Seguramente en más de una ocasión a lo largo de nuestra trayectoria profesional nos hemos preguntado si las empresas en las que hemos prestado o prestamos servicio son las adecuadas respecto de nuestras competencias y habilidades profesionales. Esta reflexión se acentúa cuando atravesamos un periodo de inactividad laboral o desempleo, y éste, precisamente, es el momento perfecto para profundizar y analizar sobre cuáles son nuestras competencias más relevantes y sobre qué logros más destacables hemos alcanzado a lo largo de nuestra trayectoria profesional.
Parece que hay unanimidad al pensar que todas las personas tenemos unas habilidades específicas, que nos distinguen de los demás, y contamos con unas competencias ya sean innatas o adquiridas que nos permiten alcanzar aquellos objetivos que nos proponemos.
La palabra habilidad en el contexto de las competencias profesionales significa la destreza, el talento, la pericia o la aptitud para desarrollar tareas. Por lo tanto, “habilidades profesionales” o “competencias profesionales” deben ser entendidas como el conjunto de capacidades, habilidades y actitudes complementarias al aspecto puramente formativo.
El conocer estas competencias y, sobre todo, saberlas comunicar se han convertido en elementos clave en la búsqueda de un nuevo proyecto profesional, de un trabajo o de una ocupación.
Todos los profesionales sabemos de una forma u otra qué hacemos mejor y en qué nos distinguimos de los demás pero explicarlo y comunicarlo correctamente se ha convertido en un elemento diferenciador en un nuevo escenario del mercado laboral muy exigente y competitivo, y esa exigencia se ha trasladado inevitablemente a los procesos de selección llevados a cabo por las consultoras especializadas y por las propias empresas que demandan profesionales.
La descripción de los logros profesionales conseguidos, nos ayudan a identificar esas competencias clave, y para ello lo primero que debemos tener claro es lo que se entiende por logro: “simplemente obtención de una cosa que se intenta o se desea con la que se obtiene éxito o resultado muy satisfactorio”. De ahí su importancia cuando se quieren identificar y desarrollar en el contexto de un perfecto curriculum vitae.
Desde mi experiencia en el desarrollo de programas de outplacement la etapa en la que más bloqueos encuentran los profesionales es precisamente en la identificación de sus logros profesionales, unos, porque solamente los identifican con grandes acontecimientos que ocurren únicamente a directivos de grandes empresas, otros, porque no le conceden importancia a sus propias realizaciones pero en cualquier caso todos sin excepción hemos tenido experiencias profesionales en las que hemos alcanzado resultados exitosos y de las que nos podemos sentir satisfechos.
Para una efectiva identificación de logros me permito sugeriros las siguientes pautas de actuación.
Confecciona una lista en la que identifiques entre 5 y 10 logros (por supuesto pueden ser más o menos dependiendo del puesto, de la antigüedad, de la responsabilidad, etc.) y para cada logro presta especial atención a 5 aspectos fundamentales:
1.- Identifica y define el contexto y situación dentro del cual se ha desarrollado tu acción explicando el objetivo que tenías que alcanzar.
2.- Describe las acciones puestas en marcha especificando los recursos humanos, técnicos, económicos y materiales utilizados.
3.- Analiza las dificultades, resistencias y limitaciones encontradas.
4.- Describe los resultados concretos, cualitativos y cuantitativos conseguidos.
5.- Identifica las competencias personales y profesionales que has utilizado para llevar a cabo la misión, reconociendo los conocimientos, experiencias y habilidades desarrolladas.
Estos sencillos pasos te ayudarán a identificar aportaciones en tu puesto de trabajo que han generado resultados positivos tanto para ti como para la empresa con un alto impacto. Ahora bien, al hablar de logros profesionales es fundamental tener clara la diferencia entre las propias funciones del puesto y los logros alcanzados durante su desarrollo.
Confundir estos dos aspectos y mencionarlos de manera equivocada puede debilitar tu imagen profesional ante un entrevistador. Es muy importante distinguir que conseguir cumplir con las funciones estándares del puesto para el que se es contratado se considera el desempeño mínimo exigible de las tareas o responsabilidades por las que se retribuye. Realizarlas de manera excepcional, obteniendo resultados superiores a las expectativas, es lo que se considera un logro.
No quiero dejar pasar por alto la importancia que tiene que uno mismo reconozca y dé valor al trabajo, funciones y responsabilidades desempeñadas. Si tú mismo no valoras y reconoces tus resultados y tu implicación nadie lo hará por ti. De ahí la importancia de que valores todo lo que haces para el beneficio de tu compañía y para tu propio desarrollo profesional.
Adelante, ya estás listo para comunicar con éxito tus logros profesionales ¡¡¡¡
Mucha suerte.
Gracias, Sofía por este post tan «clarito». Suscribo todo, y refuerzo esta frase que es la realidad que vivimos cada día : «la etapa en la que más bloqueos encuentran los profesionales es precisamente en la identificación de sus logros profesionales, unos, porque solamente los identifican con grandes acontecimientos que ocurren únicamente a directivos de grandes empresas, otros, porque no le conceden importancia a sus propias realizaciones pero en cualquier caso todos sin excepción hemos tenido experiencias profesionales en las que hemos alcanzado resultados exitosos y de las que nos podemos sentir satisfechos.»