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Cómo construir en la empresa un plan social de calidad

Vivimos en sociedades en constante cambio y evolución al ritmo que marcan las diferentes fuerzas económicas, financieras y políticas, que suele ser impredecible, en conjunción con los efectos que provocan otros fenómenos igualmente incontrolables como pueden ser el cambio climático o las crisis sanitarias originadas por epidemias.

Sin embargo, a pesar de la evolución social y tecnológica de las últimas décadas, el empleo sigue siendo fundamental para el desarrollo humano, es la forma de conseguir sustento para poder adquirir bienes y servicios fundamentales para garantizar nuestra calidad de vida.

Por ello, ante la volatilidad del mercado laboral, en los últimos años, se han puesto en marcha medidas que dificulten o al menos minimicen las consecuencias de los despidos colectivos. Una de las más conocidas es la obligatoriedad de tener un Plan de Acompañamiento Social.

¿Qué es un Plan de Acompañamiento Social?

El plan de acompañamiento social es un documento en el que se recogen las medidas previstas por la empresa para minimizar los efectos de los despidos colectivos. Este documento también debe incluir las medidas que contempla la empresa para preservar su actividad.

Los requisitos que debe cumplir este plan se regulan en el RD 1483/2012 y el artículo 51.2 del Estatuto de los Trabajadores.

¿Dónde y cuándo es necesario implementar planes sociales de recolocación?

El marco normativo obliga a las empresas de 50 o más trabajadores a prever y recoger por escrito los pasos a en caso de reajuste de personal, todos ellos deben ir enfocados a garantizar la competitividad de la empresa con las menores consecuencias para los empleados.

Antes de iniciar un proceso de despido colectivo debe llevarse a cabo un proceso de consultas con los representantes de los trabajadores de entre 15 y 30 días de duración, dependiendo del número de empleados.

Al inicio de este proceso, se presenta el Plan de Acompañamiento Social, diseñado como mínimo a seis meses vista, que tiene que reflejar de manera detallada las medidas destinadas al reingreso en la compañía bajo ciertas condiciones, a la recolocación interna o externa, y, medidas enfocadas a la orientación y la formación laboral.

El documento resultante del proceso de negociación, siempre y cuando la Administración acepte las medidas, será plenamente vinculante.

¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la empresa cuando diseña un plan social?

El diseño de un Plan de Acompañamiento Social puede suponer un reto para las organizaciones.

El principal reto es el económico, los gastos que se originan en un proceso de despido colectivo deben recaer en la empresa, lo que incluye la financiación de los procesos de recolocación. Esto puede suponer una dificultad para las empresas que se encuentran en apuros económicos.

Por ello, la legislación contempla la posibilidad de eximir de la aplicación del plan social a las empresas que justifiquen su mala situación económica e imposibilidad de hacerse cargo de él.

Otro de los retos para abordar el diseño de un plan de recolocación, es garantizar el apoyo emocional a los afectados durante el procesoy observar todas sus competencias, en la línea de disminuir los efectos negativos del despido y planificar acciones formativas que beneficien a los implicados en el proceso de reajuste de personal.

Y, los últimos retos en el diseño de planes sociales es, por un lado, colocar a los trabajadores y por otro, observar su bienestar como objetivo primordial del documento. Si bien, el plan social se aplica en momentos de crisis, la previsión de las medidas que se pondrán en marcha ha de ser anterior a las dificultades y debe ser abordado como una parte más de la gestión de personas de una organización.

¿Qué parámetros debe validar la empresa a la hora de contratar un servicio de recolocación?

Las organizaciones no deben contratar el primer plan disponible para cubrir el expediente, las compañías deben asegurarse de que la empresa que provee un plan de recolocación externa está correctamente capacitada para ofrecer el servicio. Además, las empresas contratantes deben evaluar de forma rigurosa los contenidos del programa y su adecuación con sus necesidades. Y, por último, deben garantizar que las actuaciones propuestas sean coherentes con su política de responsabilidad social y que se cuenta con los recursos económicos suficientes para implementar el programa.

Ahora que ya hemos visto los pasos previos a la elaboración de planes sociales y los aspectos para tener en cuenta a la hora de contratar un programa de recolocación, podemos hacernos una idea de la importancia de contemplar todos los escenarios posibles en la gestión de personal; para así poder minimizar los efectos negativos para los empleados en los momentos de crisis.

Si tu empresa necesita diseñar su Plan de Acompañamiento Social u ofrecer un programa de recolocación, contacta con nosotros, te ofrecemos soluciones eficientes adaptadas a tus necesidades.

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