Me gusta caminar.
Me gusta la fotografía.
Me gusta trabajar.
Estas tres premisas las combino y creo mi frase. “Cada día voy a trabajar caminando y haciendo fotos en el trayecto”.
Todo me llama la atención, todo lo fotografío y encuentro verdaderas historias. Como la que hoy traigo al blog de Ars.
No pude evitar fotografiar al protagonista de mi historia varias veces. Estaba de espaldas y podía salvaguardar su intimidad, era un “robado” muy discreto.
Y ví la historia que narro en fotogramas.
1. Nuestro protagonista no puede evitar sorprenderse, admirarse, y quizás desear a la hermosa y gigantesca dama de la famosa fotografía de Elmunt Newton. Y titulé a mi foto DESEO.
2. Pero al caballero le producía un pudor infinito mirar abiertamente a la desnuda belleza y optó por mirar unos libros y con el rabillo del ojo contemplar a la mujer. Y la titulé DISIMULO.
3. Nuestro hombre dudaba, vacilaba, no acababa de levantar la vista. Y la titulé INDECISIÓN.
4. El protagonista rompe con sus pudores, y decide disfrutar abiertamente de la belleza. Y la titulé VALOR.
Subí el collage a un portal de fotógrafos aficionados en el que participo muy activamente, recibí todo tipo de comentarios y, poco a poco la olvidé.
Hace algún tiempo, poniendo orden a mis fotos la redescubrí…¡¡ y la ví con otros ojos!! Porque me recordó a miedos, dudas y vacilaciones que me planteaba un candidato a la hora de utilizar su red de contactos. Un miedo infinito a PEDIR, cuando PIDIENDO, REGALAMOS.
Cuando pedimos un contacto, o una información o un consejo, ESTAMOS REGALANDO CONFIANZA, RESPETO Y ADMIRACIÓN.
Confundimos la gestión de los contactos con PEDIRLES TRABAJO. Y pedimos lo que no tienen: UN TRABAJO, y tememos pedir lo que sí tienen, INFORMACIÓN, CONTACTOS, CONSEJOS, OPNIONES, SUGERENCIAS, PUNTOS DE VISTA, ÁNIMOS, CARIÑO, AMISTAD Y etc etc etc.
Cuando en nuestra sesiones de consultoría conseguimos que el candidato comprenda el concepto de gestión de contactos, comienza, a veces, no siempre, un nuevo trabajo, ayudarles a perder el miedo de abordar a esos contactos. La primera premisa es clara, y vuelvo a unas líneas más arriba: PIDIENDO CONSEJOS , INFORMACIÓN O CONTACTOS, ESTAMOS REGALANDO CONFIANZA, RESPETO Y ADMIRACIÓN. ¡Y a todos nos gusta regalar!! Pero desde hace algún tiempo, además, les muestro el collage y se ven reflejados en él, como el viandante que teme mirar, que mira de reojo, que no tiene el valor de descolgar un teléfono y dar el primer paso para mantener una conversación, recuperar una relación perdida en el tiempo, reencontrase con un amigo o un colega.
Cuando se deciden a llamar, dan mil rodeos, explicaciones y subterfugios, en lugar de mirar abiertamente, preguntar abiertamente. Pedir abiertamente.
Miran la foto y comprenden, que mirando decididos, disfrutarán de toda la belleza.
Deseo , disimulo , indecisión, valor.
¿Por qué no, tener valor y decisión para mirar sin disimulo, colmar tu deseo y ¡¡disfrutar¡!?.
¿Por qué no tener valor y decisión para llamar sin disimulo a tu viejo contacto y pedir sin rodeos lo que necesitas de él, que él tiene y desea dar?.
Recuerda:
Deseo, Disimulo, Indecisión, Valor