de donde vengo. Cierto es que no todos partimos con las mismas oportunidades. Lejos de ser oportunidades en términos materiales (económicas, contactos familiares, idiomas, universidades de prestigio,…) la verdadera distinción se encuentra en cada uno de nosotros. ¿Quiénes somos? En una respuesta profunda a esta ¡fácil pregunta¡ se encuentra la solución. Autoliderazgo significa tener un objetivo de transformación personal para alcanzar una situación deseable en un periodo de tiempo. ¿Por qué vamos a conseguir el equilibrio personal y profesional si generalmente no pensamos en ellos hasta que algo empieza a tambalearse? ¿Cómo hemos llegado a esta situación? Simplemente porque hemos dado los pasos para llegar ahí. No hay más respuesta. Autoliderazgo significa que todo lo que ocurre en nuestra vida, profesional y personal, es por nuestra acción o no acción. Por la decisiones tomadas o no tomadas. Si la consecuencia de donde estamos en nuestra carrera (¿carrera?) se la achacamos a otros factores. Simplemente es que no he gestionado mi desarrollo y en consecuencia no soy dueño de mi destino. La carrera profesional no es un carrera es un gran partido de golf, donde juegas contra ti mismo, por superarte en cada paso y donde tu situación personal (temperamento y carácter) y profesional (habilidades y experiencias) son entidades indisolubles. Para potenciar el autoliderazgo, además de incorporar conocimientos y experiencias ¿qué tienes que hacer? Suerte, la respuesta la tienes tú y es diferente para cada uno de nosotros. Javier Martín de la Fuente [:]

Bienestar Laboral – Encontrando el Equilibrio

[:es]A finales del presente año el Grupo Persona cumplirá 10 años. Cómo pasa el tiempo. Es un camino sobre el que se hace necesario reflexionar. ¿Cuál era el objetivo inicial? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué ha pasado? ¿Hasta dónde hemos llegado? ¿Por qué no más lejos? ¿Qué volverías a hacer de una manera diferente e igual? ¿Qué va a pasar en los próximos 10 años? ¿Estamos en la senda? ¿Qué hay que reforzar? ¿Qué hay que celebrar? Es hora de hacerse muchas preguntas.  En las primeras reflexiones y por muy pueril, que a alguien le pueda parecer, el Grupo Persona nació para que sus miembros se lo pasarán bien, disfrutasen de la faceta profesional que necesariamente todos (incluso los que no lo necesitan económicamente) desarrollamos, por unos motivos u otros.  En definitiva, aquel equipo de personas que iniciaron juntos el camino buscábamos Bienestar Laboral, buscábamos la Piedra Filosofal del equilibrio personal. Es verdad que en estos casi 10 años hemos pasado bosques, desiertos, ríos caudalosos, selvas, planicies, puentes colgantes, ciudades abarrotadas y muchos pueblos casi, solo casi, abandonados y, seguro que seguiremos avanzando por los caminos y las sendas que nos depare el destino. Y que en cada momento las circunstancias, las percepciones, los objetivos personales, las relaciones, las emociones cambian. Y así, hoy somos lo que somos y estamos los que estamos, aunque no estemos todos los que fuimos.   Es una decisión personal, no empresarial, porque definitivamente lo personal engloba lo profesional, no hay ni barreras ni fronteras, es exactamente lo mismo.  Una de las actividades que nos hemos propuesto para celebrar, con todos aquellos que quieran reflexionar con nosotros, es compartir nuestro anhelo de bienestar de aquel 2008.  Así, a lo largo del año vamos a organizar 5 desayunos/reflexión entorno al bienestar laboral, concentrando en cada uno el debate sobre los 5 ejes que, en nuestro caminar, hemos encontrado que lo acelera o lo frena.    El 13 de marzo iniciaremos la serie compartiendo la visión y las prácticas sobre lo que realmente significa el autoliderazgo, pomposa palabra ¿verdad? La responsabilidad propia en todo lo que sucede alrededor de cada uno. O, ¿acaso sólo soy lo que las circunstancias me deparan? Lo siento, por quien no piense así, pero la decisión de hacer, permanecer, actuar, cambiar, conseguir, es una decisión individual, que se puede compartir, pero es una decisión individual ¿Por qué os paráis en un semáforo cuando está rojo?  El 10 de abril continuaremos con algo extremadamente importante y contagioso, el pensamiento positivo.  Cuando los árboles no te dejan ver el bosque, cuando la cuidad más cercana no se ve en el horizonte y todo lo que te rodea es arena y más arena, cuándo sabes que ha sido tú decisión estar dónde te encuentras, no queda otra que saber que siempre hay una manera de aprovechar las circunstancias, a veces dolorosa, pero te mantienes vivo, otras veces sólo imaginativa.  Pensar positivamente es quizás el arma más potente que tenemos para sentir bienestar. ¿Cuántos ejemplos podemos poner? ¿Cómo se genera esa positividad? ¿Cómo conseguir que se implante si no existe? Supongo que todos hemos visitado alguna vez un jardín, ¿qué ocurre cuando las malas hierbas se apoderan del hermoso rosal?  El 11 de mayo, os propondremos tomar un buen café alrededor de algo que hemos vivido en carne propia y que lo denominamos el Síndrome Zombie, que no es más que lo que ahora se llama Atención Plena.  Hay momentos en la vida organizacional, bajo cualquier tipo de situación, en que los acontecimientos nos superan, dejamos de dirigirlos y estos nos dirigen a nosotros. Incluso es tan fuerte la corriente que nos arrastra y no nos damos cuenta. ¿Dónde pongo el foco? ¿Cómo me observo? ¿Cómo me apoyo en el resto del equipo? Los Zombies persiguen su objetivo y mueren en el intento, ¿es eso bienestar? Los Zombies convierten a otros en Zombies, ¿es eso bienestar?  El 29 de mayo, sin poder resistirnos, os plantearemos hablar de la Gestión de las Emociones. En estos años hemos desarrollado innumerables actividades entorno a este tema, no sólo como actividad reflexiva, sino también y principalmente como “core” de todos los servicios profesionales que presta Grupo Persona.  Nuestra pregunta aquí siempre es la misma, y forma parte del conjunto de valores de las personas de nuestro equipo ¿qué he hecho o he dejado de hacer para sentir lo que siento? ¿Soy capaz de observar la situación desde otra perspectiva? Si no eres capaz, ay¡¡¡¡, si no eres capaz, ¿tienes un problema o lo tienen los demás? ¿Qué tiene que ver esto con el bienestar laboral?  El 28 de junio queremos dar un paso más adelante y pensar sobre la clave de la supervivencia de las pequeñas empresas, como Grupo Persona, y de la eficiencia de las grandes, incluso de las enormes multinacionales. La gestión de las relaciones entre las personas. Ya en los primeros meses de Grupo Persona, dimos mucha importancia a que nuestros sistemas de comunicación personales (no los informáticos) tuviesen algún punto en común, no se trataba ni se trata de que todos tengamos el mismo modelo mental, pero sí que todos entendamos lo mismo por respeto a las personas.  Os puedo asegurar que no todas las personas entendemos lo mismo por ese básico concepto y cuando esto no ocurre, las relaciones se resienten, a veces sin remedio.  Durante estos 10 años de aprendizaje continuo, hemos tenido la suerte de experimentar que da lo mismo que estemos desarrollando un programa de liderazgo, un programa de Outplacement, el alineamiento de un comité de dirección o afrontando un nuevo proyecto interno. El equilibrio está en todas partes y no es único, se mueve. Lo único que permanece es la decisión individual de hacer o no hacer.  Os damos las gracias por ayudarnos a impulsar esta iniciativa y esperamos poder compartir con vosotros reflexiones y buenas prácticas a lo largo de todo el año.  Un abrazo  Javier Martín de la Fuente  CEO Grupo Persona [:]

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