[:es]Desde la Empresa
En dos artículos anteriores daba algunas pautas sobre lo que puede aportar un programa de Outplacement a la persona que lo realiza. En el presente me detendré en lo que aporta a la empresa que lo ofrece.
Lejos de los análisis más obvios, basados en la responsabilidad social de la empresa para con sus empleados, de cualquier nivel profesional, hay otros argumentos de calado, que afectan e manera crítica a la productividad y a la eficiencia de la organización.
Las empresas más eficientes no lo son por sus personas, sino por la relación existente entre sus personas.
La cualidad de las personas, en términos de conocimientos y experiencia, es necesaria pero no suficiente. La manera en la que se establecen las relaciones, entre unos y otros, es lo que hace a una empresa tener mayor o menor capacidad de éxito.
El Outplacement es una buena herramienta para gestionar los espacios de relación entre personas. Es, en esos espacios, donde se genera la confianza, la motivación y el compromiso. Hay que minimizar el impacto que una salida “traumática” tiene sobre el contrato emocional existente entre las personas y, con la Organización.
Muchos miles de euros, horas de trabajo y esfuerzos por desarrollar un liderazgo eficaz, se pierden con la ruptura traumática de los lazos relacionales tejidos entre las personas.
El mejor estilo de liderazgo reside en el ejemplo, “no actúes como no quieras que actúen contigo”, poniéndolo en positivo “lidera como te gustaría ser liderado”
¿A quién no le gustaría que le diesen soporte en un momento de la vida profesional difícil? ¿Sólo de la vida profesional?
El estilo o la cultura de una organización, es determinante a la hora de atraer el talento necesario a unos costes razonables y también, de conseguir fidelizarlo.
Esto esta generando, y lo hará más si cabe en los próximos años, la necesidad de contar con información sobre la “Experiencia Empleado”, como vive cada persona su día a día en la empresa.
El Outplacement permite incorporar al menú de herramientas de atracción y fidelización que se le ofrecen a una persona, valores diferenciales.
Por una parte la sinceridad de aceptar que nada es para siempre. Hoy nadie puede garantizar un puesto de trabajo de por vida, de cualquier nivel. Y por otra la coherencia de actuar hacia las personas como se hace hacia el cliente, no dejándole abandonado.
El Outplacement actúa sobre el desarrollo personal y profesional y, por lo tanto actúa sobre la atracción y fidelización del talento.
La competencia por el talento existente es cada vez más enconada, buscándolo en cualquier punto del globo. Cualquier valor añadido que se facilite en esa competición reporta pingues beneficios a la organización. El Outplacement es un valor añadido.
La exposición de la empresa a la valoración social está en crecimiento y no únicamente en el caso de las empresas cotizadas, sino de todas aquellas que viven en el mundo de las nuevas formas (ya no tan nuevas) de comunicación. Es decir, todas.
Las inversiones en comunicación y marketing se están viendo mediatizadas por los “me gusta” de las ventanas al mundo que ofrecen las redes sociales.
Están teniendo repercusiones sobre los niveles de ventas o incluso la capacidad de conseguir un contrato. Las opiniones, más o menos anónimas, tienen y tendrán cada vez mayor peso en las posibilidades de acción de las empresas.
En este nuevo marco de exposición, la necesidad de cuidar la imagen no es un asunto banal, impacta en la línea de ingresos y en la cuenta de resultados, sin introducir aquí el punto anterior de la capacidad de atraer talento a coste, digamos razonable.
Cuidar la relación con los empleados, de cualquier nivel profesional, se convierte en un elemento estratégico. El Outplacement es una manera eficaz de cuidar esa relación
Existen otros argumentos de peso como pueden ser:
- el acceso al conocimiento que se pierde con la salida de una persona.
- la consabida responsabilidad social.
- la influencia como parte de la negociación del paquete de salida.
- la tranquilidad moral para quien toma la decisión.
Pero sin lugar a dudas, el efecto que un programa de Outplacement tiene sobre: el liderazgo, la atracción y fidelización del talento, el marketing y la comunicación, hacen de ellos una herramienta de gestión de personas indispensable.
Eso sí, un programa de Outplacement adecuado a cada situación personal y profesional.[:]