Estamos navegando cada día a más velocidad en este nuevo mundo de los datos. Un mundo fascinante y envolvente con muchas ventajas, y con importantes riesgos. Para que podamos disfrutar y asegurar que el viaje nos conduce a un mundo mejor tendremos que superar varios retos, actuando con agilidad ante la aceleración que se avecina en el próximo año, 2020.
5G comenzará a ser una realidad y propiciará un gran despliegue del IoT, que junto con la IA van a intensificar progresivamente la percepción de inmersión en un nuevo mundo más inteligente e hiperconectado, tanto en las personas, las empresas, las casas y las “cosas”, las ciudades …
Los retos que indico a continuación se refieren a estos ámbitos principalmente en los aspectos de Seguridad, Privacidad, ética y legalidad, y son retos interconectados y en cierta medida solapados. Aunque se cuenta con regulación, organismos de certificación, e iniciativas en todos los ámbitos, la tecnología va normalmente por delante …
Reto 1. Privacidad en el uso de dispositivos, además de los navegadores y los móviles.
En todos estos ámbitos hemos conocido casos que muestran los riesgos que el uso de los datos tiene para la Privacidad y la Seguridad, que se ven acentuados con la proliferación de múltiples dispositivos que siguiendo la estela de los smartphones cada vez manejan más datos sobre nosotros y nuestras actividades. Buenos ejemplos son:
- Los asistentes de voz han mostrado posibles problemas para la Privacidad como en los casos de Google Home, Amazon Echo y Alexa, al poder grabar las conversaciones en el hogar en determinadas circunstancias, sin conocimiento de los usuarios.
- Las apps y wereables de Fitness, que pueden proporcionar los mapas de ubicación de usuarios basados en la localización GPS, como el caso de Strava revelando secretos del ejercito americano.
La regulación en privacidad debe verse acompañada por una supervisión y colaboración con los fabricantes y desarrolladores de este tipo de dispositivos y apps para que los mejoren y amplíen las verificaciones de forma que se adapten a todos los tipos de uso, personal, en aplicaciones de Smart Home o profesionales. Al igual que los usuarios debemos ser conscientes de los riesgos y usar de las configuraciones adecuadas.
Reto 2. Seguridad en las empresas.
Podemos ver en un informe de Deloitte sobre la Ciberseguridad en las empresas españolas, que se muestran datos preocupantes sobre el número de ciberataques que se llevan a cabo, afectando a casi un 80% de las empresas en los últimos seis meses, de los que resultan exitosos un 94%. Y según un informe global de Cyber-edge, España se sitúa en el primer puesto de vulnerabilidad con esos datos, aunque el resto de países del entorno no le van muy a la zaga.
Es por tanto evidente la necesidad de tener éxito en el reto de mejorar la preparación de las empresas ante los ataques, incrementando las certificaciones (ISO 27001, NIST, etc) y la formación de los usuarios, ya que el primer factor de riesgo consiste en passwords poco seguras o las llamadas vulnerabilidades humanas.
Y esta necesidad se verá incrementada por el aumento progresivo en los datos usados por las empresas a partir del año próximo. Para el 2024 se espera que un 25% de los datos por redes móviles ya vayan por 5G, y las empresas de todos los sectores comienzan a concienciarse y desarrollar iniciativas para ser compañías “data-driven”. En esta situación resultará crítico estar preparados, no sólo para evitar riesgos (un 60% de pymes afectadas por ciberataques acaban cerrando en los 6 meses siguientes), sino para aprovechar las oportunidades, como se plantea en el estudio de Google sobre la Ciberseguridad en España.
Reto 3. Seguridad y Privacidad en IoT y en las Ciudades Inteligentes (Smart Cities).
En el actual mundo IoT (del Internet de las Cosas) y por tanto en las Smart Cities, no resulta fácil implementar un marco global de Seguridad, ya que hay muchos elementos, niveles y diferentes soluciones, que se van incorporando progresivamente con nuevas tecnologías. Los estándares y «guidelines» deben evolucionar y tenerlos en cuenta de forma global y asumida por todos los actores, corrigiendo la fragmentación actual, y el reto en este ámbito es tener ese marco global preparado para el próximo año 2020, ante la expansión del IoT, el Edge Computing y el importante incremento de datos de todo tipo.
Algunas iniciativas en cuanto a IoT, son las diferentes alianzas de Ciberseguridad que los fabricantes están llevando a cabo para compartir información y alinearse en el cumplimiento de estándares. Por ejemplo, la Cyber Threat Alliance, la Global Cyber Alliance y el Trusted Computing Group.
Para las Smart Cities se ha creado la «G20 Global Smart Cities Alliance on Technology Governance», que usa referencias como los IoT Guidelines de la ciudad de Nueva York, y en Smart City Expo (SCEWC19) de Barcelona llevarán a cabo una reunión preparatoria de cara a la Cumbre que realizará en 2020 en Arabia Saudí.
Asimismo, resultará clave reforzar las medidas de seguridad en las ciudades para evitar casos como los ataques de «ransomware» producidos este año en Baltimore, o el reciente de Johannesburg.
En cuanto a la Privacidad en estos ámbitos de ciudad, tanto en entornos públicos como privados, una regulación rigurosa es clave, para evitar algunos casos bien conocidos en el uso indebido de los datos, o para acotar algunas aplicaciones, como el reconocimiento facial, asegurando un uso respetuoso con la privacidad. En este sentido, Europa parece contar con una buena base y cierto liderazgo tras la aplicación de la GDPR.
Reto 4. Diseño ético de Sistemas Inteligentes y autónomos.
Conectando con el reto anterior, del ámbito de ciudad y de IoT, y para dedicar un capítulo especial a la ética, me ha parecido interesante incluir un documento para el diseño ético de Sistemas Inteligentes y Autónomos elaborado por el IEEE, con el objetivo de tener “Una visión que priorice el bienestar humano con respecto a los sistemas autónomos e inteligentes”
El reto en este caso sería no perderlo nunca de vista, y aplicarlo al ecosistema y para las consideraciones legales que procedan en aplicaciones inminentes como será, entre otras, la progresiva incorporación de los coches autónomos en las ciudades y las carreteras.
Los posibles escenarios son muy, muy variados, y no siempre es obvio cómo aplicar las pautas que mejor encajan con consideraciones morales «objetivas». Como aplicativo interesante, sencillo y creativo se puede explorar en la «máquina moral«
Reto 5. Seguridad y Justicia en las aplicaciones de Inteligencia Artificial y los robots.
También merece un “reto dedicado” (al menos) el progresivo uso de Inteligencia artificial en muchas aplicaciones de todo tipo. Además del impacto en el mundo laboral, habría dos aspectos importantes que habrá que contemplar como retos, como son la Ciberseguridad y la Justicia.
- A pesar de la existencia de asociaciones como https://www.partnershiponai.org/, o AI Now Institute, que en su última revisión del año 2019, indica los principales aspectos a seguir para evitar una aplicación perjudicial de la IA, no resulta siempre fácil implementar una aplicación “justa”, debido al conocido como “sesgo” (o “bias”) de los algoritmos.
- Pero quizás el componente más dificil del reto será precisamente asegurar que la ciberseguridad le gana la partida a los cibercriminales, que también hacen uso de la Innovación en IA para sus fines.
De cualquier forma, todavía nos encontramos en una “fase inicial de la inteligencia artificial” conocida como “Narrow AI” (IA débil) , y queda un buen trayecto para contar con la denominada IA General, prevista para el entorno del 2050, por lo que aún no tenemos que preocuparnos demasiado por otros retos que vendrán más tarde, como el que ya auguraba la ciencia ficción en la mítica película “Odisea 2001”, en la que el ordenador HAL se subleva y no obedece órdenes humanas…
Ya que todos estamos inmersos en este viaje, en esta Odisea, y en la misma nave, esperemos y pongamos de nuestra parte para superar los 5 retos anteriores, vencer las dificultades y tener una aventura muy favorable.