Ars Outplacement

«Protagonistas» Actitud positiva, pensamiento positivo.

Recuerdo con entusiasmo los talleres del personal de ARS Outplacement. El objetivo era ayudar, informar y formar a las personas que íbamos a perder el trabajo a causa del cierre de nuestra empresa. Teníamos que enfrentarnos a la búsqueda activa de trabajo (que no al paro). Era como un entrenamiento para buscar empleo y devolvernos la ilusión tras recibir ese duro golpe después de estar muchos años en la misma empresa, en nuestra zona de confort. Esa ilusión que muchos han perdido por la difícil situación actual: yo era uno de ellos. Sin embargo, puedo decir que desde entonces no he parado de trabajar y sigo trabajando. Tengo que dar las gracias a las personas de ARS porque me enseñaron las técnicas adecuadas: cómo hacer el CV, la entrevista personal, el “elevator pitch”, etc… pero sobre todo me transmitieron una actitud: la actitud positiva, el optimismo. De ello quiero hablar en este escrito, porque quiero devolver el favor a los que me han ayudado en mi carrera profesional y, en lo posible, ayudar a los que siguen en búsqueda activa de empleo. Tradicionalmente nos han enseñado a cultivar la aptitud: el conocimiento y habilidades para desarrollar una actividad. Hoy tenemos muchas formas de adquirir conocimientos: en las escuelas, institutos, universidades, jornadas, talleres, on line… La web se ha convertido en una fuente inagotable, cómoda y, la mayoría de las veces, gratuita. Las aptitudes son importantes pero hoy es necesario diferenciarse, se necesita algo más. La capacidad de trabajo ya no es suficiente sin una disposición personal para desenvolverse y concentrarse, incluso en las situaciones más difíciles. La actitud es la voluntad para encarar las actividades, pero también los obstáculos, las dificultades. Es la forma de actuar de una persona, el comportamiento que emplea un individuo para hacer las cosas. Se le ha dado un carácter secundario, sin embargo, la actitud es el matiz diferencial en la calidad de las personas. Constituye la materia prima del éxito o el fracaso. La aptitud es la parte visible del iceberg, la actitud es la parte oculta, pero más valiosa por cuanto sostiene a la anterior. En la situación de búsqueda activa de empleo hay que pensar también en el emprendimiento. Emprender es una actitud valiente. Es manifestar: ¿qué puedo hacer yo por la sociedad?, en lugar de: ¿qué debe hacer la sociedad por mí?. No hay que quejarse porque llueve, pensemos que en esa situación podemos vender paraguas. Quiero dedicar estas palabras a las personas de ARS, y un recuerdo muy especial para María Lacunza, mi consultora, a todas las personas que  trabajáis por los demás, y las que os siguen con la esperanza de encontrar un trabajo. A mí me ha acompañado la suerte, la misma que deseo a todos, pero sin olvidar que hay que ayudarla con una buena gestión de la actitud (el pensamiento positivo), conocimientos sólidos y una estrategia de búsqueda adecuada. Javier Aoiz- Navarra.

«Protagonistas» ¿Ha dicho mi nombre?

ACTITUD PRE- ARS Para mí un despido era como las enfermedades “malas” sabes que existen pero nunca piensas que te va a tocar. Las cosas no iban tan mal, empresa multinacional, en el sector tecnológico, algo tan de moda, en una industria tocado por la crisis pero con unos clientes/ marcas tan fuertes que no se pueden permitir no tener en sus estrategias la publicidad online. Definitivamente “me tienen manía”. También se la tuvieron a las 14 personas que salieron en ese listado leído por el country manager en una sala con 24 personas.  Cuando dice mi nombre, no me reconozco, mi compañera sentada a la izquierda me señala “Lolita eres tú”. Ostras…… Al día siguiente nos meten en una sala con una persona que viene a “ayudarnos”.  Mi primer pensamiento fue ¿ayudarnos a qué?, nos acaban de echar, ni ellos mismos han sabido argumentarlo, me voy de vacaciones mañana y tengo mi perfil de Linkedin más o menos actualizado. Primer aprendizaje, no sabía a lo que me enfrentaba, necesitaba ayuda. ACTITUD DURANTE- ARS La primera sesión me hizo plantearme muchísimas preguntas y enfrentarme al hecho de que no tenía respuestas para ellas. Llevaba tantos años enfocada en la venta, que no había tenido tiempo de pensar en qué más sabía hacer,  pero sobre todo, saber qué quería hacer. Esas preguntas y respuestas me ayudaron a conocerme profesionalmente y a entender qué había estado haciendo en los últimos años y qué quería hacer en los siguientes. Tras este primer paso fundamental, llegó todo lo demás. Un cv en el que se recogiera todo aquello aprendido durante años. Encontrar qué me aportaron cada una de las experiencias anteriores. Qué puedo aportar a cualquier proyecto al que me una. Contactar con aquellas personas que han sido clave en tu desarrollo profesional. Comunicarse con las personas,  abandonar el mail y pasar a la llamada o el café, algo que por falta de tiempo llevaba siglos sin hacer.  Las reflexiones anteriores me hicieron modificar mi perfil para redes profesionales e incluir información clara, concisa y coherente. Me ayudaron a  encontrar repuestas a aquellas preguntas incómodas a propósito de los últimos acontecimientos y me llevaron a hablar y retomar contactos que el día a día me había hecho olvidar. ACTITUD Post- ARS Varias reglas me acompañan desde mi formación con las excepcionales personas de ARS. Intentar ver todo desde el punto de vista del aprendizaje. No limitarse a vivir el día a día laboral sin pensar en algo positivo que te aporte tu trabajo. Pensar en qué sabes hacer y cómo lo puedes aplicar a las oportunidades del mercado. Aportar siempre algo nuevo a tu experiencia profesional. Buscar tu punto débil e intentar trabajarlo. No perder el contacto físico con las personas. Pedir ayuda cuando la necesitas. Ayudar a otros aunque no hayan pedido tu ayuda. Opinar, opinar y opinar, buscando construir. Y por supuesto, tener siempre las redes profesionales actualizadas.

«Protagonistas» Outplacement, una habitación con vistas

Tengo la sensación de que fue ayer cuando inicié mi programa de outplacement. Lo reconozco,  llegué a mi primera sesión escéptica, expectante y sin saber qué me iban a contar y para qué me iba a servir. Pero allí estaba yo, delante del coach que me habían asignado del cual recibí un cálido saludo y una sonrisa amable. Hubo empatía; importante detalle. Cerrar un capítulo de tu vida profesional en una organización, cuando ha sido por circunstancias no deseadas,  es siempre difícil y todo candidato precisa tener su luto. Estás vulnerable y te sientes inseguro, desconcertado y sin saber hacia dónde encaminar tu futuro. Solo en la primera sesión de contacto me di cuenta de que el programa, que mi “exempresa” me había ofrecido, iba a servir para encauzar y orientar un nuevo camino profesional. Y así fue. Me pusieron a trabajar. Me mandaron una serie de ejercicios que consistían en averiguar realmente quién era, qué había hecho, qué había aportado de valor a mi anterior compañía, qué competencias y qué habilidades había desarrollado.  Les aseguro que es un trabajo duro. Hice un viaje a mi interior, rebusqué en el baúl de mi trabajo y encontré prendas de valor. Y así pude construí mi propio DAFO, un mapa de mi trayectoria profesional.  Descubrí que mis debilidades fortalecían mis virtudes, y que había hecho más de las que me creía. Y así, con todo la carne puesta sobre el asador, reelaboré con mi coach un nuevo curriculum vitae de manera veraz  y convencida de mi YO profesional. El programa con Ars Outplacement se completó con unas sesiones para aprender  a hacer entrevistas, a saber cuidar mi perfil en redes sociales y a saber “vender” en poco tiempo (speech elevator) lo que soy capaz de hacer. En definitiva saber demostrar y creerme/creerte  lo que realmente se puede aportar a otra organización con los conocimientos adquiridos; pero sobre todo sentir confianza y seguridad. Pasaban los meses y decidí coger el toro por los cuernos. Soy periodista y tengo una inquietud interna que no me permite quedarme sentada a esperar que llegue mi oportunidad.  Hay que salir a buscar. Contacté con antiguos colaboradores y les propuse realizar diferentes acciones de comunicación corporativa. Me falló la primera, me falló la segunda, pero… la tercera cuajó.  Y hoy me han encargado gestionar el departamento de comunicación de una consultora. He comenzado un nuevo camino. Estoy contenta, pero  si me sale mal me volveré a levantar. Ahora sé que  hacer un programa de outplacement es como tener una habitación con vistas; abrir una ventana y sentir que tienes mucho por hacer, ver y ofrecer. Hay muchas puertas a las que llamar y muchos contactos que te pueden ayudar. Los mejores están debajo del iceberg. Sí, ahora me acuerdo. Comencé mi programa cerca de la Navidad. Lo recuerdo porque la ciudad tenía el color de las flores de Pascua. Bárbara Menchero

«Protagonistas». ¿Qué pasa con el Director de Recursos Humanos de una empresa que cierra?

Tras meses de incertidumbres, rumores, oportunidades que no llegan a materializarse, o momentos en los que parece que todo va a acabar bien, llega la noticia que, no por esperada es menos difícil de encajar: “El Grupo ha decidido abandonar el mercado español para eliminar las pérdidas en mercados no estratégicos”. Y ahí comienza un periodo absolutamente enloquecido de comunicaciones, negociaciones, liquidaciones de stock, desmantelamiento de tiendas, venta de activos, etc. difícil de explicar en estas breves líneas. Esta es una situación atípica que algunos de nosotros no ha vivido anteriormente que provoca que, durante todo el proceso, nos veamos obligados a aprender rápidamente sobre materias de las que previamente sólo tenemos una ligera experiencia. El Outplacement es una de estas materias. Así que, cuando se comunicó el cierre de Darty, no sólo elegimos a ARS Outplacement por su experiencia previa en el Sector, sino porque nos ofreció esa tranquilidad de pensar “tú dedícate a otras gestiones de Recursos Humanos relacionadas con el cierre, que de esto ya nos ocupamos nosotros”. Y así fue. Entre los meses de junio y julio de 2013 se produjo la salida de la mayor parte de los empleados de Darty, que de forma masiva se apuntaron al Plan de Recolocación ofrecido por la compañía en colaboración con ARS. Por cierto, hay que decir que este Plan fue un éxito, tanto por el porcentaje de recolocaciones como por la satisfacción de los participantes. Pero, ¿qué pasa con el Director de Recursos Humanos de una empresa que cierra? ¿Qué sucede después de semanas de negociación con los Representantes de los Trabajadores, cuando por fin se firma el acuerdo? ¿Qué ocurre con ese “malnacido” sobre el que recayó toda la ira y frustración de los empleados durante el proceso de cierre? Es sencillo: ese Director de Recursos Humanos acaba firmando un finiquito (como el resto de trabajadores), cobra una indemnización (con las mismas condiciones que el resto, se queda desempleado, y se integra en el Plan de Recolocación que la empresa ha ofrecido al conjunto de sus empleados. Cuando hablamos de Agencias de Recolocación, lo primero que pensamos es “¿en qué me van a ayudar estos a mí para encontrar trabajo? Seguro que no sirve para nada. A mí, que me den el dinero que cuesta esto”. Pues por experiencia puedo decir que ayudan, y mucho. En mi caso: − Me ayudaron a redactar un nuevo CV, a redefinir su contenido, a simplificar su formato, a indicar lo realmente importante y eliminar lo accesorio. − Me ayudaron a preparar entrevistas, a formular preguntas y a estar preparado para proporcionar posibles respuestas. − Me ayudaron actualizar mi perfil de LinkedIn y trabajar sobre mi «marca personal». − Me ayudaron a identificar mis áreas de mejora mediante la realización de tests psicotécnicos. − Me ayudaron a mantener el optimismo en una situación complicada, que unos meses antes parecía inimaginable. − Me ayudaron a concertar entrevistas, mediante su red de contactos, que de otro modo seguramente habrían permanecido ocultas. − Me ayudaron a desarrollar habilidades necesarias para caminar por este proceso tan complejo de forma diferente, gracias a la figura de un coach. En definitiva, me proporcionaron las herramientas para optar a un puesto interesante, retador y acorde a mi experiencia. Eso sí, la entrevista la hice yo; ellos no pudieron hacerla por mí. Transcurridos ya unos meses desde mi incorporación en Grupo IFA como Responsable de Recursos Humanos, ahora puedo afirmar por experiencia propia que los procesos de Recolocación funcionan, y que no solo ayudan a encontrar un nuevo empleo sino que además nos proporcionan herramientas y habilidades que nos pueden resultar útiles en el futuro. Pablo Cegarra Bulnes Manager de Recursos Humanos Grupo IFA

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